Wilson Maldonado Balderrama fue arrestado en 2016 en la ciudad boliviana de Tarija. |
ARGENTINA (ANB / La Nación de Argentina).- Una causa en Tarija frena las investigaciones argentinas:
empresario y con contratos estatales en Bolivia, Wilson Maldonado Balderrama
fue arrestado en 2016 en la ciudad boliviana de Tarija, cuando su nombre apareció
entre los más buscados por Interpol. Sin embargo, el periodo de extradición enviado.
El
juez federal Bavio insistirá en el pedido internacional para poner ante un
tribunal argentino a Maldonado Balderrama, sospechoso de abastecer a
traficantes en Rosario, Córdoba y el conourbano.
La “W”
no solo aparecía en los panes de cocaína que caían desde el aire en la zona de
Anta y Metan, en Salta, sino también en los secuestros de droga en operativos
en el conourbano bonaerense, en Rosario y en Córdoba. Además, la “W” figuraba
en la agenda del expresidente del Consejo Deliberante de Salvador Mazza,
Alejandro Maurin, condenado la semana pasada a 14 años de prisión. Los fiscales
federales de Salta no tienen dudas de que esa letra corresponde a Wilson
Maldonado Balderrama, un empresario boliviano que está acusado se ser uno de
los proveedores de cocaína más grandes de la región.
Ese sospechoso
carga con un pedido de captura desde el 30 de marzo de 2016 y una solicitud de extradición
que llego a Bolivia el 16 de junio de ese año. Sin embargo, la posibilidad de
que sea juzgado en la Argentina por la causa denominada “Febrero Blanco” está
lejos, ya que fiscales bolivianos abrieron una causa en su contra por lavado de
dinero, algo que bloquea la extradición.
Ocurrió
lo mismo con otro boliviano acusado de ser uno de los proveedores más grandes
de estupefacientes en la Argentina, el empresario Jose Luis Sejas Rosales. Cuando
se pidió su extradición por 11 causas, fiscales de Santa Cruz iniciaron un
proceso por lavado de activos.
Maldonado
Balderrama fue detenido en 2016 cuando Interpol lo marco con el sello rojo en
la lista de los prófugos más requeridos. En ese momento la Fuerza Especial de
Lucha Contra el Narcotráfico de Bolivia detuvo al empresario de 63 años,
oriundo de Villa Montes, Tarija. Fue excarcelado poco después en espera de una extradición
que se demora.
Chichin,
como llaman en Bolivia a Maldonado Balderrama, fue detenido en la casa de su
madre en el barrio de Los Chacos. Las fuerzas de seguridad allanaron siete
propiedades de Balderrama valuadas, según la fiscalía de Tarija en
US$2.700.000.
Maldonado
Balderrama tiene un largo historial en la Argentina, donde fue detenido por primera
vez en 1993, en Buenos Aires y con 27 kilos de cocaína. Su caso es recordado
por los abogados penalistas porque marco a fuego la jurisprudencia, con la
causa, 24/93 “Maldonado Balderrama, Wilson y otros s/ inf. Ley 23.737”. La Corte
Suprema de la Nación termino por absolverlo cinco años después del
procesamiento por deficiencias en la instrucción.
A este
hombre vinculado al negocio del combustible y la madera, como también a los
caballos y al tráfico de cocaína, la justicia boliviana le abrió una causa por “legitimación
de ganancias” (lavado de dinero) para determinar si los bienes que se
secuestraron fueron originados con actividades ilegales, entre ellas, el narcotráfico.
“Llama
mucho la atención la forma como se inician causas en Bolivia, justamente, para
buscar dilatar la extradición de peces gordos del narcotráfico”, aseguro en
dialogo con LA NACION el diputado de Santa Cruz de la Sierra, Tomas
Monasterios. El juez federal N° 1 de Salta Julio Bavio y el fiscal Carlos Amad
coinciden con la Procuración de Narcocriminalidad (Procunar) al señalar que Bolivia
demora las extradiciones y de esa manera favorece a los acusados.
Oran, un cruce de caminos
El caso
de Sejas Rosales es casi idéntico al de Maldonado Balderrama. Ambos comparten también
beneficios en la Justicia Argentina, en tiempos en que el exjuez Raúl Reynoso
ocupaba el juzgado federal de Oran. Sejas Rosales, dueño de cinco empresas que tenían
contratos con YPF Bolivia, fue procesado por el juez federal N° de Salta Julio
Bavio el 15 de agosto de 2015 y se pidió su extradición, pero en Bolivia se abrió
una causa, como ocurrió con Balderrama, por lavado de activos.
En Salta,
Sejas Rosales, dueño de una flota de 250 camiones, fue acusado de ingresar más
de 250 kilos de cocaína al país en 11 camiones cisterna que venían supuestamente
vacios, pero en un doble llevaban el estupefaciente, y volvían tras cargar
combustible en Rosario y San Nicolás.
El juez
federal de Salta Julio Bavio aseguro a LA NACION que tras las condenas en el juicio
por la causa “Febrero Blanco”, en la que fue sentenciado a 14 años de prisión el
expresidente del Consejo Deliberante Alejandro Maurin, se volverá a pedir a Bolivia
que extradite a Maldonado Balderrama. Según el magistrado, el pedido de extradición
toma mayor fuerza luego de la finalización del juicio en la causa “Febrero Blanco”.
En ese
debate fue clave el testimonio del gendarme Mario Benitez, que conto que en la
casa de un acusado secuestraron tres celulares, uno de ellos satelital, y documentación
de una avioneta en la que aparentemente transportaban desde Bolivia la droga
que les proveía Maldonado Balderrama.
Este empresario
boliviano es contratista estatal en Santa Cruz de la Sierra y Tarija. Su fuer
es la comercialización de combustible, a través de Coseca SRL, pero también posee
firmas que se dedican a la obra pública, con la compañía Maldonado y la Asociación
Accidental Carapari, con las que obtuvo licitaciones a pesar del pedido de extradición
en su contra.
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