Los africanos están acostumbrados a comer carne de animales silvestres. |
ESPAÑA (ANB / Tomado de BBC).- Se ha rastreado el origen hasta un niño de 2 años de la
aldea de Gueckedou, en el sureste de Guinea, un área donde es frecuente cazar
los quirópteros para comérselos.
El
menor, llamado Niño Cero, murió el 6 de diciembre de 2013. Su familia declaró
haber cazado dos especies de murciélago portadoras del virus del ébola.
La
carne de animales silvestres que más se busca para el consumo viene
principalmente de chimpancés, gorilas, murciélagos de la fruta y monos, aunque
también se consumen puercoespines, ratas y serpientes.
En
algunas áreas remotas es una fuente necesaria de alimento, mientras que en
otras también se ha convertido en una exquisitez.
En la
cuenca del Congo, la gente come aproximadamente cinco millones de toneladas
anuales de carne de animales silvestres, según el Centro para la Investigación
Forestal Internacional.
Entre
la carne silvestre que se vende en Acra, se incluyen agutíes, murciélagos,
pescado y antílope
Anfitriones
ideales
La carne silvestre cocida o ahumada no suele ser dañina. |
Pero
algunos de estos animales pueden ser portadores de enfermedades mortales. Los
murciélagos llevan consigo toda una gama de virus y los estudios demuestran que
algunas especies de murciélagos de la fruta pueden ser portadores del ébola.
A
través de sus excrementos o de las frutas que tocan, los murciélagos pueden
infectar a primates como gorilas y chimpancés. Para ellos, igual que para los
seres humanos, puede ser mortal.
Por
otra parte, los murciélagos pueden escapar ilesos del virus, por lo que son sus
huéspedes ideales.
No
está claro cómo se transmite el virus a los seres humanos, dice el profesor
Jonathan Ball, virólogo de la Universidad de Nottingham.
Suele
haber una especie intermedia involucrada, como chimpancés, pero las pruebas
muestran que se puede contagiar el virus directamente de los murciélagos,
indicó.
Muchos
puercoespines, antílopes, monos y murciélagos se cocinan a la parrilla.
Pero
es difícil que el virus salte la barrera de las especies de animales a humanos,
añadió.
El
virus primero tiene que "lograr acceso a las células en las que puede
replicarse" por el contacto con la sangre infectada.
Mucha
gente compra carne silvestre en mercados cuando ya fue cocinada, por lo que
quienes la cazan o preparan la carne cruda corren el mayor riesgo.
El
actual brote muestra que, por más difícil o rara que sea, la infección es
claramente posible, aunque debe recordarse que conforme se esparce, desde el
Niño Cero hasta ahora, ha sido causada por el contacto con una persona
infectada.
Mordidos
y arañados
Se ha
hablado de prohibir el consumo de carne silvestre, pero según expertos, eso
sólo la convertiría en mercadería ilícita.
La
caza de animales silvestres como alimento es también una antigua tradición,
explica el doctor Marcus Rowcliffe, de la Sociedad Zoológica de Londres.
"Es
una sociedad carnívora; existe la sensación de que si no tienes carne todos los
días, no has comido apropiadamente. Aunque se pueden conseguir otros tipos de
carne, tradicionalmente hay muy poca producción ganadera".
En
Ghana, por ejemplo, a donde no ha llegado el brote, es muy común la caza de
murciélagos de la fruta.
Para
entender cómo interactúa la gente con esta clase particular de carne silvestre,
los investigadores estudiaron las costumbres de casi 600 ghaneses.
Encontraron
que los cazadores usan varias técnicas diferentes para matar a sus presas,
incluidas las balas, las redes y las catapultas.
Todos
manipulan los murciélagos vivos, con lo cual tienen contacto con la sangre y a
veces son mordidos y arañados.
"Comida
saludable"
Estos
cazadores son, pues, quienes corren mayor riesgo de contagiarse de virus de los
murciélagos, explica uno de los autores, el doctor Olivier Restif, de la
Universidad de Cambridge.
El
trabajo también reveló que la escala del comercio de carne de murciélago en
Ghana es mucho más alta de lo que se creía: se matan y venden más de 100.000
murciélagos al año.
"Quienes
comen carne de murciélago rara vez son conscientes del riesgo potencial
asociado a su consumo. Tienden a considerarla comida saludable", comentó a
la BBC.
Este
sondeo fue realizado antes del actual brote, aunque el equipo señala que los
riesgos percibidos podrían ayudar a controlar futuras epidemias.
Mientras
hay un riesgo, este estudio ejemplifica que es bajo. El cálculo de más de
100.000 murciélagos consumidos no ha resultado en un solo caso de ébola en
Ghana.
Los
científicos también monitorearon poblaciones de murciélagos y encontraron muy
pocos animales con niveles detectables del virus.
Desde
el primer brote registrado en 1976, sólo ha habido 30 transmisiones
individuales de animales a humanos, según nuevas investigaciones que mapearon
todos los anteriores.
Pero
dado el origen animal del ébola, quizás no sorprenda que la carne silvestre sea
mencionada como un peligro básico asociado al brote.
Un
artículo de opinión en el New Scientist indica: "El brote de ébola es una
oportunidad de reprimir una práctica que causa tanto enfermedades como bosques
sin vida silvestre".
"Como
mínimo, los gobiernos deberían prohibir celosamente la caza y el consumo de
murciélagos y monos".
TheWashington
Post cuestionó "por qué los africanos siguen cazando y comiendo carne
silvestre pese al ébola".
Esta
cobertura mediática no sólo no ayuda sino que es peligrosa, advierte la
profesora Melissa Leach, antropóloga de la Universidad de Sussex.
"No
es una enfermedad que se disemine por comer carne silvestre. Hasta donde
sabemos, se originó en un evento de transmisión de un murciélago a un niño en
Guinea".
"Después
ha sido transmitida de humanos a humanos. La gente es más vulnerable al ébola
por interactuar con gente que por comer murciélagos".
Agrega
que la cobertura negativa de la carne silvestre "ha disuadido a la gente
de entender el verdadero riesgo de la infección".
Se cree que los murciélagos de la fruta son importantes portadores del virus del ébola, pero no muestran los síntomas. |
Sin
embargo, pese al actual brote, el hecho de que los murciélagos sean portadores
significa que siempre hay un riesgo de más infección.
Rowcliff
dice: "Para cualquier contacto el riesgo es bastante bajo, pero dada la
escala del contacto es inevitable que resurja el ébola u otras enfermedades
potenciales que porten los murciélagos".
"Puede
que los riesgos sean bajos, pero las consecuencias sean tan severas como las
que estamos viendo ahora", agrega.
Restif
concuerda, argumentando que debido al crecimiento de la población mundial,
aumentará el contacto con la vida silvestre, que suele ser "el primer
conductor de estos eventos".
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