Por
Coco Cuba
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El abogado y empresario William Kushner Dávalos, acusado de
asesinar a su pareja Andrea Aramayo al arrollarla con su vagoneta el martes,
arriesgaba una condena a 30 años de cárcel sin derecho a indulto luego que la
Fiscalía de La Paz le imputara el jueves, pese a la oposición de sus abogados
que sustentan la figura de mero accidente de tránsito, el delito de
femenicidio, extremo que revelarán la autopsia y las imágenes captadas por una
cámara de seguridad.
Se trata del feminicidio número 39 en lo
que va del año en Boliivia, el segundo país más violento de la región contra la
mujer.
Seis años después de que el comerciante Alejandro
Zapata, finalmente impune, arrollara,
también con su coche, al joven Juan Gabriel Despot, tras discutir con él, lo
arrastrara 516 metros y abandonara su
cadáver cerca de un puente en la zona capitalina de Irpavi, la juez Cintia
Delgadillo debía definir la situación penal de Kushner Dávalos fundamentalmente
en base de ambas pruebas, insuperables, definitivas e inequívocas.
En medio de susceptibilidades exarcerbadas
de que las pruebas sean contaminadas y que testigos, policías y autoridades judiciales
sean cohechados, la grabación de la
cámara de seguridad que debe haber registrado el momento en que Aramayo y
Kushner Dávalos se pusieron en la calle Hermanos Manchego, en la puerta del pub
Mongos, hacia las 2h30 del miércoles, tras discutir acaloradamente en el local,
era esperada como aporte esclarecedor.
La familia de Andrea Aramayo, cuyo cuerpo
era velado en La Paz, ha denunciado que el poder económico de la familia
Kushner Dávalos busca comprar conciencias con tal de evitar la figura del
femenicidio.
Las imágenes establecerán si Andrea Aramayo
se resbaló y golpeó la cabeza cuando corría para evitar que Kushner Dávalos se
montara en su coche y la dejara, tal como sostiene la defensa del imputado o,
por el contrario, éste la arrolló premeditadamente y luego la repasó con la
vagoneta hasta provocarle una fragmentación del cráneo, tal como sostiene la
familia de la mujer que iba a cumplir 28 años y que dejó en la orfandad a una
niña de casi 8 años.
Cuatro años después de que Alejandro Zapata
desapareciera como por encanto de magia de su casa, donde guardaba detención
domiciliaria con custodia policial por orden de un juez Constancio Alcón,
finalmente enjuiciado por prevaricador, que le conmutó la orden después de que
había mandado a encerrarlo en la cárcel de San Pedro, familiares ni amigos de
Adriana Aramayo, además de representantes de medios locales, se confiaron y
siguieron al detalle los pasos procedimentales en este caso.
Mientras ya casi nadie se acuerda del
desvanecido asesino del joven Despot, una de las muchas asignaturas de la venal
justicia boliviana y en medio de temores
de que Kushner Dávalos, un próspero empresario que al tiempo de ingresar
a un hospital paceño, supuestamente afectado por una dolencia cardiaca después
del episodio que remató con la muerte de Adriana Aramayo, con quien convivió
unos meses y enamoró desde febrero anterior, intente escaparse, la
suceptibilidad de que el dinero vulnere el procedimiento disparó las
seguridades y acrecentó las desconfianzas de todo y nada.
La cuota de tranquilidad la otorgó el
fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero que, a primera hora del día y
mientras corrían versiones de que Kushner Dávalos se había escapado del
hospital donde durmió, dijo que el
abogado y empresario, acusado de actuar en ese fatídico momento bajo el
efecto del alcohol y las drogas, iba a ser imputado por feminicidio.
De comprobarse esta figura criminal,
Kushner Dávalos, hijo de un conocido médico fallecido hace ya años y de una
actriz y poeta jubilada y hermano de un médico y columnista, con el que fue
recurrentemente confundido por el parecido físico, iría a parar tras de rejas
por 30 años sin derecho indulto.
Si la defensa del imputado, que venía de
plantar una cadena de consultorios
dentales en La Paz, lograra desbaratar la imputación por femenicidio de la
Fiscalía de La Paz, Kushner Dávalos que algún momento de su vida optó por la
nacionalidad española, pasaría no más de 5 años en presidio.
Cerca de las 19h00 locales del jueves y
casi 48 horas después de que Adriana Aramayo fuera arrollada sañuda y
exprofesamente, según testigos, la juez Delgadillo ordenó una audiencia
reservada con prescindencia de los medios de comunicación para impartir
justicia en el caso que ha conmovido a La Paz y el país y arruinado de todas
formas a Kushner Dávalos, quien aparecía posado en su cuenta de Facebook con
una cantidad de coches suntuarios.
Vanos fueron los intentos de hackers que
lograron volar la cuenta de Facebook de Adriana Aramayo, pero después de que periodistas extrajeran fotos y constaran la relación
sentimental con el abogado y empresario caído en desgracia que ya tras de los
barrotes dijo que su deseo lindaba en que el "cuarto poder", por los
medios de comunicación que no le han quitado el ojo durante las últimas 40
horas, no se imponga a la justicia.
La familia de Adriana Aramayo, que no
hallaba la forma de enterar a la inocente y desprevenida huérfana de casi 8
años sobre la muerte de su madre, denunció que Kushner Dávalos usaba drogas y
que infirió traro degradante a la mujer que prometió llevar al tálamo nupcial.
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