LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Si algo caracterizó a Julio César Baldivieso como entrenador
ha sido trabajar en la parte motivacional. Un ejemplo para tener la idea clara:
el año 2008 se hizo cargo de Aurora, equipo que al cabo de la primera rueda
rondaba por la zona del descenso y algunos
meses después, en una final de infarto, le ganó a Blooming por la vía de los
penales y consiguió el primer título de su historia liguera.
Otra
de las características de los planteles que dirige es que tiene preferencia por
saltar líneas, teniendo siempre un referente de área, principalmente como
pivot. Desde el punto de vista del sistema, ha dejado en claro que el
4-4-2 es el que mejor resultado le ha
dado.
Entre
otros logros como entrenador está la clasificación de Nacional Potosí a la Copa
Sudamericana y que San José volviera a la Copa Libertadores de América. Con el
equipo orureño formó uno de los conjuntos más goleadores de la historia de la
Liga, con un promedio de tres goles por partido.
Los
malos momentos de Baldivieso tienen que ver con la poca fortuna que ha tenido
al frente de Wilstermann y la poca continuidad que ha tenido en los clubes que
comandó.
Que
es un entrenador que se arriesga, lo dice el hecho de que haya hecho debutar a
su hijo cuando apenas contaba con doce años de edad.
Baldivieso
ha preferido siempre al elemento nacional sobre el extranjero y en varias
oportunidades ha sido crítico en ese sentido con quienes han tenido la idea
contraria.
En el
medio cuenta con un enorme respaldo de parte de la afición y en los sondeos de
opinión siempre figuró como el número uno.
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