LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- El director de la empresa brasileña D´Andrea, Roberto Falascina,
solicitó a la Fiscalía del Estado se tomen sus declaraciones sobre el presunto
caso de corrupción en la venta de maquinaria y equipamiento de la fábrica
Papelbol.
El representante
de la factoría, en una publicación de prensa pagada, planteó este viernes la
necesidad que la justicia boliviana también escuche a ellos, ya que hasta el
momento sólo se intenta “encubrir con argumentos no reales la responsabilidad
de las autoridades que gerentaron y gerentan Papelbol y Sedem”.
“Solicitamos
como tantas veces lo hicimos a la Fiscalía Boliviana que investiga estos hechos
tomen nuestras declaraciones, a fin de contar con la verdad y no se tergiverse
los hechos reales y de esta forma la verdad salga a la luz, y se establezca
quien o quienes ocasionaron el verdadero daño económico al Estado Boliviano”,
indica la nota.
En el proceso
iniciado por el gobierno en contra de D´Andrea, las investigaciones señalan que
el Estado boliviano pagó por la compra de la fábrica de papel, en la gestión
del ex viceministro de la Mediana, Gran Empresa e Industria, Eduardo Peinado
Rivero Peinado, 13.430.656 dólares a la empresa brasileña D’Andrea Agrimport de
los 13.571.010 dólares acordados como precio final. Es decir, que el gobierno
canceló el 98,97% del total del monto pese a que el avance y el estado de la
planta estaban muy retrasados. A la fecha sólo quedaría un saldo de 140.354
dólares y la planta establecida en Villa Tunari, provincia Chapare, Cochabamba,
no funciona.
La evaluación
técnica elaborada por la empresa Pricewaterhousecoopers revela que el precio
real de la fábrica (en las condiciones actuales) asciende a un monto de
6,118.000 de dólares, lo que devela un sobreprecio de 7.453.010 de dólares.
“No se ha entregado
todos los equipos, herramientas, materiales y accesorios necesarios para el
funcionamiento de la máquina papelera, aspecto que ha sido reconocido por
D’Andrea Agrimport en acta del 14 de Octubre de 2010”, señala uno de los
documentos referidos a este caso y agrega que “la implementación y montaje de
la planta no ha sido finalizado, habiéndose cancelado a D’Andrea 98.97% del
total del contrato”.
Defensa de D´Andrea
Roberto
Falascina –en su solicitada– asegura que personal calificado de Papelbol recepcionó,
verificó y dio su conformidad a los siete envíos de maquinaria realizados por
su empresa.
“Toda la
maquinaria provista por D´Andrea es nueva, hecho verificable a través de las
actas de embarque y recepción posterior en destino Villa Tunari-Cochabamba,
donde en ambos lugares estuvieron presentes tanto personal de Papelbol como de
nuestra empresa al momento de inspeccionar la maquinaria. También esta
aseveración infundada puede ser refutada con los documentos de Aduana Brasileña
en Origen y de Recepción por Aduana Boliviana”, añade.
Otro documento
al que tuvo acceso Erbol Digital también señala que “no se evidencia la
existencia de maquinaria moderna ni de tecnología avanzada, aspecto
comprometido en la propuesta de la empresa brasileña y no es posible establecer
si la maquinaria es nueva o reacondicionada, conforme estudio realizado por la
empresa Pricewaterhousecoopers”.
“D’Andrea
Agrimport no ha entregado a la fecha el diseño final de ingeniería que ofertó
en su propuesta el año 2007, necesario para las obras industriales y civiles”,
indican los papeles referidos a Papelbol.
Falascina señaló
que el estudio que realizó Pricewaterhouse y Coopers a petición del Sedem fue
unilateral, porque no se dio oportunidad a su empres para que haga los
descargos correspondientes.
“El estudio
tiene una serie de falencias técnicas debidas a que los profesionales que lo
realizaron no cuentan con la experiencia respectiva en la evaluación de
fábricas papeleras..La contratación por excepción de Pricewaterhouse y Coopers
fue por más de 700.000 bolivianos, ¿será que se cumplieron con las normas
básicas de contratación de bienes y servicios para la adjudicación de esta
evaluación?”, agrega.
