Embajada de Suiza invierte en emprendimiento
APOLO, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Indígenas de cuatro comunidades de la Tierra
Comunitaria de Origen (TCO) del pueblo Leco del municipio de Apolo del
departamento de La Paz se dedican al manejo de incienso y el objetivo es
exportar este producto a Roma de Italia y Argentina, informó el exdirigente de
la Central Indígena del Pueblo Leco de Apolo (CIPLA) y actual asesor técnico de
esa organización, Ángel Durán.
Dijo que inicialmente los indígenas abrirán mercado en Oruro, Cochabamba y
Potosí, gracias al apoyo de la embajada de Suiza, que invirtió en esta
iniciativa 80 mil dólares, como parte de su proyecto de biocultura.
“Nosotros antes vendíamos a rescatistas a precios muy bajos y con esta
capacitación (manejo) estamos seleccionando y mejorando el incienso. Estamos
buscando primero tratar de vender a otros departamentos como Potosí, Cochabamba
y Oruro porque en esos lugares se usa mucho el incienso, también estamos
buscando exportar hacia afuera como a Roma y Argentina”, declaró Durán a la
Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.
Los indígenas de las comunidades Aten, Sarayo, Santo Domingo y Pucasuchu
conformarán su Asociación de Productores de Incienso, que acogerá a 120 familias
y esta actividad de forma indirecta beneficiará a 500 personas.
Inciensales
Durán contó que en la TCO, que se sobrepone al Parque Madidi, los
indígenas, que incursionaron en esta actividad desde sus ancestros, cuentan con
cinco mil plantines (inciensales).
“Antes el incienso se extraía sin ningún manejo, sin ningún apoyo técnico y
a partir del proyecto (de manejo) nosotros hemos hecho una zonificación, un
estudio y después hemos hecho un censo de la cantidad de incienso y a partir de
ello hemos hecho un plan de manejo y una normativa interna para poder
aprovechar este incienso”, manifestó.
La comercialización del incienso mejoró en los últimos años, ya que en
mercados de Oruro y Potosí la libra tiene un valor de 150 bolivianos. Con el
proyecto de manejo se busca cuidar los plantines de incienso porque Duran
indicó que el aprovechamiento era irracional, es decir, se extraía la resina
hasta que el árbol muera.
“Nadie planta (los inciensales) es por la naturaleza que las tenemos y lo
que queremos con el plan de manejo es mantener ese números de plantas y cuidar
los que están creciendo. Nosotros también usamos (el incienso) para pedir
permiso para la siembra, también para cazar y pescar, y también para curar
algunas enfermedades, usamos este incienso desde nuestros abuelos”, puntualizó.
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