PARA FUTUROS VIAJES
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Información de BBC Mundo).- ¿Cuál fue tu sueño de infancia? Para algunos, era la idea de convertirse en astronauta. Hay pocos trabajos soñados más difíciles de conseguir.
"Recuerdo
la primera vez que pensé realmente en convertirme en astronauta y la pregunta
que me hice es '¿cómo lo hago?'", cuenta a la BBC Katie Mulry, una
estudiante estadounidense de 24 años que cursa un máster en ingeniería
aeroespacial en el Institut Supérieur de l'Aéronautique et de l'Espace
(Isae-Supaero) de Toulouse, Francia.
"Me
puse a buscar a qué universidad ir, que podía estudiar y lo cierto es que no
hay un camino muy claro", añade.
Mulry
también es jefa de proyectos en Asclepios, la primera y más grande iniciativa
espacial internacional dirigida por estudiantes, que lleva a cabo anualmente
misiones espaciales simuladas.
Formó
parte de la segunda misión de Asclepios en 2022, como "astronauta
análoga", llevando a cabo una misión simulada en las profundidades de una
montaña suiza.
Desde
2024, ayudó a organizar Asclepios V en su quinta misión.
Esta
terminó con una "tripulación" de nueve estudiantes internacionales
que pasaron más de dos semanas aislados en la antes conocida como base
supersecreta de Gotthard en Ticino, Suiza, desde finales de julio hasta agosto.
Simular
una base lunar
En
la mitología griega, Apolo es el dios del sol, la arquería, el conocimiento, la
profecía, la poesía y la música.
La
leyenda señala que Apolo cruzaba los cielos con su carroza dorada tirado por
caballos. Esta elegante visión inspiró a Abe Silverstein, director del
desarrollo de vuelos espaciales en la Agencia Espacial de EE.UU. (Nasa, por sus
siglas en inglés), para bautizar el programa de vuelos espaciales tripulados
cuyo objetivo era llegar a la Luna.
"Asclepios
es el hijo de Apolo", señala Mulry. "Es como seguir los pasos del
programa Apolo y regresar a la Luna".
Cuando
llegué por primera vez a la base de la montaña de Sasso San Gottardo para
encontrarme con la tripulación y conocer el lugar donde están recreando una
plataforma de lanzamiento y una base lunar, no pude encontrarlo.
Entre
la densa niebla que cubría el lugar y el hecho de que este lugar está escondido
bajo los Alpes, queda claro por qué el gobierno suizo -más allá de su política
de neutralidad- construyó una fortaleza en este lugar durante la Segunda Guerra
Mundial.
Excavada
en la montaña hay una red de 3,5 kilómetros de túneles que se mantienen a 6
grados centígrados durante todo el año, a una altitud de 2.000 metros.
La
fortaleza todavía tiene dos cañones, que cuando estaban en activo tenían la
capacidad de impactar un objetivo a 26 kilómetros de distancia.
El
paseo por el túnel desde la entrada incrustada en la rocosa montaña Gotthard
hasta el lugar donde me encuentro con Mulry parece interminable, como un sueño
desorientador.
Este
oscuro, frío y estrecho escenario fue escogido intencionadamente para
representar una base ubicada dentro de una de las "cuevas" de la Luna
(que son en realidad túneles de lava lunar).
Se
han diseñado para imitar lo que sería la vida humana fuera de la Tierra y para
explorar cómo se comportaría o reaccionaría la gente ante las condiciones extremas
de la Luna o Marte, que plantean complejos retos tecnológicos, físicos y
psicológicos.
"Se
trata de entender estos desafíos y de ser capaz de estudiarlos acá en la Tierra
para que cuando la gente vaya al espacio, las agencias espaciales estén más preparadas
para apoyar a los astronautas", explica Mulry.
"Me
encanta explorar los vuelos al espacio tripulados. Mi meta es ayudar a mejorar
la vida de las personas en el espacio, ojalá yo misma algún día", señala.
Asclepios
está formado por personas de 60 países distintos.
Fue
establecido para que estudiantes de todo el mundo tuvieran una idea de cómo es
intentar convertirse en astronauta e ir al espacio, emulando los procesos de
entrenamiento de la Nasa y la Agencia Espacial Europea (ESA).
