LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Los niños, niñas y jóvenes tienen acceso a
vacunas, pero aún están acosados por la desnutrición crónica; tienen acceso a
agua, electricidad y telefonía móvil, pero no el servicio de alcantarillado y
vivienda adecuada para la familia, según el informe de la Unidad de Análisis de
Políticas Sociales y Económicas (UDAPE), que midió el índice de oportunidades
humanas entre las gestiones 1994 y 2008.
La vacunación, el parto institucional, la culminación de niveles educativos
a tiempo y el acceso a agua, electricidad y telefonía móvil son derechos que
registraron un avance en beneficio de niños y jóvenes, indistintamente de su
condición social. Pero en contraposición no hubo similares éxitos en combatir
la desnutrición crónica y menos en el acceso a servicios básicos como el
alcantarillado, vivienda no hacinada y con materiales adecuados y gas
domiciliario.
“Esto puede ser el causante de que el último estudio regional de
oportunidades humanas (Banco Mundial, 2010) muestra a Bolivia como uno de los
países más rezagados en niveles de igualdad de oportunidades en el ámbito
Latinoamericano”, señala el informe de la UDAPE.
El acceso a la vacunación BCG (anti tuberculosis) bordea el 100 por ciento
y el acceso a la vacuna DPT3 subió en 43 por ciento, pero la ausencia de
desnutrición crónica apenas se movió en 6,5 puntos porcentuales (de 69 a 74) y
el parto atendido por personal de salud llega a 64,2 por ciento, aunque la
cobertura de este servicio está por encima del 70 por ciento.
En el ámbito de la educación, el indicador que más se incrementó fue el de culminación
de octavo de primaria a tiempo, de 42,3 a 69 por ciento, mientras que la
asistencia a primaria solo creció 8,6 puntos porcentuales. En síntesis para
2008 el índice de asistencia y culminación a tiempo en el nivel de primera fue
de 93,8 y 69 respectivamente, frente a 57,6 y 43,8 en secundaria. Los otros
sectores como la asistencia a educación pre escolar, el acceso a seguro de
salud y la ausencia de violencia en el hogar tienen una presencia de alrededor
de 30 por ciento, mientras que el acceso a alcantarillado y la ausencia de
hacinamiento en vivienda bordea el 17 por ciento.
El estudio de UDAPE tomó en cuenta 18 indicadores a nivel de nacional y 24
indicadores para el nivel departamental, además de haberse elaborado sobre la
base de las Encuestas Nacionales de Demografía y Salud y las Encuestas de
Hogares. Además se tomó en cuenta las características representativas
subnacionales, de pueblos indígenas y de calidad de información educativa.
A manera de conclusión y recomendaciones, el reporte plantea entre otras
cosas “incrementar la atención a las zonas rurales y cerrar la brecha de estas
con respecto a las zonas urbanas (debido a que) esta división es la principal
causa de la desigualdad de oportunidades reseñada”. El otro planteamiento es incrementar
el gasto público social en Potosí, Beni, Pando y Chuquisaca a fin de disminuir
la brecha de oportunidades con el resto de los departamentos.
Un informe previo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
había mostrado que uno de cada 10 niños, niñas o adolescentes sufre por lo
menos una privación; entre las privaciones más altas estaban las vinculadas al
hogar–vivienda (39,7 por ciento), servicios sanitarios (29,2 por ciento), agua
segura (14,4 por ciento) e información (13,8 por ciento), y entre las
privaciones menores las de educación y salud. (Con información del PIEB).
La Paz, 14 noviembre 2012 – J.C.
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