LIBIA
(ANB / Tomado de El País).- El embajador
estadounidense en Libia, Christopher Stevens y otros tres empleados de la
misión diplomática han muerto tras sufrir un ataque este martes, 11 aniversario
del 11-S, en la ciudad de Bengasi (en el este de Libia), según ha informado hoy
miércoles el ministerio del Interior libio. El presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, ha posteriormente confirmado la muerte y condenado el ataque. El
Gobierno libio ha pedido disculpas a Washington por lo ocurrido en Bengasi.
Un grupo de milicianos
asaltó el edificio del consulado estadounidense en Bengasi y lo incendió en
protesta por la emisión en la televisión de EE UU de una película sobre la vida
de Mahoma que consideran blasfema. En el lugar se produjo un intenso
enfrentamiento entre los asaltantes, dotados de armas de fuego y bombas
caseras, y las fuerzas de seguridad que protegían el consulado.
Según las fuentes
libias, Stevens fue alcanzado por el fuego de los atacantes cuando las fuerzas
de seguridad estaban intentando trasladarle en coche del consulado a un lugar
más seguro. Poco después, la sede estadounidense fue saqueada, de acuerdo con
la versión de varios testigos, que han visto a un grupo de personas llevándose
el mobiliario.
Bengasi fue el
epicentro de la revuelta que posteriormente consiguió, con la ayuda de las
fuerzas de la OTAN, derrocar al régimen de Muamar el Gadafi.
"Estados Unidos
rechaza los esfuerzos para denigrar las creencias religiosas de otros, pero
todos debemos oponernos, sin equívocos, al tipo de violencia insensata que
quitó la vida a estos empleados públicos", ha declarado Barack Obama,
quien dio mandato a su Administración para elevar la seguridad de los
diplomáticos.
Asalto en El Cairo
Poco antes, en otra
manifestación de protesta por el mismo asunto, varios jóvenes salafistas han
asaltado los muros de la Embajada de EE UU en El Cairo, y han conseguido
arrancar de un mástil la bandera de las barras y estrellas. Tras unos minutos
de desconcierto, llegaron varias docenas de miembros de las fuerzas del orden y
formaron un cordón alrededor de los muros del edificio.
Al inicio de la
concentración, que no había sido anunciada con antelación en los medios, y que
probablemente ha cogido por sorpresa a las autoridades, se han oído varias
explosiones que parecían disparos. Sin embargo, fuentes de la Embajada
estadounidense confirmaron que eran solo cohetes y petardos, y que no había
ningún impacto de bala en la legación diplomática.
La manifestación había
sido convocada el mismo martes por el predicador salafista Wessam Abdel-Wareth
a través de su canal de televisión, Hekma. Otros grupos salafistas —una
corriente ultraconservadora del Islam—, como representantes del partido Nur, y
del movimiento Ahrar, formado por los seguidores del excandidato a la
presidencia Hazem Abu Ismael, han difundido entre sus miembros la convocatoria.
Los Hermanos Musulmanes
han convocado para este viernes otra manifestación de protesta contra los
"insultos" al islam
La enseña de Al Qaeda,
en el mástil
“Con el espíritu, con
nuestra sangre, nos sacrificaremos por ti, profeta Mahoma”, ha gritado ante la
Embajada una multitud enfervorizada formada por unos pocos miles de personas.
Muchos de ellos llevaban banderas negras con la inscripción “No hay más Dios
que Alá”, una enseña que utiliza también a menudo Al Qaeda, y que durante unos
minutos ondeó en el mástil de la legación estadounidense.
El detonante de la
manifestación ha sido la emisión de una televisión estadounidense de la
controvertida película El juicio a Mahoma, que según sus críticos ofrece una
visión muy peyorativa del profeta del Islam.
El incidente constituye
el último episodio de tensión que suscita en el mundo islámico la
representación de Mahoma en producciones culturales occidentales. Si bien todos
los manifestantes descalificaban la película, ninguno de ellos parecía haberla
visto, o ni tan siquiera conocía su nombre.
“Estamos hartos de que
se ofenda a nuestro profeta, y de que se mienta sobre el Islam”, comentaba
Ahmed, un comercial de 33 años y seguidor de Abu Ismael. “El problema no es
solo que pueda ser insultante su descripción, en nuestra religión se prohíbe su
simple representación”, apuntaba un salafista que sostenía una bandera parecida
a la de Arabia Saudí, y que estaba acompañado de una mujer cubierta con el
niqab, o velo integral. “No es casualidad que el filme lo hayan emitido hoy, el
11-S. Existe la voluntad de identificar el Islam con el terrorismo", ha
dicho.
A la manifestación se
han apuntado los militantes de la Gamá Islamiya acampados frente a la Embajada
de EE UU para pedir la liberación del jeque Abu Rahman, condenado a cadena
perpetua por terrorismo. En cambio, en la concentración no ha aparecido ningún
miembro de los Hermanos Musulmanes, el partido islamista del presidente Mohamed
Morsi.
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