El diplomático señaló
que ante la compleja situación que se vive en ese departamento del sur de
Colombia, donde los nativos han iniciado el desalojo del ejército de sus
territorios ancestrales, es necesario mantener "la calma".
“Se necesita de calma
para tener un diálogo. Este tiempo es muy importante para evitar violaciones de
Derechos Humanos de parte y parte”, dijo el delegado de la Organización de
Naciones Unidas (ONU) a la prensa.
Más de un millar de
indígenas desalojaron este martes a empujones y golpes a los militares que
combaten a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en
Toribío, Cauca.
Los Cerros Berlín y Las
Torres, donde estaban los soldados, fueron retomados este miércoles por fuerzas
antimotines, en cumplimiento a una orden del presidente Juan Manuel Santos de
regresar a la zona de combate.
Howland informó que en
aras de conseguir que retorne la normalidad a esa región, la ONU está
intercediendo entre el gobierno y los pueblos indígenas para evitar que el
conflicto siga creciendo en la región.
Las comunidades
indígenas iniciaron la semana pasada la destrucción de las trincheras militares
y rebeldes para presionar la salida de los actores armados de sus territorios,
convertidos en centro de guerra.
Como parte de sus acciones
de resistencia civil, los aborígenes comenzaron la víspera el desalojo del
Ejército de sus bases y anunciaron que luego sacarán a las FARC de sus
resguardos “cansados de tanta violencia”.
Santos advirtió este
martes que ningún territorio es vedado para la Fuerza Pública y que las tropas
oficiales seguirán en el Cauca hasta desterrar a la insurgencia de la zona,
considerada estratégica para sus actividades.
Bogotá,
Colombia, 18 julio 2012 – J.C./
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