LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El comandante general de la Policía, Alberto Aracena, negó el jueves actos de indisciplina en las tropas de la institución del orden, a pesar de la huelga de hambre que inició un grupo de esposas de policías de base, que reclama el cumplimiento de los compromisos que suscribió el Gobierno en 2012.
'Nosotros como institución, toda la composición orgánica, estamos cumpliendo (con nuestra labor) empezando de su Comandante General y terminando en el último policía de manera disciplinada', dijo a los medios locales.
Aracena explicó que los representantes de los uniformados y el Ministerio de Gobierno instalaron hace dos días una mesa de coordinación 'donde se viene tocando muchos de los temas y las aspiraciones' que tiene particularmente la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías (Anssclapol).
Por su parte las esposas de los policías de baja graduación demandan 'la nivelación del sueldo de nuestros esposos (a la del escalafón de las Fuerzas Armadas), jubilación con 100% del salario y la abrogación de la Ley 101 (Ley del Régimen Disciplinario de la Policía', según indicó Isabel García, una de las huelguistas, a los medios locales.
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