Mujeres
y pobreza
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- El Ministro de Gobierno, Carlos Romero, el Representante de la
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla
en inglés), Antonino De Leo, y el Representante del Grupo del Banco Mundial en
Bolivia, Nicola Pontara, presentaron el 1 de diciembre la producción artística
denominada "Obrajes", con el propósito de sensibilizar a la población
nacional sobre la vulnerabilidad de las mujeres privadas de libertad, desde una
mirada universal, y promover políticas criminales integrales en línea con los
estándares internacionales.
"Obrajes"
es parte de un trabajo de acompañamiento que la UNODC viene realizando al
Ministerio de Gobierno para una reforma penitenciaria como parte de una
transformación estructural del sistema de justicia penal y de prevención del
delito en Bolivia.
La
producción artística "Obrajes" recoge testimonios y vivencias de doce
mujeres privadas de libertad, desde una perspectiva humana universal, cuyo
atractivo es local, regional y global a la vez. Este material audiovisual de
alta calidad se grabó en octubre del 2015 en el Centro de Orientación Femenino
de Obrajes (COF) en La Paz. La producción de "Obrajes" ha sido concebida
como un objeto dinámico que coloca al espectador en una posición de actor. Esta
obra rompe la relación habitual entre lo visual y lo auditivo, a la vez que
busca el contraste entre las voces ─grabadas en un ambiente de intimidad─ y las
imágenes estáticas, tomadas desde el exterior de la cárcel.
También,
"Obrajes" es el primer producto del "Proyecto de sensibilización
sobre la realidad de las personas privadas de libertad". En la segunda
fase, el proyecto se concentrará en el hacinamiento carcelario. La tercera y
última fase se enfocará en los adolescentes y jóvenes en conflicto con la ley.
Esta
obra fue producida por el Grupo del Banco Mundial, la Embajada de Dinamarca, la
UNODC y su autor, el reconocido artista, fotógrafo, documentalista, escritor y
ex Embajador de Buena Voluntad de la UNODC, Alessandro Scotti, en coordinación
con el Ministerio de Gobierno y la Dirección General de Régimen Penitenciario.
Numerosos
estudios además demuestran que el encarcelamiento afecta desproporcionadamente
a personas que viven en situación de pobreza. La mayoría proviene de sectores
sociales de clase baja, son analfabetas o tienen una educación limitada, cargan
con una historia de desocupación y han carecido de vivienda, lo que a su vez
contribuyó a separar a sus familias, al abuso de drogas y alcohol, entre otros
comportamientos destructivos que llevan a la marginalización socioeconómica.
El
Representante de la UNODC manifestó que, según datos del Centro Internacional
de Estudios Penitenciarios, actualmente 700.000 mujeres y niñas se encuentran
recluidas en instituciones en el mundo, ya sea con detención preventiva o con
sentencia, sobre un total de 10,3 millones de personas privadas de libertad.
Indicó que la población carcelaria femenina ha crecido mucho más rápido
(+50,2%) que la masculina (+18,1%) desde el año 2000.
Según
datos de la Dirección General de Régimen Penitenciario, hasta octubre de 2016,
en Bolivia, 15.656 personas estaban privadas de libertad, de las cuales el 91,7
por ciento son hombres y el 8,3 por ciento son mujeres. Comparativamente, la
tasa promedio de mujeres privadas de libertad es del 6,8 por ciento a nivel
mundial y del 6,1 por ciento en América Latina. "Entonces, no debemos
olvidar que en Bolivia aún se está penalizando de manera excesiva a las mujeres
en relación a las tendencias regionales y mundiales", aseveró De Leo.
Es
importante recordar que, en Bolivia, las mujeres mujeres privadas de libertad
por delitos relacionados con drogas representa el 39% de la población femenina
reclusa, cifra que comprende poco más del triple del promedio mundial. También,
este dato representa el doble de la proporción de hombres privados de libertad
en Bolivia por delitos similares.
Al
respecto, De Leo destacó la reforma de Costa Rica a su normativa antidroga como
una buena práctica a nivel regional en línea con los estándares internacionales
porque tiene el propósito de reducir la pena y brindar acceso a beneficios
penales para mujeres procesadas por haber ingresado droga a la cárcel y que se
encuentren en claras condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Esta modificación
legislativa incorpora la perspectiva de género, considera las condiciones
socioeconómicas y de salud de las personas como circunstancias atenuantes y no
establece una pena mínima para estos delitos.
A las
circunstancias de vida de las mujeres privadas de libertad, se suma la
percepción generalmente negativa de la sociedad hacia estas personas. Los
legisladores y administradores penitenciarios que promueven cambios se
enfrentan a veces con la visión punitiva y estrecha del encarcelamiento que
prevalece dentro de la sociedad.
El
creciente número de mujeres privadas de libertad muestra la necesidad de
revisar las políticas y prácticas que conducen al incremento del
encarcelamiento de la mujer, que tiene un impacto negativo, no sólo en las
propias mujeres, sino en sus familias y más específicamente en un gran número
de niños. Se debe tener en cuenta que las razones más comunes para la detención
y el encarcelamiento de mujeres en todo el mundo son por delitos no violentos,
por lo cual, su privación de libertad no incide en mejorar la seguridad
ciudadana.
En la
oportunidad, Nicola Pontara dijo que la población penitenciaria, especialmente
de los centros femeninos, está expuesta a contextos muy frágiles en los que las
oportunidades parecen estar ausentes. Agregó que el Grupo del Banco Mundial
apoya al gobierno boliviano en la visibilización de esta problemática, dirigida
a reformar el sistema penitenciario en sintonía con las políticas estatales y
estándares internacionales.
Por su
parte, el Ministro de Gobierno manifestó que "estamos en tiempos en que la
justicia restaurativa es el elemento doctrinal fundamental para enfocar una
política criminal. Es decir, reparar el daño causado antes que concentrarnos en
una medida persecutoria punitiva". Sostuvo que, si bien las medidas punitivas
son populares, éstas no resuelven los problemas inherentes a la criminalidad.
"Las mujeres son las más expuestas a ser utilizadas por organizaciones
criminalizadas, como es el comercio de droga", añadió.
El
Representante de la UNODC en Bolivia, Antonino De Leo, a tiempo de exhortar a
toda la población a ser parte activa del proceso de reforma del sistema penal
boliviano, invitó al público en general a la exposición de la producción
artística “Obrajes”, en los salones del Centro Cultural de España en La Paz,
ubicado en la Av. Camacho Nro. 1484, de lunes a viernes en los horarios de
09:00 a 12:00 y de 15:00 a 20:00.
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