ECAM: FALTA REGLAMENTO Y PERSONAL PARA APLICAR LEY 348

Violencia contra la mujer

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- La responsable de Derechos Humanos del Equipo de Comunicación Alternativa con Mujeres (ECAM) de Tarija, Carolina Solares, manifestó que la falta de reglamento a la Ley 348 Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia y personal, no permite una cabal aplicación de la norma.

“Es muchísimo lo que falta implementar dentro de la Ley (348), ni siquiera hasta el momento existe el reglamento que ha debía haber salido hasta el mes de junio, a los tres meses. Ahora se ha optado más bien por los protocolos de las instituciones que tendrían que tener una mirada coordinada”, declaró a Erbol.

El Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) registró 228 denuncias, la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) 501 y el Ministerio Público 878 quejas, en el primer semestre. La mayoría de ellas por agresión psicológica, en los ocho municipios de los 11 de Tarija.

“Se han designado los fiscales para (los casos de violencia a la mujer, pero) el inconveniente es que nos son exclusivamente para la materia sino que debe atender otros casos”, agregó.

Indefensión de la víctima

Carolina Solares admitió que las víctimas de la violencia en la actualidad se encuentran en situación de indefensión, debido a vacíos establecidos en la Ley.

Mencionó como ejemplo la situación de la mujer cuando decide denunciar a su agresor y no tiene los recursos económicos para sostener a sus hijos.

“Es un problema que debe encararse desde el Estado y que debe apuntar a brindar soberanía económica a la víctima. Es cierto que hay un proceso que cumplir, pero este tipo de elementos deben necesariamente considerarse”.

También explicó la actitud que asume la mujer luego de sentar una denuncia en las entidades que atienden casos de maltrato.

“Hemos evidenciado casos donde es a mujer que dice que se lo suelte a su marido, porque tiene que ir a trabajar y que no se lo puede perjudicar. Al parecer utilizan la Ley solamente como un mecanismo de amenaza y no lo asumen como un derecho que tienen para defenderse frente a los maltratos”, agregó.