ESTUDIANTES DEL COLEGIO PEDRO DOMINGO MURILLO DE ‘LA ASUNTA’ REVALORIZAN LA TRADICIÓN DE ‘TODOS LOS SANTOS’

Recibieron a las almas con mesas y rezaron

SAN JOSÉ LA FLORIDA, BOLIVIA (ANB).- Yatiqirinakaxa yatichañ Pedro Domingo Murillo, municipio de La Asunta, provincia Sud Yungas, uksanxa amt’awayapxiwa kunjamasa wakt’ayaña sarawi ‘Todos los Santos’ jan ukasa almanakan urunakapa ma mesa wakt’ayasinxa.

Los estudiantes de la Unidad Educativa Pedro Domingo Murillo recordaron la festividad religiosa de ‘Todos los Santos’ para ello prepararon una mesa donde los docentes de Valores Espiritualidades y Religiones explicaron los elementos que contenía dicha mesa.

El martes 01 de noviembre, después del recreo, cada uno de los cursos preparó sus respectivas mesas de recordación a los seres queridos que partieron hace años.

Los estudiantes, bajo la dirección de sus docentes de grado prepararon y colocaron en sus lugares cada uno de los elementos que contiene la mesa. Pusieron las t’ant’a wawas (panes sagrados), las cañas amarraron a las patas de la mesa, colocaron los suspiros, la cebolla, tendieron manteles para recordar a niños, mayores y mujeres.

Cerca al medio día, los docentes de Valores Espiritualidades y Religiones explicaron las partes que tenía una mesa para recibir a las almas que vienen cansados desde el más allá. Luego rememoraron las creencias y la forma rezar de los pueblos altiplanicos.  

Posteriormente, cada uno de los estudiantes de forma voluntaria visitó cada una de las mesas preparadas por los estudiantes y según el número de rezos fueron premiados con t’ant’a wawas, alimentos, comida, frutas, bebidas refrescantes, entre otras.

Los estudiantes principalmente rezaron el Ave Maria, el Padre Nuestro y otros elevaron oraciones para el ser querido para luego de ello recibir una recompensa.

Los rezos se desarrollaron por un periodo de más de una hora, tiempo en la cual se vaciaron los alimentos que estaban puestos sobre ella.

Según la tradición en Bolivia, el 01 de noviembre, las personas que perdieron a su ser querido preparan una mesa en la casa con todos los alimentos que en vida gustaba el ser querido. Cerca a las 12.00 del medio del día llegan las almas en forma de golpes, ruidos, sueños, entre otras formas.

La costumbre cuenta que las almas descienden desde las montañas más imponentes y llegan a la casa para compartir con la familia por 24 horas.

El día 02 de noviembre, las familias trasladan la mesa que se preparó en el hogar hacia los cementerios, donde al son de la alegría y tristeza lo despiden hasta el medio día, esperando que al año en la misma fecha se vuelvan a reencontrar con la familia.

San José La Florida, 05 noviembre de 2016 – E.CH.M.