Forjador de jesuitas jóvenes
El velorio del sacerdote Francisco Flores en el Colegio San Calixto. Foto: ERBOL |
LA PAZ,
BOLIVIA (ANB / Erbol).- El sacerdote jesuita Francisco Flores falleció este
miércoles, víctima de trombo embolia pulmonar en la ciudad de La Paz.
La familia de Educación Radiofónica
de Bolivia (ERBOL) se encuentra de duelo, porque en vida fue director de Radio
Santa Cruz, miembro activo del directorio y protagonista de la estructuración
de la red nacional.
Flores nació el 18 de octubre de
1947 en la ciudad de La Paz, cursó estudios en el colegio San Calixto y
posteriormente ingresó a la Compañía de Jesús el 5 de enero de 1965, para
estudiar Teología y Filosofía. Alcanzó mención en teología en la universidad
Gregoriana de Roma además de una especialidad en Teología de la Espiritualidad
y Psicología.
El 24 de julio de 1976 se ordenó
como sacerdote y ratificó votos de compromiso el 2 de febrero de 1983. Durante
su ejercicio se destacó como formador de jesuitas jóvenes.
Con posterioridad fue designado
director de Radio Santa Cruz y del Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA).
En el plano educativo, promovió el
proyecto “El maestro en casa”, con la finalidad de brindar servicios de apoyo a
la formación integral de la persona a través de la emisora.
En 2000, junto a los sacerdotes
Roberto Durette (Radio Pío XII) y Serafino Chiesa (Radio Don Bosco), además de
otros directores, participó de la implementación del exitoso proyecto
informativo “Bolivia en Contacto”.
En 2008 -en reemplazo de Carlos de
la Riva- asumió la dirección del colegio San Calixto de la ciudad de La Paz.
“El padre “Pancho” llevaba esa
chompa guinda, distintiva del colegio San Calixto, con orgullo en su oficina,
en su casa, en las reuniones y hasta en eventos que no tenían relación con el
colegio”, indica una nota de condolencia de ANF.
“Apasionado por la literatura
latinoamericana y por la cocina, muchos de los jesuitas recuerdan ese plato
paceño o el lechón que cocinaba cuando tenía tiempo.
Los últimos tres años de su vida
luchó para enfrentar una enfermedad renal y en julio recibió un trasplante de
riñón.
Lo más “doloroso” del proceso fue
que el médico le dijo que se quedara en su casa sin recibir visitas por un
tiempo hasta que esté mejor”, concluye.
La familia ERBOL pide cristiana
resignación a sus allegados y quienes admiraron su don de gente.
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