LA SOLEDAD
PAISES BAJOS (ANB / BBC Mundo).- El 21 de noviembre de 2013, el cuerpo de una mujer de 74 años fue encontrado en su casa de Rotterdam. Llevaba muerta 10 años. Se llamaba Bep de Bruin.
Nacida en lo que eran las Indias
Orientales Neerlandesas, se mudó a Países Bajos de adolescente. Después de
sufrir una experiencia traumática de joven, perdió el contacto con su único
hijo.
Por ello cuando falleció, en
algún momento de 2003, nadie se dio cuenta. Su pensión se pagaba
automáticamente en su cuenta bancaria, de donde a su vez se cobraba el alquiler
de su vivienda.
Solo se descubrió el cuerpo de
Bep cuando un ingeniero de gas tuvo que ingresar a su departamento. La policía
se hizo paso en medio de una montaña de cartas, que más tarde ayudaron a
precisar la fecha estimada de su muerte.
El evento motivó a la ciudad a
actuar. Un político local, Hugo de Jonge, le dijo a una estación de TV local
que el hecho fue una “imagen conmovedora de cuán grande puede ser la soledad en
una gran ciudad”.
De Jonge creó un esquema donde
voluntarios se ofrecían a visitar a todos los residentes de la ciudad de más de
75 años, y ayudaban a aquellos que necesitaban volver a crear vínculos.
Cuando De Jonge fue nombrado
ministro de Salud, Bienestar y Deportes, continuó con la causa, y lanzó una
iniciativa nacional para abordar la soledad entre los ancianos en 2018.
Estadísticas recientes muestran que podría estar dando resultados.
Trabajo en equipo
Es difícil encontrar cifras
globales confiables, pero el año pasado la primera encuesta a nivel de la Unión
Europea reveló que alrededor de una de cada ocho personas se siente sola la
mayor parte del tiempo, mientras que un tercio se siente sola al menos parte
del tiempo.
Sin embargo, se descubrió que
Países Bajos tienen uno de los niveles de soledad más bajos de Europa.
La soledad es un problema
complejo, con causas que van desde habilidades sociales deficientes hasta
grandes cambios en la vida y el aislamiento. También existe una fuerte
asociación entre la soledad y la mala salud física y mental.
La iniciativa nacional, que se
llama Een tegen eenzaamheid, o, en español, “Uno contra la soledad”, cuenta con
consejeros que visitan las municipalidades, para ayudarlas a crear planes de
acción. También las alientan a formar redes para combatir la soledad, con
profesionales de la salud, voluntarios y empresarios.
Esto ha sido replicado a nivel
nacional, con la creación de la Coalición Nacional Contra la Soledad.
Entre sus miembros hay desde
bancos hasta supermercados y organizaciones de caridad y clubes deportivos e
instituciones culturales, que se reúnen dos veces al año para compartir ideas y
buscar formas de trabajar en equipo.
"Mucha gente quiere hacer
algo", señaló De Jonge en un panel de TV cuando se lanzó el proyecto.
“Podríamos decir que se ha creado un movimiento hermoso con muchas
iniciativas”.
Cajas para conversar
El plan ha inspirado una serie de
ideas innovadoras en lugares inesperados. Por ejemplo, la cadena de
supermercados Jumbo cuenta ahora con kletskassa especiales o "cajas
parlanchinas" en decenas de sus tiendas.
Los clientes que quieran pasar el
rato en la caja sin prisas pueden incorporarse a un carril amarillo especial
para comprar la comida. Está muy lejos de las filas de las impersonales
máquinas de autopago.
Entretanto, el servicio postal
nacional, Post NL, ha desarrollado un plan voluntario por el cual los
trabajadores postales pueden informar de un residente que creen que puede estar
sufriendo dificultades.
"Nuestros carteros pueden
considerarse como un par de oídos y ojos más en el vecindario", afirma
Thijs Kerckhoffs, director de Impacto Social.
Al cartero se le dan indicaciones
de qué debe observar –si las cortinas están cerradas por más tiempo de lo
habitual, si hay mucho correo acumulado-, luego deben completar un formulario
con los detalles del residente, que más tarde se pasan a otra organización.
“Al cartero no le dice el
resultado del caso por razones de privacidad, pero se queda con la conciencia
tranquila de que ha compartido su preocupación”, comenta Kerckhoffs.
El esquema funciona actualmente
en 19 municipalidades. Cerca de 50 alertas en tres años fueron enviadas en
Rotterdam –donde se encontró el cuerpo de Bep de Bruin- y todas estaban
fundamentadas, según organizaciones de bienestar locales.
Amigos de cuatro patas
El sitio web de “Uno contra la
Soledad” también promueve organizaciones sociales que puedan demostrar su
eficacia, lo que anima a los municipios a incluirlas en sus planes.
Una llamada Oopoeh recibe ahora
financiación de las cuatro grandes ciudades de Países Bajos.
Tienen un sitio en internet que
conecta a adultos mayores que desean cuidar una mascota con dueños de perros
que están ocupados. Es gratis para personas mayores, con un pequeño cargo para
los dueños de perros.
