Tienen
salarios de hasta 400 bolivianos, según estudio
MUJERES QUE CUIDAN BOCAMINAS EN EL CERRO RICO “GANAN” UNA MISERIA |
POTOSÍ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- 148 mujeres, empleadas por cooperativas mineras en el Cerro
Rico de Potosí, viven en la indigencia y la marginalidad junto a sus familias.
Ellas reciben por su trabajo salarios miserables de hasta 400 bolivianos, según
los datos preliminares de un estudio realizado por la organización Solidaridad
con las Mujeres (MUSOL).
Estas
trabajadoras, denominadas “guardabocaminas”, son asalariadas cuya actividad
principal es el cuidado de las bocaminas y casillas (depósitos de herramientas
e insumos de trabajo de los cooperativistas), de acuerdo a reporte de radio
Aclo de Erbol.
Entre
el 2003 y octubre del 2014, el número de “guardabocaminas” ha crecido de 78 a
148. De ellas, 136 han sido sometidas al estudio a través de entrevistas
aplicadas en las zonas de Roberto, Pailaviri, Caracoles y La Plata del Cerro
Rico de Potosí.
EL
92% de estas mujeres son subcontratadas por la cooperativa, el 6% es socia y el
2% no tiene ninguna relación con estas empresas.
Sólo
el 24% tienen contrato escrito, mientras que el 75% tiene un acuerdo laboral
verbal. El 99,3% trabaja las 24 horas al día, 7 días a la semana y 365 días al
año. El 62% de las “guardabocaminas” no
reciben pago de aguinaldos.
Dos
de cada tres de estas mujeres (74%) percibe un salario que oscila entre 400 y
800 bolivianos. El 32% dice que no les pagan con regularidad, incluso a algunas
les deben siete meses de sueldo.
El
95% afirma que estos montos no les alcanzan para mantener a sus familias, menos
para comprar medicamentos, materiales escolares, ropa o juguetes para sus
hijos.
Además,
el 27% de las “guardabocaminas” dice haber sufrido maltratos por parte de los
empleadores y/o trabajadores de la mina. Relataron que sufren reproches, gritos
y daño psicológico. El 42% han sido víctimas de robos y casi todas han cubierto
estas pérdidas con sus salarios.
Según
el informe, todas están catalogadas como pobres. El 14% vive en la indigencia y
el 86% se encuentra en el nivel de marginalidad.
Datos demográficos
En
cuanto a su edad, la mayoría de estas trabajadoras tiene de 40 a 51 años
(33,82%). Después están las que tienen de 31 a 40 años (29,41%). También hay
menores de 20 años (1,47%) y mayores a 71 años.
El
46% de las “guardabocaminas” se casó y
tiene hasta siete miembros en su familia, mientras que el 15% tiene a cinco
entre sus allegados. Pero, en general “el tamaño familiar de las
guardabocaminas oscila entre uno hasta once miembros”, indica el informe.
Casi
todas, 91% proviene del área rural. De esta cantidad, el 81% decidió abandonar
su comunidad por necesidades económicas, falta de trabajo y comida. “En sus
pueblos de origen las condiciones de vida eran en muchos casos, peores que
vivir en el Cerro Rico”, señala el texto.
Vivienda
El
95.5% de las “guardabocaminas• y sus familias tienen como único lugar para
vivir su fuente de trabajo, en una vivienda dotada por sus empleadores entre
tanto dure su contrato.
Las
viviendas, en realidad son casuchas
precarias construidas de abobe y en algunos casos de piedra y barro. El
42% cuenta con sólo una cama, el 30% con dos, mientras que el 20% duerme sobre
cueros de ovejas o llamas.
Siete
de cada diez de estas casuchas también son usadas para depósito de herramientas
como máquinas perforadoras y materiales para el trabajo minero como anfo,
carburo y dinamita, lo que genera un alto riesgo para sus vidas.
Servicios básicos
El
56% de las “guardabocaminas” consume agua de pozo, el 20% la capta de algunas
cañerías cercanas y el 22% se suministra de camiones cisternas. El 37% necesita
hasta una hora para llevar agua a su casucha
lo que obliga a abandonar su fuente de trabajo y correr el riesgo de
robos.
La
falta de agua hace que se la racione. Eso genera problemas en la higiene y
causa enfermedades. El 35% de las entrevistadas asegura que el agua que
consumen está muy contaminada y el 24% asegura que hay contaminación moderada.
El informe concluye que “la mayoría de las guardas no tienen conocimiento sobre
la contaminación del agua y sus riesgos”.
El
100% de las “guardabocaminas” no tiene servicio de alcantarillado, menos
servicios sanitarios, lo cual hace que sus necesidades biológicas las hagan a
la intemperie “constituyéndose, ésta situación, en otro peligro para la salud”.
58%
de las mujeres y sus familias no cuenta con energía eléctrica y el 41% la usa
sólo para iluminar la noche. Para preparar sus alimentos, recurren a la leña,
bosta, taquia, carbón y kerosene.
Salud y educación
Casi
la mitad de estas mujeres “guardabocaminas” (49%) no sabe leer ni escribir y el
96% no tiene seguro de salud a pesar de ser asalariadas.
El
20% asegura que los directivos de la cooperativa no quieren asegurarle, el 15%
no cuenta con documentación, al 8% nadie le habló de éste derecho y el 6% sabe
de él pero tiene miedo a reclamar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ANBOLIVIA te invita a ser el quinto poder, opina...con respeto
DEJA TU OPINIÓN EN:
TW: @ANBOLIVIA
TW: @ANBdigital
F: https://www.facebook.com/anboliviadigital