ROMA Y LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El presidente Evo Morales denunció el sábado en la Ciudad
del Vaticano que la derecha boliviana está inmersa en una campaña
"mentirosa" que busca minar su honestidad y trabajo a favor de los
sectores de la población de su país en condiciones de pobreza.
"En todo fracasaron, la guerra
económica, política (y) hasta de carácter golpista-separatista, y ahora
inventan mentira tras mentira", dijo en una rueda de prensa en el que fue
consultado sobre las denuncias de tráfico de influencias que surgieron en su
contra.
"Con esta campaña mentirosa y sucia
quieren afectar el patrimonio de Evo, que es la honestidad", enfatizó
Morales, que el 2006 se convirtió en el primer presidente indígena en la
historia de Bolivia.
Morales sostiene que no sabe qué es tráfico
de influencias, con lo que respondió a las acusaciones de que el Estado habría
beneficiado a la empresa china CAMC con contratos por más de 500 millones de
dólares mediante su expareja, Gabriela Zapata, exgerente comercial de esa
firma.
"A mí me dijeron que era
narcotraficante, que era asesino, terrorista, Bin Laden andino (...).
momentáneamente pueden decir muchas cosas. El pueblo se da cuenta y no van a
poder demostrar", agregó.
El líder socialista puso de relieve que el
Gobierno todavía tiene una aprobación mayor al 50% en las capitales, según
encuestas, y que sumando el área rural goza de un 70% de respaldo ciudadano.
"La derecha quiere desgastar, es una
meta que tienen", recalcó Morales al resaltar que los más importante es
que "tampoco nos sentimos desgastados".
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