Se reportan dos muertos
LA
PAZ, BOLIVIA (ANB / Infobae.com).- La policía australiana tomó por asalto, el martes,
la cafetería en Sidney donde un hombre armado ha mantenido como rehenes a un
número indeterminado de personas por casi 15 horas, y se escucharon fuertes
disparos.
Momentos antes, se observó a seis
rehenes corriendo hacia la calle desde el interior del Lindt Chocolat Café en
el centro de Sydney, donde estuvieron retenidos por un iraní identificado como
Man Haron Monis. Autoproclamado jeque, dijo que actuaba en nombre del Estado
Islámico.
La policía se abalanzó sobre el
negocio poco después de la salida de los rehenes. Se vio luego cómo varios
agentes escoltaron a una mujer llorando y al menos otras dos personas eran
trasladadas en camillas.
"La operación ha terminado",
confirmó un vocero la Policía la madrugada del martes (hora australiana), pero
no reveló más detalles.
El saldo del rescate fue de dos
muertos, uno de ellos el terrorista islámico. Se desconoce aún si el otro fue
uno de los rehenes.
Antecedentes
El hombre retuvo a una docena de
personas en el café, donde fue colocada una bandera islamista. Cinco rehenes ya
habían logrado salir del lugar, ubicado en el centro de esta ciudad
australiana.
Decenas de policías armados
rodearon el Lindt Chocolat Café, un establecimiento situado en el distrito de
negocios de Martin Place, una plaza peatonal ubicada en el centro de Sidney.
Las imágenes de televisión
mostraron en las ventanas del café una bandera negra con la inscripción en
árabe "No hay otro Dios que Alá, Mohamed es el mensajero de Alá".
Imágenes publicadas por el canal 9
News muestran al presunto secuestrador con ropa negra, una mochila y un gorro
con lo que parecen inscripciones en árabe.
La Policía australiana contactó al
yihadista, quien aseguró que su secuestro era "pacífico". El primer
ministro de Australia, Tony Abbott, dijo que el secuestrador actuaba por
"motivaciones políticas".
"Este es un incidente muy
perturbador. Puedo entender las preocupaciones y ansiedades de la gente de
Australia", dijo Abbott a la prensa en Canberra.
Seis horas después del inicio de
la toma de rehenes, cinco personas -tres hombres primero y dos mujeres poco
después- salieron corriendo del café, según la Policía y un periodista de la
agencia AFP.
La cadena Channel Ten dijo que
había hablado con dos rehenes en el interior y que el secuestrador había hecho
dos demandas.
"Quiere que la bandera del
grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) le sea entregada
directamente en el café y su segunda petición es hablar con el primer
ministro", tuiteó la cadena.
"También dijeron (los
rehenes) que había cuatro bombas... dos dentro del café Lindt en Martin Place y
otras dos en el Sidney CBD", el barrio de negocios donde se halla el
local.
No hubo ninguna confirmación de la
Policía. Una fuente de ese cuerpo dijo, por otro lado, que al parecer no hay
heridos en el café.
"Todavía no pudimos confirmar
que se trate de un hecho vinculado al terrorismo", dijo por su parte
Andrew Scipione, jefe de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur.
La cantidad de personas retenidas
en el café era inferior a 30, según Catherine Burn, adjunta del jefe de
Policía.
La policía hizo evacuar la ópera
de Sidney, situada a poca distancia, aunque no confirmó si los dos incidentes
estaban relacionados.
Australia ha estado en alerta en
las últimas semanas por el temor del Gobierno de que algunos de sus ciudadanos
que luchan junto a los yihadistas en Irak y Siria puedan cometer ataques a su
regreso al país.
Temor a ataques terroristas
Patrick Byrne, un productor de la
cadena Channel Seven que trabaja en un despacho justo delante del café, explicó
lo que vio por la ventana.
"Fuimos corriendo a la
ventana y tuvimos la visión estremecedora de gente poniendo sus manos contra
los cristales", dijo a la Australian Broadcasting Corporation.
Martin Place es el centro
financiero de Sidney, donde están, entre otros, las oficinas del estado de
Nueva Gales del Sur, el consulado estadounidense y varios bancos.
Muchas tiendas decidieron cerrar
temprano y en las calles se veía mucha menos gente de lo habitual.
"Es triste pensar que esta es
mi casa y que eso podría pasar en cualquier sitio", dijo Rebecca Courtney,
que estaba en la zona.
Según el periodista Chris Kenny,
que estaba en el Lindt Café poco antes de que empezara la toma de rehenes, las
puertas automáticas habían sido desconectadas.
"Una mujer me dijo que
intentó entrar poco después de que yo saliera con mi café pero que las puertas
estaban cerradas", explicó al periódico The Australian, en el que trabaja.
El presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, ha sido informado de los hechos, indicó un vocero de la Casa
Blanca.
El incidente coincide con el
arresto en Sidney de un hombre de 25 años que, según las autoridades, podría
formar parte de un plan para cometer atentados en territorio australiano.
Su arresto forma parte de las
"investigaciones en curso para planificar un ataque terrorista en suelo
australiano y para facilitar el viaje de ciudadanos australianos a Siria para
participar en la lucha armada".
Por el momento se desconoce si la
detención y la situación en el café están relacionados.
En septiembre, el Gobierno decidió
aumentar el nivel de alerta por amenazas terroristas y la Policía llevó a cabo
operaciones antiterroristas en todo el país, en las que sólo se acusó a dos
personas.
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