LA
PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- La anarquista y
feminista Ninaadia Mansilla difundió ayer una carta pública en la que denuncia
que permanece detenida desde hace cuatro meses sin prueba alguna en la cárcel
de mujeres de Obrajes. En su criterio, la detención es injusta y resultada de
acusaciones falsas.
“No termino de entender
cuál es el trasfondo de todas estas acusaciones; del Estado como tal
representado en éste y anteriores gobiernos nunca esperé nada bueno, siempre
supe que la justicia era subjetiva y que en este sistema ésta se supedita al
poder político y económico, ahora yo lo estoy viviendo en carne propia”, indica
Mansilla, hija del exembajador de Bolivia en México, Jorge Mansilla Torres, más
conocido como Coco Manto.
A continuación la carta
de Nadia:
Han pasado 4 meses
desde que fui allanada y detenida en mi casa en presencia de mi hijo de 3 años,
mi vida cambió radicalmente en 2 días.
El 29 de Mayo allanaron
mi casa, me llevaron al CEIP a declarar y por la noche a la FELCC. El 30 de
Mayo nos presentaron en una conferencia de Prensa en el Ministerio de Gobierno
a Henry y a mí, minuto antes de entrar a dicho acto escuchamos las acusaciones
por 17 atentados, fue ahí donde me enteré realmente de qué nos acusaban y
entendí que era mi “muerte civil” y que era mi oportunidad para defenderme
públicamente cuando entramos esposad@s con deltas por detrás, me presentaron
como la cabecilla de una organización internacional armada, de inmediato
reaccioné y dije: “Soy inocente, no soy criminal ni delincuente, no he robado
ni he matado a nadie, ¿Desde cuándo ser defensora de los derechos de las
mujeres, los niños y la pachamama es ser terrorista?, soy madre, soy inocente,
pido justicia y exijo mi libertad”. Que quede claro que fuimos presentados
públicamente como responsables de los atentados, sin un juicio justo ni previo,
ni las debidas investigaciones para lanzar una acusación tan grave.
Luego nos llevaron a
las celdas judiciales a la espera de nuestra audiencia cautelar que fue el 31
de Mayo, donde después de dicha audiencia totalmente manipulada nos dieron
detención preventiva a Henry y a mí, y a otros les dieron arresto domiciliario
por “colaborar con la investigación” en palabras de los fiscales.
Desde ese día estoy
recluida en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes, intentando entender
cuál es el fondo de estas acusaciones y de estos atentados ¿Quiénes están
detrás? Me han hecho llegar muchos comentarios, impresos de manifiestos a favor
y en contra, y otros adjudicándose estos actos.
Desde ese día estoy
pidiendo la cesación a mi detención preventiva, con 5 audiencias suspendidas
por una y mil excusas, y una llevada a cabo donde me negaron la cesación. Los
rumores, especulaciones sobre una y otra persona, sus actitudes, acciones y
reacciones respecto a este caso, han marcado mi incertidumbre de no saber
“quién es quién” ¿A quiénes he llamado compañer@s, amig@s y herman@s todos
estos años?
Hice una declaración
ampliatoria, donde aclaré cuáles eran mis actividades en las fechas que se me
acusaba, mis vínculos con personas que igualmente están siendo procesadas, pero
llegado el momento comenzaron las advertencias: “ayúdate, si quieres ver a tu
hijo”. Sobre la información que tenían de ciertas personas y lugares acoté
algo, en base a los manifiestos y pronunciamientos, rumores y especulaciones
dije lo que sabía, no sé cuán acertada haya sido esta decisión que me ha traído
más perjuicios que beneficios y que ha levantado otra ola de rumores y
acusaciones sobre mí.
No negaré nunca lo que
he sido y lo que soy, fui activista anarquista-feminista y lo sigo siendo,
formé parte de un colectivo de mujeres: “Las Niñas Dinamiteras” que nunca tuvo
que ver con explosivos ni nada por el estilo, nuestro nombre iba dirigido a
dinamitar, interpelar, cuestionar y desmoronar ideas preestablecidas respecto a
la mujer; junto a ellas sacamos varios números de fanzines (ahora secuestrados)
durante 5 años, luego formamos una banda que tocaba desde punk hasta cumbia,
precisamente porque no queríamos encasillarnos en ningún estilo, nuestra crítica
era obviamente a la sociedad reflejada en nuestros propios compañeros de lucha
que varias veces tenían actitudes y reacciones machistas y misóginas, así
también nos llamaban “Las Malditas Dinamiteras” por eso asumimos el nombre en
respuesta a su rechazo. Teníamos problemas con colectivos de jóvenes que recién
se iniciaban en el anarquismo, seguros que los punks eran los primeros y
últimos anarquistas, creyendo que al repetir un discurso automáticamente su
vida y su práctica cotidiana cambiaba; criticaban nuestro feminismo, nuestra
liberación y nuestras propias formas de ser y vestir. Desde esos años tuvimos
diferencias tanto ideológicas como generacionales con la Comunidad Anarco Punk
que luego se dividió y quedó como OARS, de la que es parte Renato Vincentti
quien me acusó y dizque reconoció como la persona que aparece en “el video”,
sabiendo que no soy yo y que la persona en cuestión era una ex compañera con la
que él y su hermano tuvieron, y tienen más relación que conmigo. ¿Qué esconden?
