Baltazar
admite machismo
En la COB reconocen que a sus afiliadas les falta trabajar para dar espacio a las mujeres. Foto: Internet. |
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Desde la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas
Indígenas Originarias de Bolivia - “Bartolina Sisa” (CNMCIOB-“BS”) aseguran que
son capaces de dirigir la Central Obrera Boliviana (COB), pero el estatuto
orgánico de la organización de trabajadores no les permite. Mientras en el ente
matriz admiten que hay machismo.
La
secretaria de Relaciones de la organización campesina, Ruth Franco, dijo a
Erbol que primero se debe debatir los reglamentos internos que aún se mantienen
en la COB con miras de una posible modificación y luego ver los mecanismos para
que las mujeres lleguen a la Dirección Ejecutiva.
“No
es que no seamos capaces como mujeres para llevar (o dirigir la COB), llevamos
una Confederación adelante ¿Cómo no vamos a poder como mujeres? Lo que pasa es
que hay reglamentos internos, estatutos, tendríamos que debatir, luego esperar
una nueva convocatoria para (luego) ejercer nosotras”, aseveró la representante
del Beni.
Sin
embargo, Franco aclaró que no están en contra de que los mineros lideren la COB
porque así se estructuró desde su fundación.
Además afirmó que vienen de sectores asalariados y perciben un sueldo
mientras están como dirigentes, lo que no pasa en el sector campesino.
“Ellos
tienen un salario mensual, los campesinos, las ‘Bartolinas’ no gozamos de un
sueldo, trabajamos ad honorem porque nosotras venimos de la clase humilde, en
cambio ellos son asegurados, vienen trabajando en empresas, entonces tiene su
comisión, tienen un sueldo y nosotras no”, remarcó.
Una
mujer ocupó una secretaría de la COB
El
secretario de Organización de la COB, Nicanor Baltazar, explicó que las “Bartolinas” se afiliaron
recientemente a ese sector a diferencia de la Confederación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y la Confederación Sindical de
Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) que están reconocidas por la
organización obrera desde hace varios años.
Recordó
que en 2012, durante la gestión de Pedro Montes, como secretario Ejecutivo, las
Bartolinas ingresaron a la COB y su representante Tomasa Quelca ocupó la
Secretaría de Defensa. Mientras que para la actual gestión, al frente de Juan
Carlos Trujillo, las mujeres no tienen ninguna cartera.
Sin
embargo, destacó el trabajo de Quelca porque dijo que no abandonó sus
funciones, como alguna vez hicieron campesinos y colonizadores
(interculturales).
“Nosotros
reconocemos a los campesinos, así como a los colonizadores que son los
interculturales, ellos (colonos) tenían su cartera, han venido pero han
abandonado, en eso vemos que las mujeres son más cumplidas porque la señora
Tomas Quelca terminó bien su gestión”, señaló a Erbol.
Asimismo
indicó que para que las “Bartolinas” cuenten con una cartera tendrán que llegar
a un acuerdo con la CSUTCB, que tiene cuatro. Empero, dejó en claro que la
Dirección Ejecutiva pertenece a los mineros, el segundo cargo a los fabriles y
el tercero a los campesinos porque así lo establece el estatuto orgánico de la
COB y que la misma no puede modificarse.
“De
ninguna manera se puede cambiar una estructura que es histórica, la cabeza los
mineros y así sucesivamente, por ejemplo, yo representó a los petroleros y yo
puedo subir hasta la Secretaría de Organización, más allá no puedo avanzar, así
lo dice el estatuto y es histórico”, aseveró.
Machismo
Nicanor
Baltazar reconoció que la COB está manejada mayormente por hombres. Incluso
dijo que son “machistas” e indicó que falta trabajar desde las organizaciones
para motivar a las mujeres para su incursión en la vida dirigencial.
“Somos
machistas ¿Parece no? Pero eso ya no es culpa nuestra, sino es culpa de los
sectores, en mi sector no hay compañeras, si hay son una, dos, tres secretarias
generales pero no se animan, entonces tampoco se les puede obligar, pero el
sindicato no puede perder sectores, son problemas que estamos tropezando”,
afirmó.
Dijo
que en relación a la modificación del estatuto para que alguien del sector
campesino dirija la Central Obrera, debería ser planteado en el Congreso de
2016. Pero por lo pronto no es posible ese cambio.
“No
se puede entregar la cabeza a un compañero informal, que no tenga salario,
(tenemos que) cuidar la institucionalidad; en muchos sectores la dirigencia
sindical se ha corrompido, justamente por ese factor”, puntualizó.
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