LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Información de PIEB).- La nación guaraya en Bolivia ya planteaba en el siglo XVIII una
república indígena en respuesta al poderío de los hacendados y se resistió más
que otros pueblos de tierras bajas a la conversión católica, según el libro
“Fray José Cors: Noticias de Guarayos, 1875”, editado por los investigadores
guaraníes Elías Caurey y Elio Ortiz, basado en el manuscrito del misionero
jesuita.
El manuscrito
del diario del misionero jesuita –escrito entre 1840 y 1875– , bajo resguardo
del Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, en Sucre, fue la principal
fuente del trabajo presentado recientemente ante el Consejo Educativo del
Pueblo Indígena Guarayo (CEPIG) y la población del municipio de Ascención de
Guarayos del departamento de Santa Cruz.
Según el
antropólogo y sociólogo Elías Caurey, la importancia del libro radica en
rescatar la síntesis de la nación guaraya que ofrece el jesuita en su diario a
través de una descripción etnográfica de lo que era la misión religiosa en la
región, sobre la fauna y flora existentes en el territorio, sobre usos y
costumbres guarayas, su mitología y sus relaciones con sus vecinos Sirionó y
Chiquitanos, entre otra información.
“Es un texto
bastante rico porque muestra al guarayo desde dos puntos de vista; si bien es
religioso el autor, pero también tiene un alto contenido social y
antropológico, es un texto que para todo guarayo es básicamente una referencia,
una descripción de los dirigentes de entonces, del territorio, de los ríos y
árboles”, indicó.
Caurey, que
también es técnico del Consejo Educativo de los Pueblos Originarios de Bolivia
(CEPO), afirmó que el libro basado en el diario de Cors se constituye en un
texto fundamental para el diseño de la nueva curricula escolar regionalizada
del pueblo guarayo, en el marco de la ley educativa.
“Al leer el
texto de José Cors nos damos cuenta que los guarayos planteaban entonces una
república guaraya. Se nota que había una reivindicación política muy fuerte
porque ante el poder del hacendado y de los colonizadores comenzaron a trabajar
en la idea de la república”, afirmó al Periódico Digital PIEB.
Otro aspecto muy
importante es el proceso que describe el jesuita en la consolidación de la
misión guaraya en Ascención de Guarayos. De hecho, el próximo mes de mayo se
cumple el bicentenario de la misión guaraya en esa región, por lo que el
investigador considera muy oportuna la nueva publicación.
“Es fundamental
darle una lectura a José Cors y el desafío para que los investigadores guarayos
empiecen a re-escarbar su pasado para que a partir de estos datos se recupere
la memoria colectiva de la gente que se ha ido perdiendo con el tiempo. Por
ejemplo, el misionero escribió sobre los mitos de la creación del hombre
guarayo y sus dioses, por eso es fundamental para entender este mundo desde la
perspectiva guaraya”, señaló.
Rezaban y se sentían libres
En el análisis
del comunicador social y antropólogo Elio Ortiz, el manuscrito del sacerdote
--quien además fue protagonista de las misiones--, es un relato y descripción
del pueblo guarayo que transita por más de 30 años, por lo que es fundamental
para comprender al guarayo de entonces y al actual.
“Hablaba de la
conversión de los indios (a la religión católica) y cómo escapaban de las
misiones porque no querían ser convertidos, de cómo eran atrapados y cómo se
escapaban de nuevo, sus ritos de canibalismo que son fundamentales para
comprender la cultura guaraya en la actualidad”, señaló.
Sin embargo, el
investigador señala que en el texto de Cors se puede percibir cómo el pueblo
guarayo se refugia en las misiones para no ser sometido por los colonizadores
de la época en un instinto de sobrevivencia, “pues si no hubiesen sido las
misiones hubieran pasado cosas desastrosas (con los guarayos), como les sucedió
a los guaraníes”.
“Pero lo que
intenta de sobremanera mostrar el indígena de tierras bajas, es que al adoptar
la misión cristiana, han movido ciertos parámetros pero no para convertirse,
sino para seguir siendo ellos mismos, decir que son cristianos pero como nadie
más (de afuera) entiende lo que está rezando, son dueños de su lengua, y ese es
uno de los factores importantísimos para sentirse libres”, explicó.
Elio Ortiz le
dijo a este medio que el manuscrito original fue encontrado por casualidad,
pero luego de sacar algunas copias y ver la importancia del documento, se
planteó junto a Caurey un trabajo de investigación, con el fin de hacer
comparaciones lingüísticas.
“En el texto se
utiliza lengua muy antigua, entonces se tuvo que ir a Urubichá y Ascención de
Guarayos para buscar profesores para que nos ayuden a entender la grafía de la
época; la mayoría, es decir el 80 por ciento, entendieron el lenguaje, pero los
profesores más jóvenes dijeron desconocer muchas palabra”.
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