GOBIERNO DEPLORA DEFENSA OFICIOSA DE SENTENCIADO EXPREFECTO ASUMIDA POR MESA Y QUIROGA

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El ministro de Justicia, Héctor Arce, deploró las actuaciones de los expresidentes Carlos Mesa (2003-5) y Jorge Quiroga (2001-2) tras la decisión de un juez que sentenció a 15 años de cárcel al exprefecto de Pando, Leopoldo Fernández, tras 8 años de juicio por la matanza de 13 campesinos amazónicos y estudiantes en setiembre de 2008 en el norte de Bolivia.

    Arce criticó un tuit de Mesa que apenas divulgarse la sanción judicial de primera instancia contra Fernández, el viernes, se despachó contra "un sistema judicial en descrédito y una evidente judicialización de la política" y dejó en entredicho, "cualquier sentencia".

    También contra Quiroga que abogó por su correligionario incluso después de escuchada la decisión judicial.

     "Cae exactamente en la misma línea de don Jorge Quiroga Ramírez que ha acompañado a la persona que ha cometido estos actos, que ha llevado adelante estas situaciones, lo ha acompañado y ahora parece una víctima y, don Carlos Mesa dice, la sentencia está en entredicho", sostuvo Arce durante el programa El Pueblo es Noticia que difunden la radio y televisión estatales.

    "Cómo puede un expresidente, un hombre de Estado, hacer semejante afirmación", deploró el alto funcionario.

    En base de la sentencia de 62 hojas, el Ministro de Justicia describió una serie de incidentes, planteados por la defensa de Fernández, que demoraron el juicio.

    Contrario al juicio expresado por Mesa, Arce replicó: "aquí hubo un proceso largo, complicado, difícil donde han estado infinidad de chicanas de por medio, donde el exprefecto nunca asumió su responsabilidad y siempre ha querido salirse por la tangente como siempre ocurre por lo general en estos casos, en los casos penales donde una persona es culpable lo que busca es no enfrentar la justicia, sino, más bien siempre salirse por la tangente y eso fue lo que hizo".

     Arce, que detalló detalles anteriores y posteriores a la denomina "masacre de Porvenir", ciudad vecina de Cobija, capital del departamento Pando, que Fernández gobernaba en setiembre de 2008, dijo que criterios tales como los expuestos por Quiroga, que advirtió llevar el juicio a estrados internacionales y habló de "un linchamiento judicial", ofenden a los 13 caídos a manos de paramilitares, sus familias y a los 30 heridos por bala que dejó el incidente registrado, en el marco de un intento por desatar un quiebre institucional, después que el presidente Evo Morales ganara, con el apoyo de 7 de cada 10 bolivianos, el referendo revocatorio de agosto de aquel año.

    "¿Se puede ofender así a la memoria de esas personas? Esto que hemos contado, la memoria de la nación boliviana, ¿está en entredicho esto que ha pasado?, esto que ha ocurrido, esta gravedad de los hechos que han ocurrido por derrocar un Gobierno legalmente constituido finalmente se llegó a utilizar las armas para quitar la vida de seres humanos", mantuvo el ex procurador del Estado.

    Horas después que el presidente Morales tachara de injusta la sanción del juez a Fernández, Arce dijo que la culpabilidad del exprefecto de Pando y presidente del Senado y diputado en varios períodos constitucionales antes de 2006, está registrada en sendos informes de la Defensoría del Pueblo, de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia y de una comisión investigadora de la Unión Sudamericana de Naciones.

     "Recordarle con todo respeto a don Carlos Mesa: éste es el informe del Defensor del Pueblo de la República de Bolivia, informe de los hechos de violencia suscitados en el mes de septiembre del año 2008, en el departamento de Pando. Este es un informe que tiene un total de 98 páginas", expuso Arce.

    De acuerdo con el Ministro de Justicia, que declinó referirse al dictamen judicial, la matanza de campesinos amazónicos el 9 de septiembre de 2008 en Porvenir, por paramilitares, trató de encender una revuelta para tumbar el gobierno de Morales.

   Arce refirió la connivencia de fuerzas políticas e intereses contrarios al presidente indígena que lanzó su último estertor con la actuación sofocada del mercenario boliviano-húngaro-croata, Eduardo Rozsa Flores que, junto a una célula de milicianos de la ultraderecha europeobalcánica, intentó, con armas y desde posiciones de francotirador, la separación territorial de Bolivia.