Murillo indicó que el accionar del país estará supeditado a las reglas de juego que tiene el Mercosur y la inminente desaparición de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Loayza afirmó que las tasas arancelarias tendrían que subir, lo que obligaría a analizar las conveniencias de su adscripción.
El viernes pasado, el presidente Evo Morales dio el primer paso para convertirse en el sexto miembro del Mercosur, porque firmó el protocolo de adhesión. Esto significa que la acción debe procesarse durante cuatro años.
Según el protocolo, Bolivia ya pasa a ser miembro con voz en las cumbres del Mercosur, pero sin voto.
Visiones distintas
El excanciller Murillo sostuvo que el Mercosur y la CAN son dos procesos de integración distintos en materia de políticas comerciales y arancelarias.
“Es difícil adoptar dos aranceles externos comunes. Hay dos escenarios de corto y mediano y otro de largo plazo. En el corto, Bolivia al desvincularse de la CAN generará problemas de acceso a ese mercado. Hay tratamientos preferenciales donde el beneficio es para Bolivia y Ecuador y en el Mercosur la figura cambia”, afirmó.
La exautoridad dijo que la CAN corre el riesgo de desaparecer, debido a que Bolivia estaría imposibilitada de mantenerse en los dos acuerdos.
“Todo esto hay que confrontarlo con medidas. Hay que ver si en el largo plazo se constituye el Mercosur con un bloque de hacer acuerdos de cooperación con la UE. Todos deberíamos apostar a un solo bloque que sería Unasur. Este es el gran proceso y no desintegrarnos en subregiones. Ahora estamos confrontando dificultades de no haber tenido una visión de largo plazo”, agregó.
Armando Loayza
Loayza recordó que Bolivia tiene que seguir apostando a la CAN porque tiene serios intereses comerciales en su cadena de oleaginosas.
“Aceptar el arancel del Mercosur va a suponer que elevemos los aranceles, será difícil. Bolivia no tiene porqué subvencionar los proteccionismos de los colosos. Chile no quiso aceptar subvencionar la incompetitividad del proteccionismo. Eso le pasará a Bolivia. Va a tener que abandonar las facilidades para someterse a la tarifa del Mercosur”, enfatizó.
El exrepresentante diplomático recordó que sin estar en el Mercosur, Bolivia tiene tratos con sus países miembros. Mencionó a Brasil, Argentina y Paraguay. Con este último en la problemática del río Pilcomayo.
“De ahí que decidamos de manera sorpresiva e inconsulta entrar al Mercosur. Es una decisión inconsulta pero que hay posibilidad de atenuar sus efectos”, mencionó.
Loayza indica que en el proceso de adhesión, si el país siente que los efectos no son buenos, puede frenar su incorporación.
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