Por Coco Cuba
LA
PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- La campaña boliviana se ha eximido,
paradójicamente, de tratar temas cruciales en la emergente Bolivia,
coincidieron analistas, políticos y ex autoridades consultados por la ABI a 5
semanas de las elecciones generales.
El ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas
(1993-97) ha deplorado que "la campaña carece de ideas
programáticas".
Opositor al presidente Evo Morales,
favorito a su vez para ganar los comicios pautados para el 12 de octubre,
Cárdenas expuso su desacuerdo con que la campaña suba al tapete temas que, pese
al momento boyante que pasa la economía boliviana, saltan el porvenir del país.
Este extremo también ha sido identificado
por analistas locales.
"La campaña no está tocando temas que
llaman la atención de la ciudadanía, pero también la está cansando, porque el
ciudadano quiere escuchar propuestas inteligentes y hasta ahora lo único que
hay es una guerra de adjetivos descalificadores", afirmó el analista
Carlos Cordero.
"Un tema fundamental que debería
tocarse es la crisis de justicia que estamos viviendo, que abarca a
entidades como la Policía, la
inseguridad ciudadana. El otro tema que habría que discutir sería los hechos
vinculados al tema del narcotráfico y cómo combatir ese flagelo. Y, en tercer
lugar, saber cómo se va a resolver el problema de la inseguridad ciudadana, de
la violencia urbana, que afecta a todos los ciudadanos, porque hay inseguridad
en la fronteras y en las calles", afirmó.
Las consideraciones de este politólogo
pasan de largo la economía en un país, cuyo Producto Interior Bruto crecía, a
julio último, por encima del 5%, en la cabeza de las comparaciones en
Sudamérica, y que en los últimos 8 años recortó la tasa de desempleo a 3,2% de
la Población Económicamente Activa de poco más de 5 millones.
A su vez, su colega Marcelo Silva lamentó
que, enfrascada en la guerra sucia, "la campaña electoral definitivamente no está tocando
temas importantes para la población".
"La pobre propuesta expresada en
programas que fueron presentados al Tribunal Supremo Electoral ha derivado en
que los candidatos le pongan énfasis a otro tipo de espacios para ganar
audiencia o para tener una presencia mediática y entre esos espacios esta la
guerra sucia o distraer el tema en cuestiones absolutamente superficiales o
descontextualizadas de un conjunto de cuestiones que son muy importantes para
la ciudadanía", sostuvo.
Silva, que conduce un programa de
entrevistas en una red de televisión privada, subrayó que temas transversales
se han dejado de lado.
"Creo que uno indudablemente es el
tema económico avizorando, sobre todo, lo que va a significar la reconducción
de los contratos de venta del gas a Brasil y establecer mecanismos o políticas
que incentiven la producción de líquidos y también políticas que vayan a
reducir el incremento de la subvención" de los carburantes, que en 2011
sangraba al erario público con casi 800 millones de dólares.
El machismo furibundo casado con el
feminicidio, un presunto 'gasolinazo' (suba en los precios de los carburantes)
fabulado por la oposición que el gobierno de Morales asegura que no lo baraja
ni tiene pensado hacerlo y la intención del candidato de derechas a la
Presidencia de Bolivia, el empresario Samuel Doria Medina, de volver a
privatizar la explotación de los hidrocarburos bolivianos, insumieron, además
de otros menudos, el último mes y medio, la campaña boliviana que entrará en
firme el 12 de setiembre.
Recién desde el viernes que viene la Ley
Electoral homologará la difusión de propaganda electoral hasta las 22h00 del
viernes 10 de octubre.
El clima preelectoral de opiniones públicas
ha girado, las últimas semanas, en torno al machismo, que parece haber
impactado de lleno contra la candidatura de Doria Medina.
En una suerte de encarnación del mito de
Sísifo, Doria Medina se ha metido también en un problema de violencia familiar
que le ha dejado, sin tener arte ni parte, con los ojos de compota, opinan los
analistas.
Doria Medina pareció tajar sus propias
posibilidades de ganar más votos que el 17% de la ciudadanía boliviana que hoy
mismo le apoya, según encuestas privadas, cuando anunció su decisión de
promover la explotación de los hidrocarburos bajo una fórmula de 50% para el
Estado y el resto para privados.
El ex presidente conservador Jorge Quiroga
(2001-02), que ocupa el tercer puesto en la preferencia electoral a 6 ó 7
puntos de Doria Medina y a más de 40% del mandatario Evo Morales, favorito para
volver a fajarse la banda presidencial, miraba de palco cómo el empresario se
metía autogoles, según la prensa y los opinadores locales.
Lo mismo que Doria Medina que intenta
sentar a Morales a una mesa de debates, al más puro estilo estadounidense,
Quiroga se ha puesto a criticar la actual estructura de la hoy boyante
explotación de hidrocarburos bolivianos, nacionalizados en 2006 por Morales, y
que este año podría dejar en las arcas de país la friolera de 7.000 millones de
dólares.
"Hay ausencia de razonamiento en temas
electorales; la visión de la oposición está limitada", criticó el analista
Róger Cortez.
Según su colega Marcelo Varnoux, ácido
crítico de Morales, en los umbrales de la campaña "se juega a la
banalización de la democracia (y) se aprovecha escándalos personales".
La periodista Susana Bejarano, que conduce
un programa de entrevistas dominicales apela a un quichuismo para significar
que la campaña boliviana carece de elementos cautivadores y afirma que el
ambiente preelectoral ha perdido estado de forma, con respecto a 2005, cuando
el país se debatía en una de las crisis políticas y económicas más hondas de su
historia.
"Esta es una campaña muy apática,
'kaima' (sin dulce), porque creo que hay una estabilidad política, económica,
pareciera que hay un ganador anticipado, y por el otro lado hay un contexto
formal de restricciones que a veces llevan a una confusión innecesaria. Esta es
una campaña apática, porque en 2005 el país vivía en un momento de crisis
política. Indudablemente en 2005 la elección era altamente importante porque se
jugaba el destino del país", afirmó.
El gobierno de Morales ha intentado sin
gran vehemencia situar en el centro del debate preelectoral su propuesta
matriz: convertir a Bolivia en el corazón del suministro energético de
Latinoamérica, a sabiendas que de importador pasó a exportar éste y el anterior
año, gas licuado de petróleo a Uruguay, Perú y Paraguay.
Como ejemplo de que los temas en las
campañas han sufrido un giro, en las redes sociales se publica el programa de
gobierno para las elecciones de 1989 del Partido Demócrata Cristiano (PDC), que
para los comicios de octubre postula al ex presidente Quiroga.
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