DENUNCIAN QUE UN SARGENTO NO RECIBE SALARIO HACE UN AÑO

Participó de las movilizaciones de militares

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Rosario Martínez, esposa de un sargento de las Fuerzas Armadas (FFAA), denunció que su cónyuge no recibe el salario que le corresponde desde hace un año, en represalia por haber participado de las movilizaciones de los militares de bajo rango en 2014, cuando los uniformados exigieron las mismas condiciones de trabajo y de estudio que sus superiores.

“Después de las marchas, mi esposo recibía un maltrato psicológico, no solo él, sino también sus camaradas, entonces pidió su retiro de las Fuerzas Armadas, pero no le dejan salir porque quieren procesarlo. Pero con este agosto ya es un año que mi esposo no recibe su salario y lo destinan a todo lado y no le pagan, él tiene que viajar con su dinero”, explicó la mujer en entrevista con ERBOL.

De acuerdo con la denuncia, este militar no recibe vivienda ni viáticos cuando es cambiado de destino. El seguro médico de la familia y de las dos niñas de la pareja también fue suspendido.

“Lo mandan a todo lado, cuando fue a Trinidad dormía en cartones porque no tenía donde vivir. Mi hija nació en Cossmil (Corporación del Seguro Social Militar) hace seis meses y no recibí mis beneficios, ya no tenemos seguro (médico), todo lo tengo que pagar yo (…) Nos están castigando porque mi esposo pidió lo justo”, aseguró con lágrimas en los ojos.

Para sobrevivir, se vio obligada a vender sus objetos de valor, como muebles, electrodomésticos y dos vehículos que habían adquirido para poder trabajar.

“Sólo Dios sabe cómo hemos vivido, tuve que vender todas mis cosas, empeñarlas, porque ya no teníamos dinero. Todo lo que hemos comprado con tanto sacrificio, lo hemos perdido (…) Ya ni podemos vivir en alquiler, tuvimos que irnos a mi casa en construcción que no tiene ni puertas (…) Hasta la gente ya se ha cansado de regalarnos harina, arroz, azúcar”, relató angustiada.  

Finalmente solicitó a las autoridades de la institución castrense devolver a su esposo los salarios retenidos.

“Por favor, entiendan que necesitamos comer, si mis hijas se enferman ¿qué voy a hacer? Si hay otras mujeres como yo, por favor únanse a mí para luchar juntas”, apuntó.