Los
equipos son propensos a incendiarse
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Las acciones de Samsung se desplomaron este lunes a su menor
nivel en casi dos meses, después de que el gigante tecnológico dijera a sus
clientes que apaguen y devuelvan sus nuevos teléfonos Galaxy Note 7 debido a
que sus baterías son propensas a incendiarse.
Los
inversores habían borrado 15,900 billones de wones (14,300 millones de dólares)
de la capitalización de la firma surcoreana para las 03:03 GMT del lunes, luego
que una serie de advertencias de reguladores y aerolíneas en el mundo
aumentaron la preocupación por el futuro del dispositivo de referencia.
"Algunos
dijeron al principio que el Galaxy Note 7 podría ser el mejor 'smartphone'
hecho nunca, pero ahora es posible que sea el peor teléfono jamás
fabricado", dijo el analista de IBK Securities Lee Seung-woo, quien además
estimó que la empresa reportará débiles ventas en el cuarto trimestre.
Las
acciones de Samsung cerraron este lunes con un declive de 6.98%, su mayor caída
diaria en más de cuatro años y cerca de su menor nivel desde el 12 de julio.
Los
analistas dijeron que el retiro del mercado podría arruinar las ventas del
Galaxy Note 7 y tener un impacto duradero en la imagen de la compañía, lo que
podría descarrilar su recuperación en la cuota de mercado de teléfonos
avanzados frente a rivales como Apple.
El líder global en "smartphones"
instó el sábado a que todos sus clientes apaguen sus Galaxy Note 7 y los
devuelvan lo antes posible, como parte de un retiro iniciado voluntariamente el
2 de septiembre.
El 2
de septiembre el fabricante ya había llamado a revisión esta "phablet"
(híbrido de teléfono y tableta) porque en algunos casos sus baterías
defectuosas pueden incendiarse durante la carga.
Desde
entonces varias compañías aéreas han prohibido el uso del teléfono en sus
aviones y la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor (CPSC) de
Estados Unidos ha pedido que se dejen de usar.
"La
situación de Samsung es cada vez más seria y complicada a medida que más
autoridades de todo el mundo piden a sus ciudadanos que dejen de usar el Note
7", indicó Hwang Min-Sung, un analista de Samsung Securities.
Las
consecuencias de la retirada del teléfono —del que hasta ahora se han vendido
2,5 millones de ejemplares en diez países— podría suponer pérdidas colosales,
según este experto.
El
caso afecta gravemente a la imagen de la marca, en un contexto de competencia
feroz a la vez con el iPhone del estadounidense Apple y con los teléfonos
chinos de bajo precio.
Los
teléfonos móviles son una de las actividades principales de Samsung, que también
produce electrodomésticos y chips de memoria.
Según
el responsable de la división de telefonía de Samsung, Koh Dong-Jin, el
porcentaje de aparatos defectuosos es de 24 por cada millón y se necesitarán
dos semanas para sustituirlos.
"Estamos
pidiendo a los usuarios que apaguen sus Galaxy Note 7 y que los cambien lo
antes posible", dijo Koh en un comunicado difundido el sábado e indicó que
Samsung está "colaborando con los organismos reguladores nacionales"
en todo el mundo.
También
aconsejó a los consumidores que usen teléfonos de reemplazo que prestará la
propia compañía hasta que reciban un nuevo Note 7 con baterías sin riesgo.
Samsung
se ha comprometido a empezar a entregar teléfonos nuevos a sus clientes
surcoreanos a partir del 19 de septiembre.
El
riesgo de las baterías llevó en los últimos días a varias compañías aéreas y
autoridades aeroportuarias de Australia, Canadá, Japón, Singapur, Indonesia e
India a prohibir el uso del Note 7 en sus aviones.
Mientras
tanto, se han dado a conocer nuevos casos de explosión, como el de un teléfono
que estalló en una habitación de hotel en Australia o de otro que provocó
presuntamente el incendio en un coche en Estados Unidos.
En
este último caso, con mucha repercusión mediática, un hombre de Florida asegura
que su coche se incendió después de haber dejado dentro un Galaxy Note 7
cargándose. Las imágenes difundidas en las redes sociales muestran un
todoterreno en llamas.
Samsung
dijo estar al corriente de los dos casos y que está colaborando con las autoridades
en Estados Unidos.
Samsung
usa baterías fabricadas por varias compañías, entre ellas su filial Samsung
SDI. Por el momento la empresa se ha negado a identificar al fabricante de las
baterías defectuosas pero indicó que no hay problemas en los teléfonos vendidos
en China, que tienen baterías de otro proveedor.
La
crisis del Note 7 coincide con un momento delicado dentro de la compañía por la
enfermedad de su vicepresidente Lee Kun-Hee, retirado temporalmente tras sufrir
un ataque al corazón en el 2014.
Este
lunes el consejo de administración propuso nombrar a su hijo, J.Y. Lee, como
nuevo miembro del órgano directivo "para que tenga un papel más activo en
las decisiones estratégicas de la compañía".
Texto:
El Economista
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