LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El Ministro de Defensa, Rubén Saavedra Soto,
informó que la detención de los dragoneantes del Ejército de Bolivia, Alex
Choque Quispe, Augusto Cárdenas García y José Luis Fernández Choque, por haber
traspasado supuestamente la zona fronteriza de Chile se efectuó mientras
realizaban un operativo de lucha contra el contrabando de vehículos
indocumentados, señala un comunicado de esa cartera de Estado.
Según el informe recibido del
Comando General del Ejército, una Patrulla Militar interceptó siete vehículos
indocumentados en la zona boliviana de Challumajahuira, conocida también como
la quebrada La Queka, logrando detener dos vehículos, mientras cinco se dieron
a la fuga internándose en territorio chileno; sin embargo los contrabandistas
dejaron abandonado uno de los vehículos en el paso fronterizo.
Los vehículos incautados fueron
trasladados al Puesto Militar Adelantado y se dejó bajo la custodia de tres
efectivos militares el vehículo que fue abandonado.
Los contrabandistas de
nacionalidad boliviana y chilena al verse sorprendidos alertaron a los
carabineros de Chile, quienes inmediatamente se dirigieron al lugar
aprehendiendo a los soldados que no pusieron ninguna resistencia al momento de
ser detenidos y posteriormente fueron trasladados en un helicóptero a Iquique.
El Ministro de Defensa señaló que
las gestiones para la liberación de los efectivos militares se realizará en el
marco del derecho internacional y el Pacto de Viena, toda vez que constituye un
gesto inamistoso y una decisión desproporcionada de las autoridades chilenas
que dispusieron el día de hoy la detención preventiva de los militares
bolivianos que portaban un fusil, siendo que la lucha contra las organizaciones
delincuenciales dedicadas al contrabando requiere de elementos y medios de
disuasión efectivos.
Saavedra destacó que los
efectivos militares y policiales bolivianos realizan los máximos esfuerzos para
combatir el delito transnacional del contrabando, pero sienten que son
amedrentados con acciones y decisiones que van en contra de los tratados
internacionales de luchar contra la delincuencia organizada y de lo pactado por
ambas naciones en el Convenio de Represión al Contrabando que fue suscrito en
noviembre de 1937 y ratificado por ambas naciones.
Todos los estados asumieron el
compromiso de luchar contra la delincuencia organizada y Bolivia, respetuosa de
la normativa internacional, cumple su compromiso de combatir el flagelo del
contrabando, pero a la vez exige que los estados vecinos cooperen en la lucha
contra las organizaciones criminales que comenten delitos transnacionales y no
sean permisivos con estos delitos.
Además, resaltó la autoridad de
Estado que en las zonas de frontera la convivencia de los ciudadanos de ambos
países se realiza bajo valores de coexistencia pacífica, toda vez que comparten
las mismas necesidades de subsistencia y amenazas como el crimen organizado,
por lo que no debe verse como una acción hostil o agresiva la lucha contra el
contrabando.
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