MORALES: PACTO ENTRE SANTOS Y LAS FARC ES BUENA SEÑAL PARA RESOLVER CONFLICTOS DE MANERA PACÍFICA

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El presidente Evo Morales aseveró el jueves que el acuerdo entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), para firmar la paz, es una buena señal para que en el nuevo milenio las soluciones a los conflictos sean "pacíficas" y duraderas".

    "Este acuerdo entre Colombia y las FARC son buenas señales para que en el nuevo milenio las soluciones sean pacíficas y duraderas", dijo en conferencia de prensa.

    El Gobierno y la guerrilla de las FARC dieron ayer un paso "crucial" en la consolidación de las negociaciones que se iniciaron hace casi tres años para poner fin a un conflicto que ha provocado más de 220.000 muertes.

    Morales, a nombre del Gobierno de Bolivia, saludó el acuerdo y el esfuerzo del Gobierno de Colombia, y aseguró que "estamos muy satisfechos con llegar a acuerdos mediante el diálogo".

    El Presidente de Colombia y el jefe de las FARC, Timoleón Jiménez (Timochenko), se comprometieron a firmar en seis meses un acuerdo que ponga fin al conflicto de medio siglo, tras sellar un pacto que crea una "jurisdicción especial para la paz".

    El Presidente indígena manifestó que aún hay temas pendientes de resolución como el de Bolivia con Chile sobre una salida soberana al mar del primero, la devolución de las Malvinas a Argentina y el bloqueo económico a Cuba.

    Reflexionó a las FARC y dijo que ahora las revoluciones no se realizan con armas ni con balas, sino con "conciencia" y en "democracia".

    Agregó que desde Bolivia se expresa admiración y respeto por el pueblo cubano, por Fidel Castro y Raúl Castro por hacer esfuerzos de contacto permanente y llegar a una solución como la de ayer entre el Gobierno de Colombia y las FARC.

    Según el texto del acuerdo difundido por el portal 'El País' de España "el Estado colombiano otorgará la amnistía más amplia posible por delitos políticos y conexos", del que se podrán beneficiar, según el fiscal general, Eduardo Montealegre, hasta 15.000 guerrilleros.