CHILE (ANB / Erbol).- Durante el primer semestre de 2012 los mercados
laborales de América Latina y el Caribe resistieron de buena manera el
enfriamiento de la economía regional, lo que permite esperar una evolución
positiva de los indicadores de empleo y desempleo para este año, dijeron hoy la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
Los dos organismos de las Naciones Unidas dieron a conocer un nuevo número
de su publicación conjunta Coyuntura laboral de América Latina y el Caribe, en
la cual indican que la tasa de desempleo abierto urbano regional mantendrá su
tendencia a la baja y terminará 2012 con una variación de 6,4 por ciento, menor
al 6,7 por ciento anotado el año pasado.
La tendencia positiva se mantendrá pese a que hay una desaceleración en la
tasa de crecimiento, que pasó de 4,3 por ciento en 2011 a un estimado de 3,2
por ciento este año. La publicación destaca que el mercado laboral ha sido
clave para evitar una desaceleración aún mayor de la economía, pues hubo un
marcado aumento del poder de compra de los hogares a través de la generación de
empleo y aumento del salario real.
El documento destaca un aumento de la tasa de ocupación de 0,5 puntos
porcentuales en el primer semestre de 2012 a 56 por ciento, mejoras en la
calidad del empleo a través de una expansión de 3 por ciento del empleo
asalariado formal cubierto por la seguridad social y un aumento de los salarios
reales de 3 por ciento en el mismo período.
“Durante el primer semestre de 2012 en muchos países se mantuvo la
tendencia reciente de mejoras en la calidad del empleo, caracterizada por el
dinamismo de la generación de empleo asalariado, significativos incrementos del
empleo formal y la reducción del subempleo”, dijeron Alicia Bárcena, Secretaria
Ejecutiva de la CEPAL y Elizabeth Tinoco, Directora Regional de la Oficina de
la OIT para América Latina y el Caribe, en el prólogo del documento.
“Nos encontramos con un mercado laboral en la región cuyos indicadores
están en mejor pie que antes de la crisis”, agregaron.
Si bien las perspectivas regionales son positivas, CEPAL y OIT advierten
que los países de la región tendrán un desempeño heterogéneo. En un grupo de
naciones se registra una desaceleración tanto en la generación de empleo en
general como del empleo formal, mientras que en otro se aprecia un mayor
dinamismo gracias a un crecimiento económico basado en un incremento
relativamente elevado de la inversión (Chile, Ecuador y Panamá) o de las
exportaciones (Costa Rica, México y Nicaragua).
Bárcena y Tinoco alertaron sobre la situación de los jóvenes, quienes pese
al estado positivo del mercado laboral enfrentan obstáculos para su inserción
en el mismo, lo que se expresa en altas tasas de desempleo, trabajo precario y
bajos ingresos.
“Esto genera problemas no solamente a nivel de las personas y sus familias,
sino que representa una carga para el futuro desarrollo social y económico de
los países y, como hemos podido observar en diferentes zonas del mundo, puede
generar fuertes conflictos sociales y políticos”, indicaron.
Por esta razón el nuevo documento CEPAL-OIT dedica gran parte de su
contenido al procesamiento de algunas encuestas de hogares sobre los cambios en
la inserción laboral de los jóvenes durante los recientes episodios de crisis y
reactivación económicas.
Según el estudio, los jóvenes sufrieron el impacto de la crisis financiera
internacional en forma similar que los adultos, pero con el agravante de haber
partido desde una situación inicial desfavorable de mayor desempleo y mayor
precariedad laboral: antes de la crisis de 2008-2009 la tasa de desempleo de
los jóvenes de 15 a 24 años era entre 2,3 y 5,5 veces mayor que la tasa de los
adultos de 25 y más años.
Sin embargo, la brecha entre el
desempleo juvenil y adulto durante la crisis solo aumentó en cinco países,
mientras que disminuyó en ocho, incluyendo las naciones más grandes como Brasil
(de 3,4 veces en 2007 a 3,2 veces en 2009) y México (de 2,7 veces a 2,5 veces).
En el agregado de 13 países de la región, la brecha pasó de 2,9 veces en 2007 a
2,8 veces en 2009.
En consecuencia, en términos relativos la crisis no impactó más a los jóvenes
que a los adultos. Un hecho positivo que se documenta en esta publicación es
que durante la crisis no se haya interrumpido la tendencia de una mayor
permanencia de los jóvenes en el sistema educativo.
En tanto, a la salida de la crisis, entre 2009 y 2011, la brecha entre el
desempleo juvenil y el adulto en general volvió a aumentar en nueve países y
disminuyó en cuatro, lo que implica que los jóvenes se han beneficiado
inicialmente menos de la reactivación que los adultos.
La publicación destaca que se mantienen problemas estructurales que afectan
negativamente la inserción laboral de los jóvenes y con ello sus perspectivas
de vida de más largo plazo y el potencial de desarrollo de las sociedades.
Persiste además una elevada proporción de jóvenes que no estudian ni se
insertan al mercado laboral (20,3%) – entre los cuales destacan las mujeres
jóvenes dedicadas a quehaceres del hogar – quienes enfrentarán perspectivas
difíciles respecto a una posible futura inserción laboral y sobre sus opciones
de vida en general, explica el documento.
Finalmente, la publicación CEPAL-OIT revisa las experiencias recientes con
políticas y programas para estimular la inserción laboral en los países de la
región.
Santiago, 05 noviembre 2012 – L.F.C./
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