LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- El investigador del Planetario Max Schreier, Gonzalo Pereira, descalificó
todos los argumentos del “fin de no tiempo y el recibimiento del nuevo ciclo”,
que la Cancillería
pretende celebrar el próximo 21 de diciembre en la Isla del Sol, y aseguró que
los mayas no eran videntes que se dedicaban a predecir el futuro miles de años
después de su colapso como cultura.
El gobierno nacional anunció que reimpulsará el denominado proceso de
cambio el próximo 21 de diciembre aprovechando la profecía maya que habla
del Sexto Ahau (sexto sol) y poner fin a
un periodo de 5.200 años para transitar al tiempo de la
Macha (tiempo de odio, individualismo) y pasar al Pacha
(tiempo de amor, vida comunitaria), según el canciller David Choquehuanca.
El investigador aseguró a Erbol que los mayas no tenían capacidad para
predecir el futuro, porque primero se hubieran preocupado por su subsistencia
como cultura y no por lo que podría
pasar siglos después.
“Entre el 90 y 95 por ciento de la población maya muere. Eso lo sabemos por
el análisis de las dentaduras de los
huesos. Hay una relación entre la
porosidad de los huesos y el nivel de desnutrición, el esmalte de los dientes y
el nivel de ingesta de agua contaminada; tomaban agua de cloaca. Si eran tan
buenos profetas, tan buenos videntes,
por qué no vieron ese colapso. Era mucho más importante para la cultura maya
predecir su colapso, después de hacer su calendario”, sostuvo Pereira.
Javier Zárate, responsable del Comité de Organización del Solsticio de
Verano y exembajador de Ecuador, argumentó que la profecía maya indicaba que
cuando el mundo esté sumido en una profunda crisis surgirían los “guerreros del
arcoíris” y esos son los pueblos indígenas y sus representantes en la parte
Sudamericana.
“Datos en fechas no existen, pero si hablaban de la leyenda de los
guerreros del arcoíris, que cuando el mundo iba a estar sumido en esta profunda
crisis, iban a surgir desde el sur los guerreros del arcoíris. Ahora, si
nosotros vemos el arcoíris que en Bolivia es la wiphala, al igual que en
Colombia, Ecuador, Perú que la wiphala se la concibe como una expresión del
arcoíris”, dijo Zárate.
Mientras que Pereira argumentó que los mayas manejaban dos calendarios
donde hacían referencia al 21 de diciembre: primero, “el tortuguero del que
ahora todos de agarran con el fin del
ciclo, y el segundo que marca del 21 de diciembre como el 5.000 aniversario de la visita de una autoridad de
los mayas a una población. Marcaban esas cosas a largo periodo”.
“El 21 de diciembre del 2012, los mayas, al igual que nosotros, iniciamos
nuestro conteo desde un periodo mítico.
En el caso nuestro, el primero de enero del año 1 asumimos que comenzó la era de Jesucristo,
estamos en el 2012 y esa es nuestra cuenta larga. Los mayas igual, agarran una
fecha mítica que es por los años 1300 antes de Cristo y cuentan hasta el bactum
13 (como meses largos) y en lugar de pasar al 14, empiezan de nuevo a contar
desde el bactum 1, ese el ciclo largo y va acabar el 21 o el 23 de diciembre”, argumentó el
investigador del Max Schreier.
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