COCHABAMBA
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Los Tiempos).- La intersección de las avenidas Blanco Galindo y Perú, una de las zonas de mayor conflicto vial en Cochabamba durante años, está a punto de experimentar un giro decisivo. El nuevo distribuidor vehicular, diseñado con criterios de ingeniería inéditos en Bolivia, supera actualmente el 95% de avance físico y se encamina hacia su inauguración en diciembre.
La estructura de tres niveles, túneles subterráneos, vías a nivel y pasos elevados se perfila como una de las obras viales más grandes y modernas del país.
La
construcción se puso en marcha tras una licitación pública, en octubre de 2023,
con el objetivo de intervenir uno de los puntos donde el tránsito colapsaba con
facilidad. Estudios técnicos identificaron que por este sector circulaban hasta
4.000 vehículos por hora, generando demoras prolongadas para quienes se
desplazan diariamente por la ciudad y aquellos que ingresan desde Quillacollo y
otros municipios del eje oeste. Para enfrentar esta carga, el diseño incluye
rampas curvas, giros optimizados y conexiones rápidas que redistribuyen el
flujo de manera más eficiente y segura.
El
distribuidor está compuesto por tres niveles interconectados: un túnel
subterráneo para el tránsito principal, un nivel central para la circulación
urbana y un paso elevado que permite desvíos ágiles hacia distintos sectores de
la ciudad. Esta configuración, considerada única en el país, fue concebida para
mejorar la movilidad motorizada, pero también para reforzar la seguridad de
peatones y ciclistas mediante accesos señalizados y zonas de resguardo.
El
proyecto incorpora un sistema de drenaje pluvial de alta capacidad para evitar
inundaciones durante la temporada de lluvias; ductos destinados a la fibra
óptica; iluminación eficiente; señalización vertical y horizontal; además de
áreas verdes que contribuirán a la reducción de la contaminación ambiental.
Aunque en etapas anteriores la obra enfrentó retrasos por problemas de
suministro de combustible, el avance actual confirma que la intervención avanza
sin contratiempos.
La
obra demanda una inversión que supera los 94 millones de bolivianos de la
Alcaldía de Cochabamba.
El
distribuidor se consolida como una obra estratégica para la movilidad del eje
metropolitano. Su habilitación transformará el ingreso desde el valle bajo
hacia la ciudad, resolverá un viejo punto de congestión vehicular y marcará un
nuevo estándar de infraestructura vial en Bolivia.
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