Tiempo
de "vacas flacas"
ESPAÑA (ANB / Fuente: El Nacional).- El referéndum constitucional en Bolivia en febrero próximo
(iniciativa que de ser aprobada permitirá al presidente Evo Morales presentarse
a la reelección por tercera vez), los comicios generales en Perú, en abril, y
las presidenciales en Ecuador en 2017, a las que el presidente Rafael Correa no
se presentará, pondrán a prueba a la nueva izquierda en Suramérica, entendida
como el modelo político de carácter socialista vinculado al chavismo desde
principios de siglo.
El
año 2015 fue el inicio de una serie de cambios políticos en la región. El
triunfo del conservador Mauricio Macri, en Argentina, no solo acabó con 12 años
de kichnerismo, sino que también parece ser el comienzo de un efecto dominó en
América Latina que supone un cambio político en la región, seguido de la
victoria de la oposición en los comicios legislativos de diciembre en el país
luego de 17 años de hegemonía chavista.
De
acuerdo con los analistas, este viraje es consecuencia del agotamiento de la
izquierda que fue liderada por el presidente fallecido Hugo Chávez.
"Hay
un desplazamiento de las placas tectónicas políticas en América Latina, con lo
cual el hito primigenio del triunfo de Macri y posteriormente la victoria en
las legislativas de la Mesa de la Unidad Democrática nos hace prever que va a
haber un cambio de marea en el ciclo político latinoamericano en los próximos
años", dijo Gilberto Aranda,
profesor en Estudios Internacionales y doctor en Estudios Latinoamericanos de
la Universidad de Chile.
Añadió
que los cambios significan que la oposición de centro y derecha en la región se
verán fortalecidas.
En
cambio, Antoni Travería, experto en América Latina y director de la Casa
América en Cataluña, opinó que es pronto para hablar de un fracaso de la
izquierda.
Sostuvo
que las circunstancias específicas de
Argentina y Venezuela solo han dado pie a un cambio de tendencia en estos
países.
La
crisis económica es la causa principal del descenso de la popularidad de la
izquierda y sus representantes.
Aranda
indicó que la caída de los precios de las materias primas, en el contexto
económico mundial, dificulta las políticas de expansión fiscal y por tanto
impide mantener al electorado cautivo.
Travería
señaló que es difícil otorgar una causa común a los cambios de paradigmas.
Desde
que empezaron los gobiernos de socialistas en América Latina cada país ha
tenido su propio recorrido. Agregó que no se puede comparar a Venezuela con
Ecuador o con Bolivia.
Sobre
el futuro de la nueva izquierda, después de los triunfos de la oposición en
Argentina y Venezuela (Legislativas), el eventual juicio político contra la
presidente de Brasil, Dilma Rousseff, y la decisión de no ir a la reelección
del mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, los expertos coinciden en que a
pesar del agotamiento del modelo político, no es el fin de los líderes.
³Va
haber un fortalecimiento de la oposición, en algunos casos dará para un cambio
de gobierno y en otros no. Veremos una
oposición de centro y centroderecha más posicionada, afirmó Aranda.
Travería
señaló que la izquierda, en algunos países, debe replantearse y aprender de los
errores cometidos.
Aranda
concordó y añadió que debe reinventarse, evaluar su relación con la sociedad
civil y atajar el problema de la corrupción, que es un asunto endémico en la
región sin importar la ideología.
La
nueva izquierda no se va acabar y estoy seguro de que el chavismo tampoco.
Incluso si pasa a ser oposición², concluyó.
Realidades
en la región
Bolivia
El
gobierno del presidente Evo Morales es uno de los más estables en la región,
afirmaron los especialistas. Es la única de la nueva izquierda que va a
sobrevivir este agotamiento, afirmó Aranda.
El
liderazgo de Morales está muy fortalecido y probablemente podrá reelegirse en
unos años, aseguró el profesor de la Universidad de Chile. Morales ha
transformado Bolivia en pocos años, añadió Travería.
La
prueba evidente de que el presidente ha hecho un cambio es que la provincia de
Santa Cruz, que era la más opositora, fue ganada por el mandatario en las
últimas elecciones, situación que a juicio de Travería, tiene una lectura de
éxito.
Venezuela
Es el caso más preocupante en América Latina
para los analistas. En Venezuela es evidente que hay un agotamiento del modelo.
