LA
PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El ministro de Gobierno, Carlos Romero, acusó el lunes
al ex fiscal Marcelo Soza, que huyó a Brasil, de ser 'cómplice' en la dilación
que sufrió el juicio en el caso terrorismo-separatismo al haberse beneficiado
de las incidencias que plantearon los procesados, al menos 96 desde 2008 con el
objetivo de evitar el debate de fondo de la acusación.
'Los incidentes
en leguaje popular se denominan chicanas dirigidas a eludir, debatir en un
proceso judicial el fondo de la acusación, debatir las evidencias y los
instrumentos probatorios y los resultados investigativos', explicó en rueda de
prensa.
Anotó que los
incidentes obstaculizaron la acción de la justicia, pero en este caso
aparentemente quien era en el momento director funcional de la investigación,
'probablemente' se aprovechaba para extorsionar, utilizando su cargo público
para cobrar y 'llenar sus bolsillos' tal como lo denunciaron algunos acusados.
'Soza era en
ese momento el fiscal que supuestamente había montado el caso, era el fiscal
perseguidor, era el fiscal abusivo, que abusaba de su poder para supuestamente
llevar adelante un proceso que rechazaban los acusados, pero en realidad,
podemos decir ahora que había una suerte de complicidad, probablemente el ex
fiscal se prestaba a esta dilación del proceso por años para no ingresar a la
etapa preparatoria, que le serbia para llenar sus bolsillos a él en lo personal
y a los co-imputados para evitar y evadir la acción de la justicia en la etapa
de la discusión de las pruebas', apuntó.
Comentó que
cuando se ingresa a la etapa preparatoria del juicio del caso
terrorismo-separatismo, casualmente aparecen denuncias contra el ex Fiscal que
por decisión del Fiscal General del Estado hace más de un año fue separado del
caso y por tanto de dirigir funcionalmente la investigación.
Acotó que Soza
ante las acusaciones de extorsión y siguiendo el mismo camino del ex senador
opositor Roger Pinto, huyó del país impidiendo así la posibilidad de aclarar
esas denuncias.
'Resulta ahora
el ex Fiscal Soza, abusivo y perseguidor es un delincuente confeso porque en el
momento que huyo del país está prácticamente incurriendo en un acto que
convalida y acepta todas las acusaciones que pesan en su contra', enfatizó.
A juicio de la
autoridad, 'una persona así no tiene ética, moral ni autoridad ahora para hacer
acusaciones, seguramente la seguirá haciendo porque probablemente el
perseguidor y los perseguidos se han puesto de acuerdo, son socios y comparten
un mismo objetivo'.
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