SEMBLANZA: CARTER, LA CARA PROGRESISTA DE LA POLÍTICA EN EEUU, Y SU 'AMIGO' MORALES

Por Coco Cuba

ATLANTA, EEUU (ANB / ABI).- Nacido hace 89 años en el 'Sur Profundo' de Estados Unidos y crecido entre segregados por su color de piel, a despecho suyo, el expresidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, que ha recibido en su modesta casa de Plains, en el Condado de Sumper, a 'mi amigo', el presidente de Bolivia, Evo Morales, libró, durante su mandato (1977-81), una lucha sin cuartel por las causas de los carenciados, propugnó la democracia, se opuso a las armas atómicas y se empeñó por el respeto a la naturaleza.

    Opuesto en rotundo al consumismo sin solución de continuidad, este bien 'intencionado sureño', como lo describe la historiografía estadounidense, laureado con el premio Nobel de la Paz en 2002, debió enfrentar una de las mayores crisis energéticas de la historia de su país y, a tiempo de pedir austeridad a sus connacionales, efectuó recortes al siempre subido de tono presupuesto militar de EEUU, en 6.000 millones de dólares en 1979.

    'Más no es necesariamente mejor', dijo este georgiano nativo que apenas se instaló en la Casa Blanca, en enero de 1977, redujo las planillas y puso a la venta el USS Sequoia, el yate de lujo en que sus antecesores Ford, Nixon y Johnson surcaban las aguas del Potomac, el río que corta en dos Washington DC.

    'La identidad humana no se define por lo que uno hace, sino por los que posee', señaló en su famoso 'discurso del malestar', en que llamó a la reflexión y al cambio a la sociedad de su país socavada por una crisis de confianza.

    Opuesto con tenacidad incontrastable a la pena de muerte y propugnador de que se declare a la petrolera Alaska en parque nacional, Carter declaró en los 4 años de su presidencia amnistía para los insumisos que huyeron del conflicto de Vietnam y abogó por los derechos de los homosexuales.

    Hijo de granjero y cultivador de cacahuate (maní), Carter, que durante su niñez convivió con aparceros y peones en los cultivos de su familia en Archery y Plains, es considerado adalid de los derechos de la Madre Tierra en Estados Unidos.

    Este cristiano catequista en sus tiempos juveniles, que plantó cara a la tempestad política que desató en EEUU su decisión de devolver en 1977 el Canal interoceánico a Panamá, en poder de su país desde principios del siglo XX en calidad de usufructuo perpetuo, criticó con dureza las dictaduras de Alfredo Stroessner en Paraguay y Augusto Pinochet en Chile y deploró el siniestro represivo sudamericano ultraderechista Plan Cóndor, montado por las dictaduras militares en Sudamérica.

    En la órbita mundial, tuvo mucho que ver en la reposición de Zimbawe (ex Rodesia) en Africa y evitó el choque en los '70 de Egipto e Israel, en los memorables acuerdos de Camp David.

    En 1979 sentó por la vía del diálogo la soberanía egipcia en la península del Sinaí  en el celebrado Tratado de paz entre El Cairo y Tel Aviv.

    En pleno glacial de la Guerra Fría, en un mundo bipolar tras la II Guerra Mundial (1939-45), restableció relaciones con la ya desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y la China continental.

    En ese mismo 1979, promovió el reconocimiento de Taipei a Pekín y admitió, a contracorriente de la política exterior de sus antecesores, que Taiwan formaba parte de China.

     También apuró los acuerdos de Tramework, con el régimen de Kim II Sung, en Corea del Norte, sobre la limitación de armas nucleares.

   El año en que fenecía su mandato y que se postuló sin éxito a la reelección, en 1981, galvanizó los acuerdos de Argel 81 entre Irán, Argelia y EEUU.

    La crisis de los rehenes, provocada por militantes opositores al pro estadounidense Sha de Irán (Mohammed Reza Pahlavi) disparó las preferencias electorales en su país a favor del entonces candidato republicano Ronald Reagan, que se alzó con la Presidencia de la potencia mundial.

    El casi nonagenario Carter., que la tarde del lunes se fundió un abrazo con Morales, cuando el líder izquierdista boliviano lo visitó en la modesta casa de campo de Plains, recibió un mazazo político y electoral cuando no pudo hacer liberar a los 52 funcionarios tomados de rehenes en la Embajada de EEUU en Teheran.

    Pasmantemente lúcido y erguido pese a sus casi 9 décadas de vida, Carter que entregó a Morales sus experiencias sobre la devolución a Panamá del canal artificial entre los océanos Pacífico y Atlántico, como suerte de jusriprudencia internacional que sustancie la demanda judicial boliviana a Chile, por un salida propia a ultramar, en la Corte de La Haya, tuvo la testosterona política para tratar con el histórico líder de la revolución de Cuba Fidel castro los desencuentros entre la isla comunista y el gigante capitalista y abominar el bloqueo económico impuesto por Washington a La Habana.

    Es 'un embargo económico ineficaz de 43 años de edad' dijo cuando visitó a Castro en La Habana.

    También para convencer a Israel, en tanto past presidente de EEUU, de las necesidades de territorio para Palestina.

    Y, entre otras acciones políticas de gran calado, la críticas a sus sucesores, George Bush padre e hijo que mandaron la guerra en el petrolero Irak de Sadam Husseim.

    Al tiempo de descartar que Husseim haya enriquecido uranio con fines militares, dijo que la guerra lanzada por EEUU era 'innecesaria basada en mentiras y malas interpretaciones para derrocar' al líder iraquí en 2004.

    Carter, que durante su mandato propugnó la restauración democrática en la militarizada América Latina y que anticipó con Moscú el desarme nuclear, abogó por la institucionalidad en la depauperada Haití y los acuerdos de Nairobi, entre Sudán y Uganda, mientras sacaba a su país de una densa crisis moral y de la famosa depresión más inflación (estanflación).