LA
PAZ E ISIBORO SÉCURE, BOLIVIA (ANB / ABI).- Sesenta y nueve
asambleas de los pueblos Mojeño-Trinitario, Chimane y Yuracaré que habitan el
Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), se pronunciaban
desde el domingo, en el marco de una inédita Consulta democrática que se
extenderá por espacio de casi 4 semanas hasta el 25 de agosto, sobre el futuro
de esa reserva natural en el nordeste amazónico de Bolivia, por donde el
gobierno de Evo Morales proyecta tender una carretera.
El tema central de la Consulta es la
intangibilidad del TIPNIS.
Facultada por ley en sujeción a la
Constitución boliviana, la Consulta arrancó en las comarcas de Oromomo y San
Miguelito, en los departamentos Beni (nordeste) y Cochabamba (centro)
respectivamente y bajo la observación de la Organización de Estados Americanos
(OEA) y la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR).
El delegado de la OEA en el TIPNIS, Enrique
Reina, destacó la Consulta como expresión de madurez y profundización de la
democracia en Bolivia.
"Este interesante proceso de
profundización democrática y un proceso novedoso en el que las comunidades
definirán temas ligados a su propio desarrollo", sostuvo al tiempo de
poner en relieve que "el pueblo boliviano en general ha entendido con
madurez el tema democrático y ha generado procesos de manera pacífica y
procesos en el que puede transformar su propia democracia".
Por su parte el representante de Venezuela
ante la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Pedro Sassone, calificó la
Consulta de proceso inédito e histórico para Sudamérica.
"Este es un proceso histórico, inédito
en Sudamérica, por lo tanto se podría decir que se está haciendo historia
hoy", indicó.
El Organo Electoral Plurinacional (OEP)
coadyuva con los ministerios de Obras Públicas y Medio Ambiente y Agua en la
realización de la Consulta facultada por una ley de febrero último que
sobrevino a otra que 4 meses antes había consagrado, tras presiones de la
otrora dirección de la Confederación de Pueblos del Oriente Boliviano (CIDOB),
la intangibilidad del parque.
El ministro de Obras Públicas, Vladimir
Sánchez, y su colega de Medio Ambiente y Aguas, Felipe Quispe, destacaron por
separado la valía democrática de la Consulta.
Sánchez, garantizó, por cuenta del Estado
y el gobierno de Morales, la otorgación de la más absoluta de las
transparencias durante el desarrollo de la Consulta.
"Este acto va a ser un acto pulcro, un
acto democrático, un acto limpio, un acto honesto, porque así exigen nuestras
normas, la Constitución (boliviana) Ese es nuestro compromiso y lo vamos a
cumplir", afirmó
Agregó que la Consulta constituye una prueba
de fuego para la profundización del estado de derecho y, también, paso crucial
a la democracia participativa en Bolivia.
"En el Estado Plurinacional estamos
pasando de la democracia representativa a la democracia participativa y es
precisamente este acto que pone en prueba la participación mucho más profunda,
la profundización de la democracia, por eso es un hecho importante",
destacó.
A su vez Quispe la presentó como un proceso
de diálogo entre el Estado y los habitantes de esa reserva natural.
"El proceso de la Consulta será un
proceso de diálogo intercultural, horizontal y fundamentalmente participativo
entre el Estado Plurinacional de Bolivia y los tres pueblos indígenas. El del
diálogo es para hablar del desarrollo integral", dijo.
Por el lado de los consultados, el
presidente de la Subcentral del TIPNIS, Carlos Fabricano, aseguró que el Estado
hará realidad las necesidades de los nativos de esa región mediante el proceso
de Consulta.
"Ustedes son conocedores que estamos acá para poder reclamarle (al
Estado) de esta necesidad tan grande que tenemos como el agua potable, pero hoy
el Estado lo va hacer realidad", sostuvo.
Por último, la vicepresidenta del Tribunal
Electoral Departamental del Beni, del OEP, Jenny Dely, afirmó que el proceso de
Consulta contribuye al fortalecimiento de la cultura democrática y la
construcción de un nuevo Estado en Bolivia.
"Este proceso sin duda contribuye al
fortalecimiento de la cultura democrática y a la construcción de un nuevo Estado
democrático", sostuvo.
La Consulta como hecho fáctico a las
comunidades indígenas del TIPNIS suerte de trapecio geográfico invertido y
deformado, de vértices pronunciados y puntiagudos emplazado entre los
departamentos bolivianos de Beni (Amazonia) y Cochabamba (subandino) la
impulsan 15 brigadas, cada una conformada por sendos representantes de los
ministerios de Obras Públicas y de Medio Ambiente y Agua, 3 facilitadores
indígenas que apoyarán el proceso de consulta y traducción y un encargado de logística,
que recorrerán en 27 días los casi 1,1 millones de hectáreas de la extensión
territorial del TIPNIS.
Se trata de la construcción consultada
participativa, variante alternativa de la democracia representativa, de un
acuerdo entre el Estado y los pueblos del TIPNIS para el tendido o no de una
carretera por este espacio geográfico designado Parque Nacional en 1965;
Territorio Indígena en 1990 y Tierra Comunitaria de Origen en 1997, calidad que
fue ampliada al espectro nacional en 2009.
El proceso de Consulta, que enfrentó antes
de su estreno la oposición de algunos dirigentes de la zona, oenegés y partidos
de derecha y centroderecha que adversan las políticas del Presidente indígena
de izquierdas, comenzó hacia las 13h00 locales en Oromomo.
El proceso de consulta a asambleas
comunales, sujeto a las tradiciones políticas de los pueblos indígenas de las
tierras tórridas nordestinas de Bolivia, comenzó con la fase de preparación de
la consulta, que dará paso a la
instalación y desarrollo de la consulta misma y que cerrará con la
construcción de acuerdos concertados.
Trata, la Consulta, de un diálogo
intercultural y horizontal que permita concertar un "acuerdo entre el Estado y los pueblos indígena
Mojeño-Trinitario, Chimane y Yuracaré", según su protocolo que subraya
" medidas de salvaguarda" para la protección del TIPNIS, así como el
"desalojo inmediato de asentamientos ilegales" dentro de la línea
demarcatoria de la reserva.
Los opositores a la construcción de la carretera Villa
Tunari-San Ignacio de Moxos afirman que la vía canalizará una migración de
sembradores de coca y narcotraficantes al interior del TIPNIS.
El Gobierno restó crédito a tales
pronósticos.
El Presidente denunció que los opositores a
la construcción de la vía que unirá los actualmente inconexos departamentos de
Cochabamba y Beni responden a intereses privados de explotadores de maderas
preciosas, de comercio ilegal de cueros de saurios y empresas de turismo de
aventura extranjeras que operan en la región.
Adalid de los derechos de la Madre Tierra y
criticado en contrario por su decisión de tender el camino por medio de la
Reserva, que denuncia de haber sido despojada hace tiempo de tal calidad, dada
la explotación ilegal de los recursos y riquezas que entraña, el mandatario se
ha dicho dispuesto a ofrendar su vida si los argumentos de sus opositores, que
entre mayo, junio y parte de julio marcharon entre las ciudades de Trinidad y
La Paz, para evitar la Consulta, fueran nobles.
Bolivia, que nació a la vida independiente
con más de 2 millones de km2, y que producto de su inconexión interna perdió la
mitad de tal territorio en guerra con sus vecinos, es uno de los países de la
región que más carece de carreteras y cuya historia consigna movimientos de
sesgo político que le privaron de tender vías de comunicación acordes a su
necesidad de desarrollo.
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