A
lo largo del año, los participantes llegan a este lugar para someterse a un
entrenamiento presenciales en un ambiente extremo (que incluyen paseos
nocturnos en los Alpes durante el invierno o sumergirse en las frías aguas de
un lago congelado), participan en vuelos parabólicos de gravedad cero y
aprenden técnicas de primeros auxilios, supervivencia y rescate.
También
reciben clases sobre psicología espacial y escuchan a astronautas
experimentados.
"Esperamos
que esto inspire a la gente y que puedan crear oportunidades para que los
estudiantes ingresen a la industria espacial en cualquie rpuesto que les
interese y se conviertan en los profesionales del espacio del mañana",
anota Mulry.
Las
razones
Es
por esto que Mateus Magallanes, de 27 años y estudiante de primer año de
ingeniería aeroespacial en Isae-Supaero, solicitó formar parte de Asclepios V.
Originario de Brasil, asegura que desde joven ha estado fascinado por las
aeronaves. "A los 12 o 13 años me di cuenta que ser astronauta era una profesión".
Para
esta misión de Asclepios, Magalhaes tiene asignado el rol de comandante, la
persona a cargo de coordinar la "base lunar" y la tripulación.
Aunque
todos los astronautas análogos tienen roles compartidos y específicos, él es el
responsable de tomar las decisiones.
"Hay
otras simulaciones de la Luna y Marte, pero la mayoría son de pago y son
bastante costosas. Así que para los estudiantes no siempre es viable",
explica Magalhaes.
Uno
de los aspectos únicos de Asclepios es que ofrece la experiencia de forma
gratuita para aquellos que son seleccionados. Como institución sin ánimo de
lucro, dependen de donaciones, crowdfunding y patrocinio y operado por ellos,
lo que mantiene a Mulry y su equipo ocupados durante todo el año.
En
el Centro de Control de la Misión (CCM), donde entre 25 y 30 estudiantes
gestionan las operaciones de la misión simulada de regreso desde la Tierra,
reina la expectación.
La
emoción se palpa en el ambiente en los instantes previos al inicio de la cuenta
atrás para el lanzamiento. Por los altavoces, "¡Cinco, cuatro, tres, dos,
uno… encendido!", marca el comienzo oficial de la misión.
Después
del despegue, los astronautas "viajan" por un día a la Luna. Su
"cohete" es solo un pequeño cuarto con unas camas plegables y sin
baño, por lo que tienen que llevar pañales.
Una
vez alunizan, llegan a la "base lunar", que será su hogar durante los
próximos 16 días.
En
pequeños alojamientos con un solo cuarto de baño, los nueve tripulantes se
alimentarán con "comida de astronauta" deshidratada y llevarán a cabo
los diversos experimentos que han estado preparando.
Aunque
la base es donde pasarán la mayor parte del tiempo, los astronautas realizarán,
en algún momento, actividades extravehiculares (EVA) para simular un paseo
lunar, con todo el equipo y los trajes espaciales.
Aquí
es donde entran en acción los túneles de Sasso San Gottardo, que representan
túneles de lava similares a los de la Luna.
Este
año, los astronautas van a evitar la luz del sol durante toda la misión.
Incluso las "caminatas lunares" simuladas, cuando salgan la fortaleza
para explorar las montañas, se harán durante la noche, para prepararse para las
condiciones del polo sur de la Luna.
Un
aspecto crucial es que uno de los experimentos que la tripulación va a llevar a
cabo será el estudio del efecto de la oscuridad constante, monitoreando cómo la
falta de luz natural impacta la calidad del sueño, el humor, el ritmo cardiaco
y la salud en general.
Cada
año Asclepios se asocia con académicos e investigadores para llevar a cabo
experimentos durante las misiones análogas.
Este
proyecto en particular, llamado Kronoespazio o "Ritmos circadianos y sueño
en el espacio simulado" está dirigido por la Maria Comas Soberats,
investigadora en cronobiología y sueño del Hospital universitario
Vitoria-Gasteiz en España, junto a otros académicos en España, Australia y
Suiza.
"Es
inspirador ver como una iniciativa estudiantil como Asclepios puede involucrar
a investigadores de distintos países para que colaboren", señala Comas.
Para
esto, los astronautas análogos han estado llevando dispositivos en la muñeca
para controlar su sueño y temperatura corporal antes de comenzar y a lo largo
de toda la misión.