"Algunos de nuestros
clientes temen que un perro les sobreviva o que no tengan dinero para pagar las
facturas del veterinario", dice su directora, Ellen Groneman.
"Esto les permite tener un
perro a tiempo parcial. Les ayuda en términos de salud física y mental y a
conocer gente de su barrio".
Theo Nienhuijs, de 74 años, se
conectó con Jeanette y su perro Bickel.
"Cuando llegas a los 70
años, puedes perder tus conexiones", me dice mientras paseamos a Bickel
por el parque.
"Bickel es un perrito muy
dulce y atrae a la gente. Ahora la gente me reconoce y me saluda. También he
formado un fuerte vínculo con Jeanette. Si tuviera un problema, ella estaría en
el primer lugar de mi lista para llamar por teléfono".
Una encuesta independiente
refleja la experiencia de Theo de manera más amplia. Encontró que tres cuartas
partes de los usuarios de Oopoeh dijeron que su salud física y su contacto
social habían mejorado.
Soledad entre los jóvenes
En 2018, la iniciativa nacional
contra la soledad se centró específicamente en ayudar a adultos mayores como
Theo. Sin embargo, pronto se hizo evidente que el problema tenía un alcance
mayor.
Oma’s Soep –un empresa de sopas
que dedica la mitad de sus ganancias a financiar sesiones de cocina con adultos
mayores y estudiantes voluntarios- notó también que los estudiantes se
beneficiaban tanto como los ancianos.
"Empezamos el proyecto
debido a la soledad de las personas mayores, pero nos dimos cuenta de que
también hay muchos jóvenes solitarios, como cuando se mudan de ciudad para
estudiar", dice Martijn Canters, copropietario de la compañía.
Así que en 2022, el programa “Uno
contra la soledad” se expandió para incluir a toda la sociedad y ahora cuenta
con 196 socios.
"Nuestros socios nos dijeron
que la atención a las personas mayores era demasiado limitada. La soledad la
puede sentir cualquiera", dice Mischa Stubenitsky, portavoz del Ministerio
de Salud.
Actualmente se están llevando a
cabo proyectos de investigación que analizan otros grupos de alto riesgo,
incluidos los cuidadores informales, los inmigrantes mayores y los
adolescentes.
La exconsejera juvenil Jolanda
van Gerwe dijo que estaba contenta de que el gobierno hubiera reconocido que
los adolescentes también estaban experimentando dificultades.
Hace unos años, creó un club
juvenil llamado Join Us (Únete) específicamente para adultos jóvenes que tienen
dificultad para formar conexiones significativas.
"Ayudamos a los adultos
jóvenes a superar los pensamientos negativos sobre sí mismos y desarrollar su
autosuficiencia y sus habilidades sociales", dice.
Las sesiones están dirigidas por
un trabajador juvenil capacitado, que ayuda a cada miembro a establecer
objetivos que pueden practicar en el club juvenil.
"Yo tenía problemas para
reunirme con la gente y hablar. Simplemente me daba una ansiedad
increíble", dice Luke, de 23 años. "Pasaba muchas noches en casa sin
tener a nadie a quien llamar o con quien hablar".
Luke dice que lo hicieron sentir
bienvenido en el grupo. "Es bueno tener un lugar donde puedo pasar el rato
y me ha ayudado a sentirme mejor conmigo mismo".
El estigma de la soledad
Actualmente hay grupos como estos
en 77 municipalidades. Jolanda dice que la expansión ha sido lenta debido al
limitado presupuesto.
Sin embargo, la campaña nacional
está ahora ofreciendo subsidios para las regiones que quieran contar con ellos.
Todos los proyectos lidian con el
estigma: muchos todavía creen que la soledad es una suerte de falla personal,
más que un problema de la sociedad.
Distintos grupos lidias con esto
de diversas maneras. Los trabajadores sociales de Únete son alentados a
compartir sus propias experiencias ligadas a la soledad para ayudar a
normalizarla.
No obstante, algunas
organizaciones como Oopeh y Omas’s Soep apenas mencionan el tema, para no
alejar a sus posibles miembros. “A nadie le gusta decir que se siente solo”,
explica Martijn Canters de Oma's Soep.
Todos los años, Uno contra la
Soledad trata de hacer que la gente hable del tema durante la Semana Nacional
de la Soledad.
Cientos de eventos especiales se
organizan en todo el país. La reina Máxima de Países Bajos participó en uno de
ellos en un taller de Oma’s Soep.
Aunque la soledad continúa siendo
un tema preocupantes en Países Bajos, Mischa Stubenitsky cree que están en el
camino correcto.
“La solución radica en la
colaboración. Para abordar (la soledad) toda la sociedad puede y debe
contribuir"”, dice.
Estos grupos esperan que la
historia de Bep de Bruin no se repita.
“Yo vivo solo y solía bromear con
mi vecino de arriba: ‘Toma un juego de llaves, ven si sientes que hay mal
olor’”, dice Theo acariciando el suave pelaje de Bickel.
“Pero ahora me siento querido y
necesitado. Me siento más normal. Soy otra vez parte del sistema”.
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