Por
Marisol Alvarado
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El papa Francisco visitará el miércoles, apenas desembarcar
en La Paz, el Palacio Quemado, testigo de la azarosa vida política boliviana
los siglos XIX y XX.
Proveniente de Quito, primera parada de su
gira sudamericana, Francisco se encontrará en el Palacio Quemado con el
presidente indígena Evo Morales.
El Palacio Quemado debe ser la casa de
gobierno que más turbulencia política ha soportado en la región y la que ha sido
testigo de lampos de crueldad inimaginable
La visita del Pontífice a esa
infraestructura, que próximamente será reemplazada por la "Casa Grande del
Pueblo" será la segunda en casi 3 décadas.
En 1988 Juan Pablo II conferenció en esa
misma casona con el ex presidente boliviano Víctor Paz Estensoro, con quien
intercambió ideas sobre la situación que entonces pasaba el país, que no era de
las mejores, pues vivía una crisis económica que se tradujo en despidos de
trabajadores, principalmente mineros, y por ende protestas de los sectores
sociales.
Conocido también como Palacio Quemado, a
raíz de lo ocurrido en 1875 cuando en el gobierno del presidente Tomás Frías,
durante una conspiración política se lanzaron sábanas con fuego al techo, lo
que provocó un gran incendio, será engalanado de la mejor manera para recibir
al Vicario de Cristo.
Según la historia de Bolivia, el primer
conflicto que presenció esa construcción ocurrió en los días del cerco a La Paz
comandado por Túpac Katari en 1781. Entonces el inmueble no sólo fue el espacio
donde se decidía, sino también se instaló un hospital improvisado por el brote
de disentería y el crecimiento de heridos que colapsaron el hospital San Juan
de Dios.
Frente a la casona, cita Aguilar Agramount,
a lo largo de esos días, hubo una horca presta a ser utilizada: en ella se
sacrificaron 250 indígenas sospechosos de ser parte del levantamiento.
"Testigo de asonadas, tumultos,
ahorcamientos de reos condenados por la justicia o por la ira del populacho,
incluso masacres de inocentes", según el historiador Mariano Baptista.
El palacio Quemado también sirvió, a
finales del siglo XVIII, de cárcel pública, loquero, sastrería, centro de
comercio y convento de monjas de claustro.
El actual edificio, que a diario alberga al
primer Presidente indígena de Latinoamérica, quien comienza su labor,
comúnmente desde las de la madrugada, fue escenario de revueltas y asesinatos
de jefes de Estado, como el ocurrido en 1872, cuando el presidente Agustín
Morales murió a manos de su sobrino y edecán, Federico La Faye.
En la ocasión, el hombre, un celópata,
dicen, disparó 7 tiros sobre el Mandatario impulsado por los malos tratos de
Morales hacia el personal de Palacio, lo que colmó la paciencia de La Faye. Sin
embargo, al parecer el motivo de fondo era también de índole pasional, ya que
habría habido un triángulo amoroso con Juana Asturizaga, pareja del edecán.
En sus escalinatas también cayó muerto de un
fogonazo el ex presidente Isidoro Belzu, en los "60 del siglo anteúltimo,
cuando el tristemente célebre Mariano Melgarejo, el "crápula de
Tarata", se hizo otra vez del poder por la fuerza.
No obstante, el hecho que es más recordado,
es la muerte del presidente Gualberto Villarroel a manos de una turbamulta que
buscaba su derrocamiento, en la que también participaron militares.
Al interior de Palacio de Gobierno, el
Mandatario falleció a causa de múltiples disparos, pero lo más impactante fue
cuando los coludidos sacaron su cuerpo para colgarlo de uno de los faroles de
la Plaza Murillo, centro del poder político del país.
El Palacio Quemado fue reconstruido a fines
del siglo XIX sobre los cimientos del edificio del Cabildo, que los mitayos de
Tihuanacu terminaron de levantar en 1562, con pedrones traídos desde las ruinas
de la ciudadela inmemorial sede de la cultura más longeva de América situada a
70 km de La Paz.
Durante su edificación por más de una década
con dineros, 12.000 pesos, cedidos por el Virreynato de Lima, muchos indios del
Repartimiento Chucuito, "traídos a La Paz", a las rastras, perecieron
en medio de las sacrificadas labores.
Según la agenda de Francisco, el primer
papa sudamericano y segundo que visita Bolivia, la cita privada con Morales
está pactada para el 8 de julio a las 18h00, tras el recibimiento del gabinete
de ministros.
Sin ir muy lejos el escenario de la cita de
Francisco y Morales, fue también el del golpe de Estado del militar Luis García
Mesa, cuando fue tomada por paramilitares armados que llegaron en ambulancias y
llevaron a la presidenta Lidia Gueiler a la casa presidencial en calidad de
detenida.
Desde el salón se oían los gritos y sandeces
proferidos por los asesores del derrocamiento.
Entre esos hechos luctuosos que dejaron
víctimas fatales también se puede inscribir lo ocurrido en 2003 durante el
segundo gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, cuando se registró un
enfrentamiento entre policías y militares y meses después la denominada
"Guerra del Gas", que obligó a huir al Mandatario, responsable de una
masacre en El Alto y La Paz.
La visita de Francisco a Bolivia durará 3
días y se circunscribirá a El Alto, La Paz y Santa Cruz.
En la sede de Gobierno permanecerá sólo
seis horas, mientras que en la capital oriental transcurrirá el resto de su
visita oficial.
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