Un
cansancio de la población, un hartazgo de un discurso en el que siempre se
busca un enemigo exterior, afirmó Travería.
Enfatizó
que la nueva relación entre La Habana y Washington perjudicó a Venezuela. Que
el gobierno de (Nicolás) Maduro tenga como paradigma del enemigo exterior a
Estados Unidos, cuando Cuba en estos momentos tiene unas relaciones muy a
futuro, interesantes y positivas, es llamativo porque los argumentos de la
persecución política y el discurso ya están obsoletos, agregó Travería.
Argentina
El
triunfo de un liberal significó un gran cambio para el país sureño y marcó un
hito en la región.
Han
sido doce años continuados de gobiernos peronistas de izquierda, simbolizados
por la familia Kichner y en estas últimas elecciones (octubre) Cristina
Fernández no se pudo presentar.
El
candidato oficialista Daniel Scioli no era una opción atractiva, además de que
representaba la parte más conservadora del kichnerismo², refirió Travería sobre
la victoria de Macri.
Aranda
cree que las medidas económicas aplicadas por el nuevo gobierno serán toleradas
si los argentinos perciben que los tribunales están funcionando y se está
castigando a los corruptos.
Ecuador
La
presidencia de Rafael Correa en Ecuador es exitosa. Podemos hacer críticas
sobre libertad de expresión, su autoritarismo cuando ejerce el poder, pero si
observamos el país que recogió Correa y cómo lo va a dejar, es la noche y el
día, afirmó Travería.
No
obstante, Correa anunció que no iría a la reelección. Esto genera la incógnita
de si su partido Alianza País podrá ser reelegido sin el carisma del
mandatario.
El
presidente Rafael Correa ha tomado una medida acertada, dijo el experto. Sin
embargo, Travería señaló que sin Correa se le hace difícil ver que sus
partidarios puedan ganar las elecciones.
Brasil
El
país ha sido azotado por la crisis económica y la corrupción, lo que ha traído
como consecuencia un posible juicio a la presidente Dilma Rousseff.
Aranda
afirmó que en Brasil se puede ver que la oposición se va a consolidar. El
liderazgo de Rousseff se ha visto en problemas y la oposición está recabando
apoyos.
Pero
no podemos adelantar que esto vaya a cambiar el gobierno de Brasil porque queda
mucho para las elecciones y todavía está la figura de Luiz Inácio Lula da
Silva, destacó.
Si se
presenta Lula con todo el carisma y el liderazgo que tiene, la derecha tiembla
porque serán 24 años lo que puede estar el Partido de los Trabajadores
gobernando, coincidió Travería.
Perú
La
presidencia de Ollanta Humala no se puede considerar como parte de la nueva
izquierda aunque así fuera en sus inicios e incluso se le llegó a vincular con
el chavismo.
En
Perú no hay oportunidad de reelección, lo que da pie a que haya un cambio a un
gobierno de centro o centroderecha.
La
izquierda peruana será sometida a prueba, pero no se vaticina probalidades de
triunfo. Aranda y Travería señalaron que la derecha es la que tiene altas
posibilidades, representada por Keiko Fujimori,
hija del ex presidente Alberto Fujimori.
Pero
Travería agregó que de ser así su victoria sería por la debilidad de los otros
candidatos.
Uruguay
El ex
presidente José Pepe Mujica es una figura que tiene más compatibilidad con el
modelo político chavista que su sucesor, Tabaré Vázquez, que tiende más al
centro, aseveró Aranda.
Travería
indicó que el gobierno de Mujica era el ejemplo por imitar en América
Latina seguido de Vázquez, que en su
opinión está llevando una magnífica gestión de gobierno.
Hay
consenso en Uruguay de que las cosas están funcionando, afirmó. Travería agregó
que el país, junto con Bolivia, es uno de los más estables de la región y el
menos preocupante.
Chile
Chile no se puede vincular con la nueva
izquierda. Aranda expone que a pesar de ser un gobierno socialista, la economía
y el proyecto de desarrollo de Chile es liberal.
El
desgaste del gobierno de Michelle Bachelet se debe a un descontento con la
clase política y con la corrupción no necesariamente con la izquierda, destacó
el analista.
"Un
solo hecho de corrupción ha deteriorado la imagen de una presidente que estaba
inmaculada", dijo Travería.
Chile,
a pesar de la tendencia en la región y la desaceleración de la economía, está
creciendo, afirmó Aranda.
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