FISCAL GENERAL DICE QUE NO ACEPTARÁN PRESIONES EN CASO DE LA RED DE EXTORSIÓN

SUCRE, BOLIVIA (ANB / Erbol).- El Fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero, manifestó este domingo que no aceptarán las presiones de ninguna autoridad de los órganos Ejecutivo y Legislativo en la investigación de la “red de extorsionadores”, donde se encuentran involucrados funcionarios públicos, fiscales y jueces.

 

“La ley reconoce que debe haber coordinación con los demás órganos (del Estado), pero en el marco de respeto; aquí no puede haber un ministro, viceministro o funcionario de tercer o cuarto nivel del Ejecutivo o Legislativo que esté ordenando a un fiscal”, afirmó.

Guerrero reiteró que no permitirá hechos de protección entre fiscales y jueces. No se consentirá subjetividades, con el fin de proteger o encubrir, en las investigaciones que se realizan a la “red de extorsionadores”, sino que procesaran a todas las personas independientemente del cargo que tengan, sostuvo.

La “red de extorsionadores” está acusada de influir en una decisión judicial para el encarcelamiento del empresario estadounidense Jacob Ostreicher, preso en la cárcel de Palmasola hace 17 meses sin sentencia.

Fiscalía sin control y autoridad

Guerrero informó que encontró al Ministerio Público desestructurado, sin institucionalidad, menos un proceso de seguimiento al trabajo de los fiscales. Las coordinaciones estuvieron “simplemente de adorno” y tampoco hay un reglamento administrativo, sotuvo.

“Parece anécdota, pero no existe una central telefónica, no existe un control de marcado biométrico (para el personal) y menos reglamentos de continuidad y seguimiento a los fiscales. (Hay) una desinstitucionalización total, falta de control y autoridad”, señaló.

Por tanto, estamos implementando un proceso de seguimiento a los fiscales para que no se crean “amo y señor de su caso”, además efectúen las imputaciones y los rechazos con objetividad. “No se tomen el tiempo que ellos quieran sino que procedan correctamente, con el fin de vitar hechos corrupción”, agregó.

Sucre, 9 diciembre 2012 – J.C.