COCHABAMBA,
BOLIVIA (ANB / Erbol).- Decenas de miles de vecinos de
K´ara K´ara en el distrito nueve de la zona sur de Cochabamba se cansaron de
vivir en medio del olor fétido que emana del convivir con la basura y el
agua contaminada, por ello exigen al alcalde Edwin Castellanos el traslado
inmediato del relleno sanitario.
Papás, mamás, abuelitos
y niños se encuentran en una cruzada permanente por el derecho a vivir bien y
evitar brotes epidémicos. Para alcanzar dicho objetivo se encuentran
movilizados, con frecuentes bloqueos y marchas.
El drama vecinal tiene
larga data, sin embargo, como efecto del crecimiento poblacional y el
incremento de basura en el botadero, que se encuentra instalado en la zona, la
emergencia es diaria.
Carros basureros
descargan los desechos en un gigante promontorio, contaminando el ambiente y
los afluentes del río Rocha, por la presencia de lixiviados.
Don Antonio Flores,
antiguo vecino de K´ara K´ara, dijo a Radio Pío XII que la situación es por
demás desesperante, debido a que el tratamiento de la basura depositada es casi
nulo y las piscinas construidas para recibir el agua de la descomposición
orgánica se encuentran a punto de rebalsarse.
“Los trabajos
realizados en el manejo de los lixiviados, es decir la descomposición de la
basura, del botadero de K’ara K’ara, se
constituye en un alto contaminante de la zona.
Son contaminantes, son los líquidos de diferentes descomposiciones. Siempre
habrá los lixiviados no hay forma de tratamiento. Siempre produce”, se lamentó.
Riesgos
Cerca al botadero se
encuentra el curso del río Tamborada, cuyas aguas provenientes de la laguna
Angostura se dirigen al río Rocha.
Antonio flores dijo
advirtió que el rebalse de las aguas de las piscinas de lixiviados se han
desbordado y bajan por una quebrada, contaminando todo lo que encuentran en su
recorrido.
Un técnico de una
de las oficinas de la Alcaldía de Cochabamba, quien pidió no ser
identificado por temor a represalias, dio la alerta porque en esta
temporada de lluvias, el liquido contaminante bajará en mayor
cantidad, lo que se convierte en un peligro para los agricultores de la
riberas.
“Hasta el momento no se
pudo dar solución. Es cierto que hicieron piscinas no fueron suficientes. Esas
piscinas son pequeñas, rebalsaron igual. Las autoridades piensen en futuro y no
en temporales. (Las autoridades) Que reciclen y que de solución al problema”,
sostuvo.
Algo de historia
La zona de K´ara K´ara
junto a Arrumani se encuentra distribuida en 15 OTBs (Organizaciones
Territoriales de Base), ambas cuentan con personería jurídica y 25 juntas
vecinales
K'ara K'ara
esta distante a media hora del centro de la capital y es un sitio donde
hasta hace unos años atrás se depositaban únicamente 400 toneladas de basura,
que cada día generan los cochabambinos.
Los barrios del
distrito no tienen agua potable y menos alcantarillado. La gente se provee del
líquido elemento mediante cisternas. Las aguas servidas van a pozos sépticos.
Lo que sí disponen son de calles empedradas y asfaltadas, como producto de sus
movilizaciones
Según el Foro
Cochabambino del Medio Ambiente y Desarrollo (Focomade), en el botadero nunca
debió permitirse asentamiento humano alguno.
Explican que la
ocupación en la zona debió ser 15 o 20 años después del cierre del botadero.
Actualmente el cierre está en pleno proceso y más de 14 mil personas
Efectos alarmantes
Un estudio realizada
por la ONG Vicente
Cañas revela la presencia de metales pesados en lixiviados fuera del botadero,
que fluye por el río Putiwana, y que llegan hasta la Tamborada.
“Sabemos que el metal
pesado es un material que se bioacumula; hay
muchos estudios que demuestran que altos niveles de metal pesado en el
organismo pueden provocar algún tipo de cáncer”, indica.
Otras enfermedades que
se pueden advertir son las de tipo estomacal, como cólicos y diarreas. Asimismo
la inhalación de los olores puede provocar mareos y náuseas, principalmente en
niños y ancianos.
Datos
Actualmente estos
lixiviados son recepcionados y almacenados durante un año, para posteriormente
recircularlos en la basura. Para subsanar esta situación -advertida en 2010-,
la semana pasada se licitó el proyecto para una planta de tratamiento de
lixiviados, con un presupuesto de 3,3 millones de bolivianos, que prevé el
inicio de sus operaciones a fin de año.
Los lixiviados son la
fracción líquida que se genera por la descomposición o fermentación de la
materia orgánica que se encuentra a la intemperie. Durante la temporada de
lluvias, estos líquidos escapan los límites del botadero, escurriendo los
contaminantes de pilas, jeringas infecciosas, residuos domiciliarios y químicos
hacia las quebradas y torrenteras, destaca Opinión.
Plan de mitigación
Para intentar evitar
esos peligros en la población, el concejal Edwin Jiménez, explicó –al matutino
cochabambino- que como medidas de mitigación, la ordenanza 4474/2012 -que
autoriza la aprobación del PED de las 33 urbanizaciones- prioriza la ejecución
de proyectos inmediatos que deberán ser ejecutados antes de la aprobación de su
personería jurídica.
Entre los proyectos se
prevé la ejecución del Plan de Manejo de Lixiviados, la instalación del relleno
sanitario con sistemas de ductos y gases, la elaboración de un marco normativo
de control, la forestación intensiva en el área circundante al botadero y el
control de salud de sus habitantes, según informó el director de Planeamiento
de la Alcaldía.
“Antes de la
implementación de los proyectos se priorizará la elaboración de una auditoría
ambiental que permita precisar el alcance de la contaminación, las
responsabilidades y las medidas de mitigación. Esta auditoría será ejecutada el
próximo año por la Gobernación del departamento, para este efecto la Alcaldía
realiza el traspaso de 5,6 millones de bolivianos”, agrega.
Cochabamba, 10
noviembre 2012
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