LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Tomado de El
Deber).- La negociación, luego de
conocerse el fallo de la CIJ, debe ser comandada por expertos en el tema. En
Bolivia hay optimismo y se ven áreas por donde se puede tener acceso al mar. La
soberanía será la traba.
Bolivia
espera confiada el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y ya trabaja en
consolidar un equipo posdemanda. En criterio de especialistas, el reto será
negociar una zona soberana al norte de Arica. Dicen que esta comisión
–que debe ser conformada por expertos en el tema– debe
apuntar prioritariamente a la denominada Línea de la Concordia como punto de
negociación. Esa zona, en la frontera entre Chile y Perú, es la más continua
para el comercio boliviano. Además, se debe empezar a trabajar en adhesiones a
la causa nacional de países vecinos, sobre todo de Perú.
Evo
Morales dio un adelanto de la estrategia pos-La Haya el domingo anterior en
Santiago, durante la asunción de Sebastián Piñera. En esa oportunidad, el
presidente boliviano se mostró conciliador y hasta pidió disculpas al “pueblo
chileno” por sus comentarios en las redes sociales. Ahora, uno de los retos es
trabajar en los apoyos de naciones vecinas, ya que poco ayudan –pero de algo
sirve– los aliados bolivianos en Europa o Asia, como Rusia o China. Estados
Unidos también es un país interesante para que medie en el conflicto.
Pero
el reto mayor para esa comisión es lograr una negociación de una zona
privilegiada, y esa puede ser la que está en el norte de Arica. Ramiro
Prudencio es historiador y diplomático y sabe que el área de la Línea de la
Concordia es la ideal para que Bolivia ejerza su derecho de volver al mar con
soberanía. “Como país queremos una zona continua desde Bolivia hasta el mar,
como es la zona del corredor al norte de Arica. Queremos salir al mar con
continuidad territorial, no un enclave, no una zona franca, no ganaríamos nada.
Debemos tener confianza en que el fallo será positivo”, dice Prudencio.
Chile
ofreció seis veces a Bolivia retornar a un acceso al océano Pacífico con
soberanía por la Línea de la Concordia. Ninguna se concretó por diversos
factores, entre ellos la protesta peruana y hasta la increíble negativa del
propio Congreso boliviano en 1895.
El
Abrazo de Charaña
En
1895, Chile estuvo dispuesto a ceder Arica y Tacna o, en su defecto, la Caleta
Vítor hasta la Quebrada de Camarones, donde ahora se asienta la Línea de la
Concordia. En esa ocasión, el Congreso boliviano declinó la propuesta por
elección de otras tierras y el acuerdo fracasó.
Uno
de los casos más claros en el que se negoció un acceso al norte de Arica se
produjo en 1950. Ese año se firmaron notas diplomáticas que decían: “Entrar
formalmente en una negociación directa destinada a buscar la fórmula que pueda
hacer posible dar a Bolivia una salida propia y soberana al océano Pacífico, y
a Chile obtener las compensaciones que no tengan carácter territorial y que
consulten efectivamente sus intereses”.
Ese
acuerdo pasaba por la Línea de la Concordia y La Paz evitó compensar parte de
su territorio, ya que se hablaba en ese entonces de ceder parte de las aguas
del lago Titicaca, ubicado en el departamento de La Paz.
Otro
acercamiento –y el más reciente– fue en 1975. Chile propuso a Bolivia la cesión
de una costa marítima soberana, ubicada entre el norte de Arica y la Línea de
la Concordia. Este pacto, conocido como el Abrazo de Charaña y logrado por los
exdictadores Hugo Banzer Suárez y Augusto Pinochet, fue desechado por exigencia
de Santiago y porque Perú se opuso a que La Paz domine un territorio que antes
le pertenecía, ya que tanto Lima como Santiago firmaron en 1929 un acuerdo en
el que Chile no puede ceder espacios que antes eran peruanos.
La
Línea de la Concordia está en plena frontera entre Chile y Perú y surge tras la
firma del Tratado de 1929 entre las vecinas naciones. Une las ciudades de Arica
y Tacna y por esa zona cruza –de ida y vuelta– un vertiginoso comercio entre
ambas naciones.
El
excanciller Javier Murillo de la Rocha cataloga al Abrazo de Charaña como la
negociación más importante del siglo XX. El diplomático explica que los
documentos intercambiados en agosto y diciembre de 1975, que se generaron en el
marco de la negociación de esa época, “se han constituido hoy por hoy en el
documento más sólido como antecedente entre los que Bolivia ha presentado en su
demanda ante la CIJ, porque existe una propuesta que hace Bolivia para la
transferencia de un territorio y una respuesta que da Chile en sentido
afirmativo”.
