Brasil
ESPAÑA (ANB / Fuente: El País).- El expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el
hasta hace poco político más popular y carismático de Brasil, será el nuevo
ministro de la Casa Civil de Dilma Rousseff. El cargo, una especie de primer
ministro, le convierte de facto en la mano derecha de Rousseff en el Gobierno.
Con
su nuevo estatus de ministro, Lula, acusado por la policía de estar involucrado
en el Caso Petrobras, gana un grado de aforamiento: a partir de ahora solo
podrá ser juzgado por el Tribunal Supremo Federal y no por el juez Sérgio Moro,
su enemigo declarado, instructor principal del caso.
Desde
el Partido de los Trabajadores (PT), la formación de Dilma Rousseff y de Lula
se insiste en que el nombramiento de Lula no obedece solo a una necesidad de
protegerse del juez: también significará un giro en la política económica -más
inversiones públicas, más gasto público-.
Además,
Rousseff cuenta con la capacidad de negociación de Lula y su probado carisma a
la hora de poner de acuerdo posiciones enfrentadas y hasta opuestas para
aglutinar aliados parlamentarios a fin de evitar el juicio político
(impeachment) que deberá enfrentar en las próximas semanas y que puede acabar
con Rousseff en un mes.
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