El
experimento requiere que se recojan muestras de la tripulación de forma regular
para medir sus niveles de melatonina y su expresión génica circadiana.
Los
hallazgos serán publicados en diarios científicos y presentados en
conferencias.
La
esperanza es que esos resultados ayuden a definir futuras estrategias para
apoyar la salud de los astronautas en el espacio y también puedan beneficiar a
las personas en la Tierra que experimentan con problemas de alteración
circadiana, como, por ejemplo, aquellos que trabajan en ambientes como
hospitales, trabajadores del turno de noche o viajes de larga distancia.
El
primer reporte de la misión fue publicado el pasado mes de octubre.
Matthew
Acevski, un investigador de 23 años que cursa un doctorado en el Imperial
College de Londres desempeña el papel de oficial científico durante la misión.
"Mis
antecedentes son muy teóricos. Terminé un grado en Física y ahora hago un
doctorado en Física del plasma espacial", aclara.
"Asclepios
me han dado la oportunidad de hacer una tarea práctica real, lo que es una gran
oportunidad si alguien quiere hacer una investigación sobre temas espaciales o
experimentar una misión espacial tripulada", aclara
Sus
estudios hasta ahora han incluido la investigación de cómo las partículas
procedentes del Sol interactúan con los planetas situados en los confines de
nuestro Sistema Solar.
"Esta
ha sido una experiencia formativa para mí, una de las mejores de mi vida",
comenta Acevski.
"Me
ha dado mayor claridad sobre lo que quiero hacer. Tras completar Asclepios, me
inclino cada vez más por la investigación de vuelos espaciales tripulados,
aprender más sobre cómo podemos mejorar los vuelos espaciales tripulados en el
futuro, o incluso participar en un centro de control de minisones real",
explica.
Tanto
él como Lauren Victoria Paulson, una estudiante británico-estadounidense de 22
años que hace un doctorado en Ingeniería Aeroespacial en el Instituto Tecnológico
de Georgia, celebrarán sus cumpleaños durante la misión, aislados del mundo
exterior.
Paulson
es la ingeniera de base de la tripulación, encargada de resolver cualquier
problema mecánico, técnico o de hardware que surja.
Además
de pilotar aviones y bucear, le interesan los entornos extremos, en particular
mejorar la forma en que los humanos pueden vivir en esas condiciones.
Y
no hay nada más extremo que el espacio.
"Una
de las cosas fascinantes del espacio es que no se puede desperdiciar nada, ni
una sola gota de agua. Hay que ser súper eficiente", anota Paulson.
"Si
se diseña para el espacio, se pueden adaptar esas tecnologías y diseñar para
personas que viven en entornos de frío extremo, desiertos, zonas con muy poca
agua, y permitir que la humanidad viva en todos estos entornos hostiles del
mundo. ¿Cómo construimos hábitats cuando los climas se vuelven más extremos
cada año?", explica.
Cree
que las misiones espaciales pueden tener efectos tangibles aquí en la Tierra,
ayudándonos a aprender a reciclar diferentes materiales, reducir el consumo de
agua en la agricultura o maximizar la producción vegetal.
"Muchas
tecnologías se originaron en el espacio exterior y se han adaptado a las
necesidades de la Tierra. Nuestras computadoras no estarían donde están ahora
sin el espacio exterior; todos nuestros teléfonos celulares usan satélites en
el espacio exterior", anota.
Sobre
la cuestión de cómo se afrontan las dificultades de prepararse para misiones
espaciales análogas (o reales), me dijo que se siente cómoda en la incomodidad.
"Cada
vez que sales de tu zona de confort, te pareces un poco más a un astronauta, y
creo que también a una persona mejor y más resiliente".
Los
estudiantes estaban demasiado emocionados y ocupados con los preparativos de
última hora antes del despegue como para darse cuenta de que estaba abandonando
su 'base lunar'.
Al
salir del túnel y acostumbrar mis ojos a la luz del día, me pregunté si algún
día se aventurarían a salir de su base para explorar un mundo diferente al
nuestro.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
ANBOLIVIA te invita a ser el quinto poder, opina...con respeto
DEJA TU OPINIÓN EN:
TW: @ANBOLIVIA
TW: @ANBdigital
F: https://www.facebook.com/anboliviadigital