Los
aspectos de la negociación posdemanda están bajo cuatro llaves. La información
es reservada y públicamente solo se conoce que se conformará una comisión para
que negocie con Chile luego del fallo. Una fuente gubernamental detalla que la
zona donde Bolivia podría tener un acceso soberano es la parte elemental de la
negociación. “Pues eso es lo elemental. Lo aconsejable sería un área que marque
una línea continua”, explica la fuente. Prudencio no ve otra área que no sea al
norte de Arica. Serviría poco si ese espacio se da en Antofagasta o por
Tocopilla, ya que el trajín de la distancia no ayudaría al comercio y Arica e
Iquique seguirían siendo los puertos esenciales para Bolivia.
Evo
negoció enclaves
El
exvicecanciller Hugo Fernández en 2007 ya había explorado con su par chileno,
Alberto van Kleveren, tres opciones para un enclave a favor de Bolivia. Uno de
ellos era en la Línea de la Concordia y así Evo Morales y Michelle Bachelet
habían avanzado en este tema, aunque Piñera, en su primera gestión, desechó
todos los preacuerdos.
“Había
una propuesta de encontrar una salida al mar al límite que tienen Perú y Chile
en la Línea de la Concordia”.
Mañana
se inicia la fase oral del juicio en la CIJ. Bolivia expondrá sus alegatos y
está previsto que todas estas últimas reuniones, que tienen actas firmadas,
salgan a la luz ante los jueces. Andrés Guzmán es experto en temas
internacionales y diplomáticos. El analista cree que es posible construir una
“propuesta creativa” luego de conocer el fallo de la Corte. Guzmán acota que el
dictamen es una garantía para un diálogo de buena fe.
“Es
necesario prepararse, se necesita tener una estrategia de negociación, pero
además se requiere de gente especializada, diplomáticos que conozcan la
historia, gente de derecho y gente que sea experta en economía”, remarca Guzmán
Escobari.
En
esa construcción, Guzmán ve que la zona de negociación será el eje central del
diálogo si es que la CIJ falla a favor de Bolivia. No habrá plazos ni exigencias,
pero sí habrá buena fe en esas reuniones. Evo Morales insiste en la reserva del
tema y su canciller, Fernando Huanacuni, cree que lo esencial se inicia un día
después de conocer el fallo del tribunal internacional.
Hubo
61 posibles soluciones
La más
clara de este último tiempo fue la de 1975, cuando Chile ofreció un corredor al
norte de Arica. Dicen que Pinochet hizo esa propuesta por temor a que Perú
inicie una guerra con la intención de recuperar tierras.
Después
de firmar el Tratado de Paz y Amistad de 1904 surgieron al menos 61 soluciones
posibles al problema de una salida al mar para Bolivia, afirma el historiador
militar Luis Alcázar.
Entre
las más destacadas, el militar retirado recuerda la del 20 de octubre de 1883,
cuando Chile y Perú firman el Tratado de Ancón, que incluye el artículo
denominado “la llave y el candado”. Según Alcázar, ese punto era un obstáculo
para la solución, ya que establecía que Perú no aceptará que Chile ceda
territorio que fue de su soberanía a cualquier país y que lamentaría reclamar
al país que lo detente. Luego, en 1929, ambos países vecinos firman otro
tratado y en ese se limita la consulta de Chile a Perú si es que terceras
naciones se hacían de territorios que hoy son chilenos y que antes fueron
peruanos.
El
general Alcázar, en esa línea, plantea
que Chile ceda territorio al sur de Iquique sin fracturar la continuidad de su
territorio. “Que nos cedan y al medio se puede construir un puente para que
bajo el puente continúe el territorio chileno. La propuesta que hago cumple las
exigencias de los tres países y creo que sería una solución enmarcada en la
realidad. Algún momento, luego del fallo de la Corte Internacional de Justicia
(CIJ), se tendrán que considerar opciones para resolver la demanda marítima boliviana”,
afirma el militar.
Entre
las varias posibilidades de solución del conflicto, Alcázar coincide en que la
de 1975 fue la más importante en este último tiempo, pero destaca que Chile se
desanimó porque Perú se ofreció a la administración tripartita (Bolivia-Perú-Chile)
de un posible puerto en el norte chileno.
Sin
embargo, existen informes que afirman que el general Augusto Pinochet quería
evitar un posible ataque de Perú con la intención de recuperar sus territorios
por la vía bélica. Y es por esa razón que ofrece a Bolivia un corredor al norte
chileno, donde antes Perú era dueño de esas zonas.
De
todas estas negociaciones tenía conocimiento el Departamento de Estado de
Estados Unidos. El Gobierno estadounidense era aliado de Augusto Pinochet y del
ex presidente boliviano Hugo Banzer. De todas las posibilidades de solución
ninguna logró satisfacer a una u otra parte. Ahora la CIJ decide el futuro del
conflicto.
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