Ante
la contaminación
Por: Edwin Conde Villarreal - Cronista del
Siglo XXI
Un buzo sostiene una rana durante la inmersión realizada en diciembre de 2015. Foto: Arturo Muñoz. |
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Un equipo científico y multidisciplinario, conformado por
expertos bolivianos y del extranjero, tiene previsto rescatar ejemplares de la
rana gigante del Titicaca, con fines de conservación y una futura
reintroducción de la especie en aquellas zonas del lago donde ya está ausente.
El
anuncio fue hecho por el herpetólogo boliviano, Arturo Muñoz del proyecto
Iniciativa Anfibios de Bolivia del Museo de Historia Natural Alcides D’Orbigny
de Cochabamba, quien explica que la misión de rescate se efectuará debido a la
mortandad masiva del anfibio –especie críticamente amenazada– que se registró
en mayo de 2015 en varios sectores del lago.
El
equipo multidisciplinario –detalló Muñoz– está conformado por expertos de
instituciones mundiales ecologistas como Amphibian Ark, Durrel Wildlife
Conservation Trust del Reino Unido, de los zoológicos de Atlanta y Kansas de
EEUU. Mientras que Bolivia participará con Iniciativa Anfibios y la Dirección
de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, la misión tendrá el
apoyo de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
La
rana gigante conocida como Telmatobius culeus, única en el mundo, resiste a las
presiones ambientales como son el ingreso al lago de miles de litros de aguas
residuales con residuos sólidos que deterioran su hábitat en el Lago Menor; el
proceso de eutrofización que es la proliferación de algas que consumen el
oxígeno del agua y originan la aparición de manchas verdes en el espejo
lacustre.
Además
las algas que son microscópicas, al descomponerse emanan sulfuro de hidrógeno,
un gas neurotóxico que aniquiló el año pasado a peces, aves y anfibios.
“Vamos
a sacar algunos individuos por si algo pasa con las ranas en el lago, que es lo
más probable”, remarcó Muñoz, quien en su última inmersión realizada en
diciembre de 2015 evidenció que existen sectores en el Titicaca, principalmente
en el lago Menor o Huiñaymarka con una alta concentración química de amonio,
fosfatos, nitratos y nitritos; también hay materia sólida suspendida entre las
aguas que puede afectar la reproducción del anfibio.
También
constató que en aproximadamente 500 Km2 del lago, ya no fue posible encontrar
un ejemplar del anfibio, que requiere de aguas muy limpias para el desarrollo
de sus huevos. Las plantas donde las hembras solían colocar los huevos –dijo
Muñoz– ahora están envueltas con algas que afectará la reproducción de la
especie.
Adelantó
que la campaña de campo del equipo multidisciplinario que ya se encuentra en el
país, tiene previsto iniciarse en la isla de la Luna del lago Mayor, los
ejemplares extraídos serán trasladados a Cochabamba al criadero de la
organización Iniciativa Anfibios de Bolivia, donde se instala un nuevo
contenedor y donde también ya se cuenta con la experiencia desde el 2008 en la
reproducción del anfibio en cautiverio.
El
Titicaca con una superficie aproximada de 8.400 Km2 es compartido entre Bolivia
y Perú, casi el 16,6% representa el lago Menor o Huiñaymarka que se diferencia
del lago Mayor o Chucuito por su profundidad media de sólo nueve metros donde
ingresan las aguas residuales con nutrientes como fósforo y nitrógeno que
originan el temido proceso de eutrofización con la proliferación de las algas
microscópicas. Mientras que el lecho del lago Mayor se encuentra a más de 200
metros de profundidad, lo que permíteme que su ecosistema aún no haya sido
alterado.
La
contaminación del Titicaca se origina por los miles de litros de aguas
residuales que provienen de El Alto, Laja y Viacha, llegan al lago por las
bahías de Cohana y Aygachi a través del río Katari, que a la vez recibe aportes
de otros ríos: Pallina, Seco y Seque. Entre las emisiones existe de todo como
aguas domésticas, así como de mercados, de hospitales y postas sanitarias; de
industrias, mataderos, de operaciones mineras de Milluni, además de otras que
llevan el mortal lixiviado que sale de Villa Ingenio por acumular basura al
aire libre, además de residuos sólidos.
Por
otra parte, autoridades de Bolivia y Perú firmaron un acuerdo binacional en
diciembre pasado, para la recuperación ambiental del lago Titicaca con una
serie de lineamientos y acciones para minimizar los impactos ambientales como
el tratamiento de aguas residuales y la gestión de residuos sólidos con una
inversión aproximada de 600 millones de dólares hasta el 2020.
Sin
embargo, las autoridades del propio Ministerio de Medio Ambiente y Agua de
Bolivia y del Perú, reconocieron que poco se puede hacer de forma inmediata
frente a la proliferación de algas –por ejemplo– por tratarse de un proceso
acumulativo ocasionado por la contaminación ambiental en el lago Titicaca. (La
Otra Información)
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