La localidad de Pedernales, donde fue el epicientro, quedó "destruida", según informó el presidente Correa. |
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / BBC Mundo).- "Empezó como un bramido y como que se alzaba el piso,
fue fatal".
Las
palabras de Ramón Solórzano, un comerciante de 46 años de Manta, citado por la
agencia noticiosa Reuters.
"Las
calles están cuarteadas. No hay luz y el teléfono está colapsado", añadió.
"Estábamos
reunidos en la casa de un amigo y comenzó a temblar. Nos refugiamos en los
arcos de la casa y algunos fuera. Duró bastante", expresó Pepita De Lucca
al diario El Comercio.
El fuerte temblor se sintió también en Guayaquil, la segunda ciudad de Ecuador. |
La
gente estaba descontrolada evacuando del sector, se partieron vidrios, pedazo
de techos y todos nerviosos"
María
Jaramillo, en Guayaquil
"Aquí
andamos esperando las réplicas, la luz va y viene, se sintió bastante largo.
Fueron casi dos minutos".
Más
al sur, en Guayaquil, la segunda ciudad de Ecuador, también se sintió el sismo
con fuerza.
Mujeres lloran ante la devastación en la localidad de Pedernales. |
María
Jaramillo, estaba trabajando en un hotel de la ciudad: "La gente estaba
descontrolada evacuando del sector, se partieron vidrios, pedazo de techos y
todos nerviosos, salimos descalzos a la calle", dijo a Reuters.
Cifra
de víctimas "aumentará"
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El
fuerte temblor se sintió también en Guayaquil, la segunda ciudad de Ecuador.
El
presidente Rafael Correa dijo por el canal público de Ecuador, desde Roma:
"Todo se puede reconstruir, pero no se puede reconstruir las vidas
perdidas y eso es lo que más nos duele".
El
último reporte señala que hay 246 personas fallecidas por el terremoto y 2.527
heridos.
Sin
embargo, como declaró el vicepresidente Jorge Glas temprano en la mañana,
"esta cifra inevitablemente va a aumentar".
Glas
se dirigía a Manta, una de las ciudades afectadas donde una sobreviviente pidió
desesperadamente ayuda para rescatar a su familia que está atrapada bajo los
escombros.
"El
tercer piso nos cayó encima", dijo casi sin aliento. "Está mi
familia, está mi hermana, están mis hijos. Todos adentro, como ocho
personas".
Cuando
un reportero le preguntó si estaban muertos, contestó: "Creo que todos
porque estábamos en la misma dirección y nos cayó. ¡Ay, por Dios, que venga la
ayuda que venga el rescate! Necesito que vengan a remover los escombros. ¡Dios
mío, mis hijos...!"
"Nadie
hace nada"
Vanessa
Santos, otra madre en Portoviejo, provincia de Manabí, está en la misma trágica
situación.
"Necesito
encontrar a mi bebé ya van a ser cinco horas que está desaparecido", dijo
al canal local de televisión.
"Lo
que hice solamente es percatar a mi familia que está enterrada allí en el local
y mi bebé se soltó. Mi familia, mis hermanas mi cuñado mis sobrinos están
enterrados en el local. Nadie hace nada hasta ahorita".
Mi
familia, mis hermanas mi cuñado mis sobrinos están enterrados en el local"
Vanessa
Santos, en Portoviejo
Otro
sobreviviente en Portoviejo, Luis Alcívar, pasaba la noche a la intemperie, abrigado
con una manta: "Fue como, ya no sé, como si se nos fuera a acabar la
existencia...Diosito nos sigue adorando todavía".
El
vicepresidente Glas informó del desplazamiento de miles de efectivos del
ejército, la policía y bomberos para ayudar en el rescate.
"Tenemos
información de personas atrapadas, heridas, entre escombros en diversos
cantones y estamos realizando las labores de rescate", explicó.
"Oraciones
para nuestro pueblo, fuerza. Nos levantaremos de esta. Son momentos muy
difíciles", reconoció.
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