POTOSÍ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El gigante horno de la metalúrgica Karachipampa (sudeste boliviano)
comenzó a funcionar el fin de semana, después de 30 años de perfilada la
fundición en Bolivia y más de 80 de radicada la necesidad, socavada por la
política, de procesar concentrados en el país con mayor tradición minera en
América Latina.
Luego de alcanzar temperaturas cercanas a
los 2.000 grados centígrados (Fahrenheit), el horno Kivcet comenzó a procesar
en sus refulgentes entrañas minerales para verterlos en los moldes, casi año y
8 meses después que el gobierno de Evo Morales creara la Empresa Metalúrgica
Karachipampa en enero de 2013.
La fundición de minerales, que en los años
20 al 50 se concretó, a contrapelo de la voluntad nacional en la inglesa
Willians Harvey, en el puerto de Liverpool, donde el legendario minero
boliviano Simón Iturri Patiño plantó uno de sus emporios en las primeras
décadas del siglo pasado, arrancó en firme, en uno de los momentos más boyantes
de la resurgida minería boliviana.
Karachipampa, que bien pudo arrancar en los
años "60, después de la nacionalización de la minería boliviana, y que el
presidente Hernán Siles Suazo buscó galvanizar en los "80, tras la
restauración democrática, comenzó a fundir, refinar concentrados de plomo,
plata, zinc, bismuto, cobre, oro y cadmio.
La última de los 4 administraciones del
expresidente Víctor Paz Estenssoro, entre 1985 y 1989, volvió a frustrar la
fundición en Bolivia al asumir la economía de mercado y mandar a la calle a 500
de sus trabajadores.
El horno comenzó a barajar lenguas de fuego
meses después que la empresa canadiense Atlas Precious Metals fracasara en la
rehabilitación de la metalúrgica.
La Consultora Therconsult SRL echó andar el
horno Kivcet y estuvo a cargo de la planta de oxigeno la Empresa Henan Complant
Mechanical & Electricalchina.
Ambas firmas arrostraron los problemas
técnicos presentados en la fundidora que la opinión pública de los "60 y
"70 entendió como el "elefante blanco" de Karachipampa.
El presidente ejecutivo de la Corporación
Minera de Bolivia (COMIBOL), Marcelino Quispe, confirmó que los esfuerzos de
los técnicos y trabajadores de la Empresa Metalúrgica Karachipampa dieron
resultados positivos, con la primera producción de bullón de plomo y plata.
El funcionamiento del horno Kivcet fue un
gran reto para el gobierno del presidente Morales.
Explicó que previamente se procedió con el
calentamiento del horno Kivcet, que se
alimentó con concentrados de plomo y plata; al comenzar con una tonelada por
hora y, progresivamente, se elevó a 5 toneladas en el mismo tiempo.
Realizado el "sangrado", se
obtuvo bullón como primer paso para que posteriormente se obtenga lingotes de
plomo y plata para su comercialización.
Quispe destacó "la dedicación e
impulso del ministro de Minería y Metalurgia César Navarro, lo que fue
determinante en el logro metalúrgico para Bolivia".
Asimismo, el aporte de los técnicos de la
empresa Consultora Therconsult SRL, conforme a la ejecución del plan de
rehabilitación, a la cabeza de Alberto Quiñonez y Juan León.
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