CONCILIACIÓN PASÓ DEL PACTO VERBAL A JUSTICIA ORDINARIA

Reporte del Viceministerio de Justicia Indígena

TRINIDAD, BOLIVIA (ANB / Erbol).- La conciliación en casos de violencia intrafamiliar y otros, que trata la justicia indígena originaria campesina en comunidades de tierras altas del país, desde mucho antes de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, pasó del compromiso verbal a la jurisdicción ordinaria, en caso de no resolverse  en la primera instancia, señaló la viceministra Isabel Ortega.

Ortega, viceministra de Justicia Indígena Originaria Campesina, recordó que en las poblaciones rurales eran los padrinos de un matrimonio quienes buscaban la conciliación en una riña verbal o física entre la pareja y el caso quedaba en familia mientras el hecho no fuese recurrente, para no pasar a las justicia indígena.

“Cuando la mujer ha sido golpeada por su pareja, ella se iba a quejar a sus padrinos y los padrinos lo que hacían es orientar para una mejor convivencia, pero algunos hacían caso a las orientaciones”, declaró a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.  

“Huascas”

Según la viceministra Ortega, los padrinos incluso podían “huasquear” al hombre que hubiese golpeado a su esposa, para que el hecho no se vuelva a repetir, finalmente si no se encontraba solución se pasaba el caso a la justicia indígena, donde el matrimonio firmaba un acta de compromiso para “portarse bien”, pero en esta fase la comunidad era participe de hacer seguimiento al cumplimiento de lo pactado.

Dijo que con la Ley de Deslinde el panorama cambió en cierto porcentaje porque al no encontrarse solución a un problema intrafamiliar, como la violencia, es la justicia ordinaria la que interviene.

“Si va seguir pegando a la mujer, el caso pasa a la justicia ordinaria de acuerdo a la Ley. Pero antes ya se iba a la ordinaria. Con la nueva Ley ya no se puede chicotear. Con la Ley una vez se puede conciliar después no pude haber más”, afirmó.