LA PAZ, BOLIVIA (ANB /
20Minutos/EFE).- Un incendio provocado por una
turba enfurecida en la Alcaldía de la ciudad de El Alto dejó este
miércoles seis muertos y una veintena de heridos, y puso de relieve la alta
tensión que vive Bolivia en vísperas del referendo que este domingo dirimirá si
el presidente Evo Morales puede buscar en 2019 otra reelección.
El incidente comenzó cuando miles de manifestantes lograron
acceder al edificio del municipio alteño, vecino a La Paz, para destruir las
oficinas y prender fuego a la documentación jurídica y financiera de la
entidad, causando un incendio cuando dentro había decenas de empleados.
Cuatro de las personas fallecieron en un baño donde se
habían refugiado y otros dos murieron tras ser trasladadas a una terraza para
recibir auxilio, según confirmó el Ministerio de Gobierno (Interior).
Los funcionarios que estaban dentro de la Alcaldía tuvieron
que romper vidrios para evitar la asfixia e incluso algunos escaparon por las
ventanas y los techos colindantes para huir del fuego.
La tragedia se produce a días del referendo en el que los
bolivianos decidirán si avalan una reforma constitucional que abriría a Morales
las puertas de una nueva postulación en 2019, y en medio de una tensa campaña
por el cruce de acusaciones y descalificaciones entre el oficialismo y la
oposición.
La manifestación fue convocada por asociaciones de padres de
familia de esa ciudad para exigir obras educativas, pero a la misma se sumaron
supuestos militantes del oficialismo que alentaron la violencia, denunció la
alcaldesa de El Alto, la opositora Soledad Chapetón. Chapetón, apoyada por el
Obispo de El Alto, Eugenio Scarpellini y el sacerdote alemán Sebastian
Obermaier, compareció ante los medios llorando para confirmar que los muertos,
tres varones y tres mujeres, eran empleados municipales, y precisó que la causa
de la muerte fue asfixia.
El Alto, uno de los bastiones políticos de Evo Morales La
alcaldesa acusó a dos exfuncionarios que trabajaban para el anterior alcalde,
Edgar Patana, de haber provocado los disturbios con el propósito de quemar
documentos claves que respaldan las denuncias de corrupción contra el
exregidor, que está preso.
En 2015, Chapetón derrotó en las urnas a Patana, pese a que
éste buscaba ser reelegido con el apoyo del presidente Evo Morales. Hasta
entonces, El Alto, que es la segunda ciudad más poblada de Bolivia con 850.000
habitantes, era considerada uno de los bastiones políticos del mandatario
indígena.
La alcaldesa también se mostró indignada por la acusación
del viceministro de Régimen Interior, Marcelo Elío, quien culpó de lo ocurrido
a funcionarios de la Alcaldía, a quienes acusó de haber provocado un
"autoatentado" mediante "infiltrados" en la marcha.
Chapetón negó la tesis de Elío y responsabilizó al Gobierno y a la Policía que,
según dijo, "irresponsablemente no ha acudido a tiempo para poder
resguardar estas vidas" pese a sus peticiones.
Numerosos testigos presenciales han criticado la tardanza en
intervenir de la Policía y los bomberos, a pesar de que contaban con agentes en
las inmediaciones del edificio edil.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, lamentó la muerte de
las seis personas, pero negó que la policía tenga responsabilidad alguna en el
desenlace. Más allá, Romero aseguró que los agentes evitaron una tragedia mayor
al impedir el fuego se propagara a una gasolinera cercana.
Ningún presunto responsable A pesar de que había varios
miles de manifestantes en el lugar de los hechos, la Policía no detuvo a ningún
presunto responsable.
El Fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero, instruyó que
una comisión de fiscales investigue la violencia hasta "dar con los
responsables y procesarlos de acuerdo con lo que establece la ley".
El obispo Scarpellini dijo que las "divergencias
políticas, las diversidades ideológicas no pueden nunca arreglarse con la
violencia" y llamó a los culpables de los disturbios a presentarse con
responsabilidad para enfrentar la justicia.
La Defensoría del Pueblo condenó "los hechos
criminales" y reclamó que el suceso sea investigado "de manera
urgente, transparente y exhaustiva por el Ministerio Público".
En su cuenta de Twitter, el expresidente Carlos Mesa
(2003-2005) se mostró afectado por la muerte de compatriotas en El Alto.
"No podemos aceptar que la violencia insensata destruya el valor sagrado
de la vida", sostuvo Mesa.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) emitió un comunicado en
el que condenó las muertes y ratificó la celebración del referendo el domingo,
cuando más de 6,5 millones de bolivianos están llamados a las urnas.
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