LA
PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Messi no es el Messi del
Barcelona en la Selección Argentina. Más allá de algunas intervenciones de su
magia durante los partidos, el crack blalaugrana no consigue materializar en la
albiceleste su gran momento personal en su club.
El martes Messi sufrió la marca
férrea de Uruguay que defendió buena parte del partido en su campo, con dos
líneas de 5 jugadores. Y los defensores Godín y Giménez, junto con el
mediocampista Álvaro Ríos consiguieron bloquear los intentos del capitán
argentino. Messi protesta. Se pelea ahora con los defensores cuando le pegan.
Antes no se quejaba. ante Uruguay tuvo un enfrentamiento con Arevalo Ríos.
DIFERENTE ROL
Pero el rol que tiene asignado
Messi en el equipo de Martino le simplificó la tarea de contener al crack a los
defensores charrúas. Con el esquema y los intérpretes que utiliza el Tata, Leo
permanece aislado por el sector derecho en búsqueda de la pelota. Como en la
era Sabella, sigue recayendo en Messi la tarea de buscar el balón y elaborar el
juego para descargar en los delanteros. Y Argentina pierde al Messi más
determinante en el área.
Durante los partidos con
Paraguay y contra Uruguay, se vio al crack rosarino bajar demasiado para
encontrar juego, cuando en el Barcelona Leo espera recostado sobre el sector
derecho y conduce, asiste o define apoyado en las transiciones con Neymar y
Suárez. Y muchas veces aparece solo para definir porque los delanteros del
Barca le crean los espacios.
LA LABOR DE PASTORE
Para intentar que Messi sea
liberado de la responsabilidad de conducir la pelota, Martino ubica a Pastore,
pero este traslada mucho la pelota que no le llega con claridad a Leo para que
sea más determinante en el área.
La selección argentina abusa
demasiado del juego interior. Un Di María falto de confianza luego de que Louis
Van Gaal lo relegara en el Manchester United al banquillo de suplentes, llega a
la albiceleste para jugar de extremo como Neymar. Messi y Di María se
encuentran demasiado por el medio, y quedaban atrapados en el cerrojo defensivo
de Uruguay.
SIN ESPACIOS
No aparecen los espacios para
que el delantero del Barcelona pueda desequilibrar, aunque en el primer pase,
reciba de Lucas Biglia y Mascherano, el capitán de la Selección tiene que
trasladar la pelota por lo menos 20 metros para llegar al área.
Como Argentina atacaba solo por
el centro, para Godín y Giménez la tarea de controlar a los delanteros
argentinos fue más sencilla.
A diferencia de lo que sucedía
en la era Sabella, Marcos Rojo, el lateral izquierdo no subió para asociarse
por izquierda con Di María, sino que la mayoría de los pases los ejecutó hacia
atrás. Y Argentina perdió la movilidad en el ataque y le faltó sorpresa para
encontrar los espacios.
La tarea del Tata Martino, más
allá de conseguir la clasificación, será que el sistema que utiliza pueda
aprovechar al mejor jugador del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ANBOLIVIA te invita a ser el quinto poder, opina...con respeto
DEJA TU OPINIÓN EN:
TW: @ANBOLIVIA
TW: @ANBdigital
F: https://www.facebook.com/anboliviadigital