Estando aquí recluida
soy consciente de la terrible acusación de la que somos víctimas, tanto los que
estamos dentro, como los que están afuera, a mi parecer nunca fuimos un
movimiento, sino una juntucha de varios colectivos, que teníamos algunas
actividades en común, con mucha diferencias internas que a la vez no nos
permitían concretar varios objetivos, por tanto nunca respondimos a actitudes
autoritarias de partido, mucho menos de comando.
Personalmente he
simpatizado y he tratado de aplicar el anarquismo y feminismo en mi vida
cotidiana, ese que me libera de mis propias ataduras; creo que con un poco de
coherencia entre mi discurso y accionar puedo cambiar mi presente y mi futuro,
no es fácil romper las estructuras pero tampoco es imposible. Como socióloga
que soy, también trato de aplicar a mi trabajo mis pensamientos, he trabajado
con mujeres, recuperando sus historias intentando coadyuvar en su presente, si
bien hay cosas que se pueden lograr colectivamente creo profundamente que el
cambio comienza por un@ mism@ a partir de nuestras críticas e interpelaciones
personales, también creo que lo más libertario es asumir nuestras decisiones
con todo lo que implica, por eso creo que l@s autores y partícipes detrás de
estos atentados deben responsabilizarse por sus actos y no pensar o dejar como
ellos mismos dicen: “que alguien tiene que pagar por el movimiento”, como si
ese “alguien” no tuviera vida, familia, decisiones y objetivos propios.
No termino de entender
cuál es el trasfondo de todas estas acusaciones; del Estado como tal
representado en éste y anteriores gobiernos nunca esperé nada bueno, siempre
supe que la justicia era subjetiva y que en este sistema ésta se supedita al
poder político y económico, ahora yo lo estoy viviendo en carne propia. Las
acusaciones que me hacen no tienen fundamento ni prueba algunas, poniendo en
evidencia una vez mas que se detiene y luego se investiga, prevaleciendo mas el
Principio de la Culpabilidad que el de Inocencia, entonces me pregunto: ¿Cuán
peligrosa puedo ser yo para la seguridad de este Estado y la Sociedad?
Hay un video que hasta
hoy no he podido ver y que menciono anteriormente, sólo pude ver una imagen
congelada de una persona que fue muy cercana a mí hace unos años, que formó
parte del colectivo y la banda, a la cual llamé compañera y hermana en algún
momento, no puedo decir lo mismo ahora, ya que ella sabe cuál es mi situación
legal y emocional, sabe que estoy aquí por ella, por tener un supuesto
“parecido”.
Si bien estas
acusaciones que me hace el Ministerio Público se debieron y deben a una
coyuntura política, tampoco se puede negar que estos “atentados” ocurrieron,
prueba de ello son los manifiestos donde ellos mismos se adjudican los hechos.
Personalmente no creo que con bombas de humo se pueda atacar o destruir alguna
estructura sistémica, mucho menos un Estado, lo único que se ha logrado es
alentar y estimular al poder para que descargue su furia sobre nosotr@s, nos
amedrente, nos divida y nos enfrente entre colectivos y nos separe de los
movimientos sociales con los que fuimos y somos solidarios, compartimos y
apoyamos causas.
Creo que cuando un
grupo de personas idea, planea estos actos, asume los riesgos, las
consecuencias, la protección y la resistencia de l@s que participarán. En mi
caso nada de esto pasó, nunca fui parte de estos planes, no sé quiénes están
detrás de estos atentados pero estoy acusada y detenida por éstos, soy una de
las personas más afectadas por tanto interesada en aclarar los hechos. ¿Por qué
debería callar? ¿Para proteger a quién? Se ha dicho de mí que soy una soplona,
que me quitan su solidaridad porque “por salvarme he acusado a otros”, por lo
que veo es muy fácil llenarse la boca de discursos muy radicales, hablar de
lealtad y resistencia detrás de un teclado, escribir pronunciamientos
estrellándose contra el Estado, la sociedad y todos l@s que no piensan como
ell@s solo para tener palestra pero ¿quién se pone en mi lugar?, ¿quién vive
conmigo el día a día aquí adentro?, ¿quién soporta las humillaciones y
amedrentamiento del que he sido blanco estos 4 meses?
Pocas pero valerosas
son las personas que me han apoyado y se han solidarizado de verdad conmigo, no
solo hablo de l@s que me visitan, sino también de l@s que desde la distancia me
hacen llegar su fuerza y apoyo; a ell@s mi agradecimiento más profundo.
Para terminar quiero
decir que no me interesa el papel de una heroína o mártir del anarquismo, no
creo en estos protagonismos ni en esas falsas famas, no creo en esos
manifiestos que se adjudican los atentados, que alzan mi nombre y me incriminan
más, queriendo hacer parecer que soy parte de ell@s.
Solo quiero recuperar
mi libertad, retomar mi vida al lado de mi hijo y mi madre, vivir mi vida como
yo creo correcta, quiero volver a mi casa, a mi huerta, a cosechar los frutos
que sembré antes que ocurriera esta pesadilla.
Para l@s que entiendan
mis palabras bien, para l@s que esperaban otra cosa bien también, soy honesta y
me gusta ser clara, no quiero vender discursos ni llenarme la boca de palabras
que creen falsas ilusiones, mi lucha es por la verdad con un@ mism@, mi lucha
es en el día a día, la gente que me conoce sabe como soy, si el resto que no me
conoce quiere juzgarme allá ell@s, solo pido que asuman sus decisiones y sus
actos, no se puede jugar así con la vida, la seguridad y estabilidad emocional
y material de las personas y menos de un niño. Si ell@s no tiene nada que
perder, yo sí.
La Paz, 30 de
Septiembre del 2012
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