Breve historia del caso
La empresa
pública Papelbol se creó durante la gestión de Eduardo Peinado Rivero, en el
Viceministerio de la Mediana, Gran Empresa e Industria, mediante Decreto
Supremo 29255 de fecha 5 de septiembre de 2007, y se dispuso su instalación en
Villa Tunari, provincia Chapare, departamento de Cochabamba.
Entre el 28 y 29
de noviembre de 2007, el Gerente General de Papelbol, Antonio Camberos Bolaños,
aprobó el documento base de contratación y autorizó el inicio y prosecución del
proceso de contratación directa por excepción de Maquinaria y Equipos
destinados a la fábrica de papel.
De forma rápida,
el 6 de diciembre de 2007 el Comité de Contratación, conformado por los
servidores públicos Ramiro Rodrigo Bracamonte y Germán Sainz Salvatierra,
recomendaron la contratación de la única empresa evaluada D’Andrea Agrimport
Importacao e Comercio Ltda. Se cristalizó la adjudicación a la empresa señalada
al día siguiente, 7 de diciembre de 2007, mediante resolución administrativa No
005/2007.
Un mes después,
el 7 de enero de 2008, el Gerente de Papelbol y el representante legal de la
empresa brasileña, Roberto Falascina, suscribieron el contrato administrativo
que consideraba la provisión de maquinaria, instalación y montaje, puesta en
marcha y capacitación de los operadores de una máquina para la fabricación de
papel de escritura e impresión, papel prensa y papel kraft, con una capacidad
de producción de 100 toneladas día.
El contrato fijó
un plazo de 14 meses calendario para la instalación y funcionamiento de la
fábrica. Es decir que la empresa debería haber comenzado a funcionar el 7 de
marzo de 2009, hace tres años.
El monto fijado
fue de 13.571.010 dólares y a la fecha prácticamente están perdidos porque la
maquinaria entregada por la empresa brasileña no funciona y se tiene certeza si
es nueva o reciclada.
Según los
papeles a los que tuvo acceso Erbol Digital, la fecha en que se firmó el
contrato no se contaba con la infraestructura necesaria previa en Villa Tunari
(galpones, tanques, almacenes, vías internas, talleres).
“No había ni
servicios complementarios (electricidad, agua, gas, abastecimientos, plan de
manejo ambiental). Además, la empresa D’Andrea Agrimport se dedicaba a la
importación, exportación y comercio de máquinas agrícolas e industriales no
teniendo especificado el rubro de instalación y montaje de máquinas para la
fábrica de papel”, señalan los papeles oficiales referidos a Papelbol.
Roberto
Falascina –como descargo- añade: “y al momento en que nuestra empresa fue
prohibida de ingresar a los predios de la fábrica de Papelbol en diciembre de
2010, se encontraban inconclusas las obras civiles y faltaba la provisión de
gas industrial, energía eléctrica industiral, planta de tratamiento de aguas y
finalmente materia prima entre otros elementos indispensables para que la
fábrica funcione”
Según la
imputación formal presentada por el fiscal Félix Peralta, Peinado y sus
colaboradores cometieron los delitos de Uso indebido de influencias (Artículo
146 del Código Penal), Incumplimiento de deberes (Artículo 154 Código Penal),
Conducta Antieconómica (Artículo 224 del Código Penal), cuyas penas oscilan
entre dos a ocho años de cárcel.
“En mérito a la
imputación formal que antecede y de conformidad con lo establecido en los
artículos 240 del Código de Procedimiento Penal, solicito a su autoridad (juez)
la aplicación de DETENCIÓN PREVENTIVA”, solicitó el Fiscal el 4 de marzo de
2011 y fundamentó su petición argumentando que hay “riesgo de fuga y
obstaculización.
La Paz, 16 noviembre 2012 - A.P.V./
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