No se trata de
quitar la vida, dicen
Obispos españoles. Foto: El País. |
ROMA (Información de Elpais).- El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal
Española, Juan Antonio Martínez Camino, ha asegurado que es
"legítimo" impedir la fecundación cuando una mujer ha sido violada,
aunque "en ningún caso abortar", por tanto, no estarían en contra del
uso de la llamada píldora del día siguiente si esta no tuviera efecto abortivo,
pero niegan que exista una pastilla así. Los obispos alemanes, sin embargo,
reconocieron la semana pasada que hay píldoras cuyo uso puede ser preservativo,
no abortivo, y abogaron por que las víctimas de una violación tenga acceso a
ellos.
Pero Camino
insiste en que "hasta ahora todos los fármacos existentes" tienen
efecto abortivo y se estaría quitando la vida a un ser humano. Pero dejan una
ventana abierta: "Si lo hubiera, y si los obispos alemanes lo conocen,
hacen muy bien en apuntar ese caso. Nosotros ya nos enteraremos", ha
señalado Martínez Camino.
"Si hubiera
una píldora que no fuese abortiva, estaríamos en un caso distinto, pero ese
caso a nosotros no nos consta", han asegurado. Consideran, eso sí, que
"la violación no es un acto conyugal, sino un acto de injusticia y de
violencia", por tanto, para los obispos, impedir la fecundación sería
"legítimo" porque se trataría de "legitimar la defensa contra
esa agresión". Pero nunca abortar, porque sería "quitar la vida a un
ser humano inocente".
El problema para
la Iglesia española, es, como en muchos de estos casos, de consideración
científica. ¿Impiden estas pastillas la fecundación o evitan que progrese el
óvulo una vez fecundado? Durante algún tiempo eso fue un tema de controversia
entre los expertos. Pero la Organización Mundial de la Salud aclara que este
método no es, en ningún caso, abortivo. "Las píldoras anticonceptivas de
emergencia previenen el embarazo impidiendo o retrasando la ovulación.
También pueden
impedir la fertilización de un óvulo por su efecto sobre el moco cervical o la
capacidad del espermatozoide de unirse al óvulo. Las píldoras anticonceptivas
de emergencia no son eficaces una vez que ha comenzado el proceso de
implantación, y no pueden provocar un aborto, coinciden los expertos de este organismo.
Por tanto, si no
se toman antes de que transcurran las 72 horas después de la relación y ya se
ha producido la fecundación, es difícil parar el embarazo. Visto así, los
obispos no tendrían pegas que poner. Esto es de lo que los alemanes ya se han
enterado.
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