PADRE BUSCA JUSTICIA MÁS DE 4 AÑOS POR LA MUERTE DE SU HIJA

El agresor sigue prófugo

El nieto y la hija de Rolando Apaza muerieron el 2010.

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Valentín Apaza busca justicia por más de cuatro años por la muerte de su hija Gladis Apaza (21) y su nieto Fernando Apaza (13), ambos asesinados a bala en abril de 2010 por el exnovio de la joven, el suboficial Gary Armando Calle Rivera.

La estudiante de Enfermería terminó su relación con el militar porque buscaba tener una mejor educación y futuro. Calle se negó a cortar el noviazgo. “No la dejaba en paz”, dijo Valentín, en entrevista con la Red ERBOL.

Discutieron el trágico día, 12 de abril, cerca a la casa de la joven. Ella escapó hacia su vivienda y al tratar de cerrar la puerta forcejeó con el militar quien la venció  e ingresó al inmueble. Disparó a Gladys en la nuca matándola instantáneamente.

Era el Día del Niño, el sobrino de Gladys estaba en la casa. El niño salió a defender a su tía y recibió un balazo en el hombro y después fue rematado con otro disparo.

El suboficial está prófugo desde entonces. Las Fuerzas Armadas le dieron la baja, pero Apaza sostiene que la entidad castrense encubre al asesino de su hija.

Según el padre de la víctima, un matutino paceño publicó el 14 de abril una nota denominada “Detienen a militar acusado de matar a exnovia y a un menor”. En este texto se informa que Calle había sido aprehendido en la ciudad de Oruro, pero ahora sigue libre.

“Lo soltaron. Tengo la certeza de que así fue”, dijo el padre de la víctima.

Agregó que el progenitor del suboficial, Armando Antonio Calle (también militar), tuvo contactos telefónicos con su hijo esa noche y presume que lo protege. Por eso, el padre del supuesto asesino está acusado de encubrimiento.

Al respecto, la abogada Rosario Baptista sostuvo que en casos que involucran a policías y militares el Estado es “cómplice” porque encubre a los agresores.

Aún no se conoce el paradero de Gary Armando Calle Rivera, a pesar de que  está incluido en la lista roja de buscados por la Interpol.