LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El ministro de Gobierno, Carlos Romero, calificó el
jueves las protestas de los policías de bajo rango como una "profunda
indisciplina institucional" y aseguró que el Gobierno adoptó una política
para mejorar las condiciones de trabajo de los uniformados.
En la
mañana policías de bajo rango se replegaron en la ciudad de La Paz y Cochabamba
en demanda de la fusión del bono de seguridad ciudadana al haber básico y una
nivelación salarial, luego que según los movilizados no se encontraron
respuestas en las jornadas de diálogo que sostuvieron con el Gobierno.
Romero
manifestó que "es una situación de profunda indisciplina institucional
porque en el momento en el que se encierran en sus cuartos, dejan de salir a
trabajar, cierran las puertas de una unidad, lanzan gas lacrimógeno a la calle,
hacen declaraciones con advertencias ante medios de comunicación estamos ante
una situación de profunda indisciplina".
En
contacto telefónico con Radio Panamericana, el Ministro sostuvo que en la
Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) de La Paz y Cochabamba existe
un desacato al mando institucional, a la autoridad del Comando Departamental y
Comando Nacional, lo que -a su juicio- es "muy grave".
Consideró
esa situación como "delicada" porque pone en cuestión la credibilidad
de la Policía además de su institucionalidad.
"Además de una actitud de indisciplina es una actitud injusta
porque yo entendería este tipo de manifestaciones si es que no se estuviera
haciendo ningún esfuerzo para mejorar las condiciones de la Policía",
dijo.
Recordó
que entre los años 1998 y 2005 los gobiernos asignaron 3.360 millones de
bolivianos para atender servicios personales de la Policía y en el período 2006
y 2013 esa cifra se incrementó a 7.529 millones de bolivianos.
"En
los últimos ocho años se ha incrementado 124 veces más el presupuesto para el
salario de los policías que en los anteriores gobiernos", dijo.
El
Ministro de Gobierno sostuvo que en términos de incremento salarial el Gobierno
adoptó una política de incremento salarial por encima de la tasa de inflación
para que el salario no pierda su capacidad adquisitiva.
Agregó que
se aplicó la curva inversamente proporcional, que representó un 15% de
incremento en los salarios de cabos y policías, además de la doble dotación de
víveres.
"La
población es testigo de que permanentemente estamos mejorando las condiciones
de trabajo dotando de tecnología infraestructura, nada tiene que ver la policía
de ahora con la que teníamos hace algunos años y asumimos que todavía hay
diferencias, déficit y expectativas que atender y no se puede atender de la
noche a la mañana y no podemos hacer bajo presión", afirmó.
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